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Rajoy a Bono: “Viendo lo que dices de Zapatero, lo que digas de mí me da igual”
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Rajoy a Bono: “Viendo lo que dices de Zapatero, lo que digas de mí me da igual”

Desde que se quedara atrapado en Lanzarote por culpa de la huelga salvaje de los controladores aéreos, Mariano Rajoy vive en un sinvivir. Ayer fue más

Desde que se quedara atrapado en Lanzarote por culpa de la huelga salvaje de los controladores aéreos, Mariano Rajoy vive en un sinvivir. Ayer fue más que evidente durante la recepción que el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, ofreció a políticos, periodistas y otros en la Carrera de San Jerónimo para conmemorar el XXXII Aniversario de la Constitución Española, una cita tan desangelada como la propia Carta Magna en los tiempos que corren, y durante la cual no hubo manera humana de sacarle al líder del PP una declaración por escueta que fuera. Jarro de agua fría para el corrillo de periodistas que, en esta ocasión, se quedó a dos velas. Informativas, se entiende… No así para José Bono, que sí extrajo algo del líder del PP, aunque no fuera lo que esperaba.

 

El caso es que Rajoy se desayunó ayer, Día de la Constitución, con una entrevista a José Bono en un diario nacional que no tenía desperdicio. En ella, Bono, con su habitual retorcimiento lingüístico, amagaba en la crítica a su propio Gobierno y reconocía de fondo la mala situación que atraviesa su partido. Pero, en una de esas, lanzó lo que en lenguaje coloquial se llama una verdadera puya al líder del PP, una de esas que rozan lo políticamente obsceno, al afirmar que para su partido “Rajoy es un tesoro. El PSOE haría bien mimándolo mientras descansa”. En el PP, que ya acumulaban una considerable dosis de cabreo tras las declaraciones de Zarrías y Blanco acusándoles de estar en connivencia con los controladores, el asunto cayó como una bomba, y alguien le trasladó ese malestar a Bono por la mañana.

Y surtió efecto. Bono, eso sí, lejos de disculparse en público como haría cualquier caballero que se precie, optó por hacerlo en privado y llamó a Mariano Rajoy por teléfono. Lo que no esperaba el presidente del Congreso es que el líder del PP le respondiera con su habitual ‘flema gallega’. Bono se disculpó con Rajoy, y al manifestarle su esperanza en que Rajoy aceptara las disculpas, lejos de encontrar en la respuesta del líder del PP tal aceptación, dio de bruces con que Rajoy se la devolvía doblada: “Tú tranquilo, que viendo lo que dices de Zapatero, lo que digas de mí me da igual”, respondió Rajoy. Disculpas aceptadas… ¿O no?

Desde que se quedara atrapado en Lanzarote por culpa de la huelga salvaje de los controladores aéreos, Mariano Rajoy vive en un sinvivir. Ayer fue más que evidente durante la recepción que el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, ofreció a políticos, periodistas y otros en la Carrera de San Jerónimo para conmemorar el XXXII Aniversario de la Constitución Española, una cita tan desangelada como la propia Carta Magna en los tiempos que corren, y durante la cual no hubo manera humana de sacarle al líder del PP una declaración por escueta que fuera. Jarro de agua fría para el corrillo de periodistas que, en esta ocasión, se quedó a dos velas. Informativas, se entiende… No así para José Bono, que sí extrajo algo del líder del PP, aunque no fuera lo que esperaba.

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