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Tomás Olivo, mano derecha de Roca: de Don Juan al Juzgado de violencia de Género
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Tomás Olivo, mano derecha de Roca: de Don Juan al Juzgado de violencia de Género

El imputado en el caso Malaya Tomás Olivo, la mano derecha de Roca, no las tiene todas consigo. Si hace unos días la Junta de Andalucía

El imputado en el caso Malaya Tomás Olivo, la mano derecha de Roca, no las tiene todas consigo. Si hace unos días la Junta de Andalucía pidió al Ayuntamiento de Marbella que revocara la licencia que le otorgó para construir un hotel en la avenida más céntrica de la ciudad, ahora otro varapalo acaba de hacer mella en su biografía.

 

El ministerio público le pide cuatro años y diez meses de cárcel “por los presuntos delitos de maltrato de obra en presencia de un menor y revelación de secretos”, cometido presuntamente sobre una mujer con la que mantuvo una relación sentimental desde mediados de 2002 hasta septiembre de 2003. Ambos tienen un hijo en común que presenció los presuntos delitos de maltrato y convivieron en la misma casa.

A tres escasos meses del caso Malaya, en el que se juzgará a Tomás Olivo en la Ciudad de la Justicia de Málaga, el empresario se encuentra con diferentes frentes abiertos. La acusación particular de la ex pareja de Olivo reclama ocho años de cárcel y, curiosamente, no quiere el dinero del imputado, ya que, según se recoge el escrito, “renuncia a cualquier indemnización que pudiera corresponderle a la víctima”.

El fiscal explica en el pliego de acusaciones que los hechos sucedieron “el 19 de junio de 2005, ya con la relación rota, y en una vía pública de Puerto Banús, con ocasión de una visita al menor que tenía en común con su ex pareja, y con el fin de atentar contra su integridad física, le dio presuntamente varias bofetadas, sin que conste que la perjudicada sufriese padecimiento físico. En todo momento estuvo presente el menor”. La fiscalía pide una indemnización de 8.000 euros para la ex pareja.

Ahora será el  juzgado de Violencia sobre la Mujer -que abrió juicio oral el 26 de octubre de 2009 contra Tomás Olivo por dos presuntos delitos de descubrimiento y revelación de secretos; dos supuestos ilícitos de maltrato de obra y físico; dos de maltrato físico y de obra en presencia de un menor y un delito de maltrato habitual- el que tendrá que dirimir responsabilidades.

Mientras tanto, el empresario campa a sus anchas por sus dominios empresariales, bailándoles el agua a los políticos actuales y tentando a la suerte. Desde que comenzó sus relaciones comerciales con Roca en 1988, Olivo es dueño de diez centros comerciales, entre ellos el emblemático La Cañada, que tanta polémica ha levantado con el PGOU marbellí.

De empleado de gasolinera a rico empresario

Sus millones le dan el impulso para convertir la osadía en acción y así olvidarse de aquellos días fríos, donde al joven Olivo se le congelaban las manos echando gasolina en el viejo surtidor del pueblo murciano, en el mismo sitio donde conoció a Herminia Sánchez García, hija de un hostelero, con la que se casó y empezó su buena racha.

Entonces todavía no era un Don Juan sino, simplemente, un buen esposo. El matrimonio se estropeó cuando Roca le reclamó para que aterrizase en Marbella. Fue tras la segunda mayoría absoluta del Grupo Independiente Liberal de Gil cuando Olivo apareció en la Milla de Oro de la mano del cerebro de la Operación Malaya.

Su llegada coincidió con la separación de Herminia y desde entonces hasta ahora las andaduras del ‘Gran Gatsby malayo’, acompañado por mujeres de todas las razas y edades por las fiestas de la ciudad, han sido inmortalizadas por los mismísimos programas del cuore. Ahora, tras su última hazaña, serán los jueces quienes decidan su futuro.

El imputado en el caso Malaya Tomás Olivo, la mano derecha de Roca, no las tiene todas consigo. Si hace unos días la Junta de Andalucía pidió al Ayuntamiento de Marbella que revocara la licencia que le otorgó para construir un hotel en la avenida más céntrica de la ciudad, ahora otro varapalo acaba de hacer mella en su biografía.

Tomás Olivo Caso Malaya