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'El País' amenazó a Vigalondo con “destruir su imagen” si no firmaba su dimisión
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'El País' amenazó a Vigalondo con “destruir su imagen” si no firmaba su dimisión

Del amor al odio en menos de 140 caracteres. Lo que da de sí un tweet. Nacho Vigalondo y el diario El País han roto definitivamente

Del amor al odio en menos de 140 caracteres. Lo que da de sí un tweet. Nacho Vigalondo y el diario El País han roto definitivamente su relación profesional por uno de esos bromas desatinadas que ha incendiado la Red en los últimos días y que ha herido la sensibilidad de muchos. Que no está el patio para bromas. Que le pregunten si no al inocente de David Bisbal

La cosa es que el tweet de Vigalondo ha corrido como la pólvora en un abrir y cerrar de ojos y le ha puesto de patitas en la calle. El hombre que acababa de estrenar hace solo unos días como la nueva imagen de marca de ‘El País del futuro’ ya no tendrá más futuro en las páginas y en las bitácoras del Grupo Prisa. 

L a historia comienza una de esas noches en la que uno se cree más gracioso de lo normal. “Ahora que tengo más de 50.000 followers  y cuatro vinos en el cuerpo, podré decir mi mensaje: ¡El holocausto fue un montaje!”, tuitteó el joven cineasta sin medir las consecuencias de sus palabras. La Red no le ha dado tregua. 

La bomba 2.0 explotó el fin de semana y las consecuencias, tajantes, se han producido en los dos últimos días. Ni el director de El País, Javier Moreno, ni la nueva cúpula del Grupo Prisa, encabezada por uno de los dueños de Liberty, Nicolas Berggruen, de origen judío, no quiere saber nada de quien se ha permitido bromear sobre un asunto tan sensible. Ni disculpas ni perdones han valido para redimir su imagen. Te marchas y punto. 

El bochorno en el diario por excelencia de la izquierda ha sido tal que a Vigalondo le han exigido que dimita por carta de todas las responsabilidades que desempeñaba como colaborador de la casa. El cineasta escribía un blog sobre el séptimo arte para la edición digital y, además, como se ha dicho, protagonizaba la última campaña publicitaria del periódico. Los anuncios ya han sido retirados de todos los soportes y, desde ayer, el blog ya no se va a volver a actualizar. 

Pero el cabreo y la ruptura no se ha solucionado con un simple mea culpa de Vigalondo y un pasemos a otra cosa. Al cineasta le han obligado a escribir una carta de dimisión hasta tres veces para que sus disculpas encajasen, palabra por palabra, en lo que el diario quería oír. 

El trance no fue fácil para el afamado twittero. “¿Y qué pasa si no me sale de las narices firmar esto que me pedís?”, inquirió Vigalondo en una de las varias revisiones que tuvo que hacer para modelar la carta de renuncia. Pues que con el sacrosanto cuarto poder había tocado. “Como no lo firmes, prepárate porque vamos a destruir tu imagen y vamos a hacer una campaña en tu contra que te vas a enterar”. Así se las gastan en la calle Miguel Yuste

Vigalondo, finalmente, ha pasado por el aro. Qué remedio. Consecuencias de mezclar cuatro vinos con una red social en la que no hay secretos y en la que todo tiene un eco global. 

Nota de redacción: En relación al confidente publicado el pasado 4 de febrero con el título de “Le roban el abrigo al hijo de Roca: ‘Estos marbellíes son unos chorizos’, clama su madre”, María del Carmen Serrano, dueña del local de costura mencionado, se ha puesto en contacto con este diario para asegurar que las palabras atribuidas a Rosa Jimeno en el artículo son falsas y que lamenta los perjuicios que dicho artículo haya podido causar a sus clientas.

Del amor al odio en menos de 140 caracteres. Lo que da de sí un tweet. Nacho Vigalondo y el diario El País han roto definitivamente su relación profesional por uno de esos bromas desatinadas que ha incendiado la Red en los últimos días y que ha herido la sensibilidad de muchos. Que no está el patio para bromas. Que le pregunten si no al inocente de David Bisbal

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