Es noticia
El País transforma un debate sobre periodismo en una campaña de autobombo a costa de Wikileaks
  1. España
  2. El Confidente
El Confidencial

El Confidente

Por

El País transforma un debate sobre periodismo en una campaña de autobombo a costa de Wikileaks

El escenario reservado a los directores de cinco de los diarios más influyentes del mundo estaba tomado por los alumnos del Máster de Periodismo de El

El escenario reservado a los directores de cinco de los diarios más influyentes del mundo estaba tomado por los alumnos del Máster de Periodismo de El País. La crème de la crème del futuro del periodismo, los próximos Gabilondos, Cebrianes y Calafs, llevaban, en su mayoría, los cascos puestos para escuchar la conferencia en español. ¿No se supone que hay que saber inglés para ser buen periodista? ¿Dónde pone El País su nivel de exigencia?

La cita era en el Museo Reina Sofía. Los directores de Le Monde, The New York Times, Der Spiegel, The Guardian y el diario cabecera de PRISA iban a debatir sobre el futuro del periodismo. Así lo llevaba anunciando a bombo y platillo desde hacía días El País, el encargado de organizar tan loable evento. Era una estupenda oportunidad para debatir sobre qué será de la profesión en los próximos años y, sin embargo, nunca una ocasión fue tan desaprovechada. El talento, la experiencia y los conocimientos de Sylvie Kauffaman (Le Monde), Bill Keller (NYT), Georg Mascolo (Der Spiegel) y Alan Rusbridger (The Guardian) fueron despreciados por Javier Moreno, director de El País.

El retraso de los directores (que andaban en el Palace celebrando el 23-F) fue la excusa para proyectar un vídeo cuasi publicitario del diario de PRISA y del trabajo que hizo para procesar las filtraciones de Wikileaks en noviembre. La grabación sólo fue el aperitivo.

Cuando por fin llegaron los periodistas Moreno, encargado de encabezar y moderar el debate sobre el futuro del periodismo, enfocó desde el principio la charla a la publicación de los cables secretos. La mayor parte del debate se centró en cómo habían manejado estos cinco diarios la gran cantidad de información facilitada por Julian Assange, en qué trato le habían dado como fuente, en qué presiones habían recibido por parte de lectores y gobiernos… En fin, una campaña de autocomplacencia y felicitaciones mutuas por lo bien que les había salido la jugada Wikileaks.

Además de los 40 alumnos del máster, con sus correspondientes cascos de traducción, el escenario estaba dominado por una gran pantalla sobre la que se proyectaba lo que los internautas contaban del debate, a través de Skup (una suerte de red social de los usuarios de elpais.com), y de Twitter. El País quiso con esto hacer alarde de su integración en las nuevas tecnologías, pero el Twitter le jugó una mala pasada.

Cuando, tras casi una hora hablando sobre el pasado (reciente, eso sí) del periodismo, los internautas comenzaron a cansarse y a protestar, la pantalla gigante que envolvía a los ponentes dio fe de ello: “Me encantaría pensar que el futuro del periodismo tiene más que ver con humildad que con autobombo”; “Y yo me pregunto, ¿en qué momento comenzarán a hablar del futuro del periodismo?”… Los tuits de los asistentes dejaban patente, en vivo y en directo, el disgusto del público.

Entonces, una azafata le pasó discretamente una nota a Javier Moreno (que por tener la pantalla a sus espaldas no podía leerla) y éste, repentinamente, espetó a sus invitados con una pregunta directa y concisa, cambiando radicalmente de tema: “¿Y cómo veis el futuro del periodismo?”. La atención del público viró de nuevo al debate, esperando que, por fin, se les dijera algo sobre los días venideros. Pero tampoco. El manido debate sobre “periodismo on-line de pago sí o no” se cerró con una frase esclarecedora del director de Der Spiegel: “¿Cómo va a acabar todo? Todavía no se sabe”. La influencia de las nuevas tecnologías en la forma de hacer periodismo desde las revoluciones que se están produciendo en el mundo islámico tampoco desveló nada que los asistentes no hubieran leído/escuchado ya.

Pero aún quedaba una esperanza para los presentes: el turno de preguntas. Muchos rellenaban ya los papelitos que habían sido entregados a la entrada (junto a un ejemplar de El País, por supuesto) para tal fin, ávidos de poder pregunta por fin lo que no se había aclarado en casi dos horas de debate. Esa esperanza también se truncó. No hubo turno de preguntas. ¿Significará esto que el futuro del periodismo es alimentarse de las glorias del pasado y eliminar las preguntas molestas? Como decía un tuitero: “Terminó el encuentro de directores. La moraleja: el futuro del periodismo no lo sabemos ni los periodistas”.

El escenario reservado a los directores de cinco de los diarios más influyentes del mundo estaba tomado por los alumnos del Máster de Periodismo de El País. La crème de la crème del futuro del periodismo, los próximos Gabilondos, Cebrianes y Calafs, llevaban, en su mayoría, los cascos puestos para escuchar la conferencia en español. ¿No se supone que hay que saber inglés para ser buen periodista? ¿Dónde pone El País su nivel de exigencia?

El País Periodismo The New York Times The Guardian Der Spiegel