José Tomás saca de quicio al 'gotha' taurino español

El torero José Tomás está de vuelta. Hoy por hoy, quizá sea el único español por el que el personal –más o menos pudiente, se entiende- es capaz de pagar un pastón en la reventa. Sin televisión de por medio, ver torear al del Galapagar es sinónimo de exclusividad, y en esta España de la crisis lo de sentirse único todavía cotiza al alza. Para solaz de los aficionados, la mayor figura del toreo desde Manuel Benítez ‘El Cordobés’ vuelve al tajo hoy en Badajoz.

Pero la industria que esperaba con tanta vehemencia como desconfianza a Tomás está que trina. ¿La razón? Vuelve para tres tardes, una de ellas en Francia. Cemento y aburrimiento. Con escasas excepciones, las grandes ferias taurinas que se han celebrado hasta ahora han sido un sonoro fracaso, tanto en lo artístico como en lo económico. José Tomás no estaba allí para salvarlas, para desesperación de los empresarios que dominan el negocio taurino español.

Nadie se ha librado. Las empresas Pagés y Chopera se quedaron con las ganas en Sevilla y Málaga –la primera no tragó con los 400.000 euros por tarde que pedía el torero-, en Madrid no hubo ni negociaciones y otras plazas en las que sí actuó en 2011 como Valencia, Gijón, Ciudad Real, Linares o Valladolid se han quedado compuestas y sin novio. Y no será porque los empresarios no se han bajado los pantalones.

A la vista de la desastrosa marcha de la temporada, todos buscan a José Tomás ofreciéndole un cheque en blanco –o casi- por actuar en sus plazas. Saben que el tirón del torero es más que suficiente para vender el abono de feria completo –la compra de abonos se ha disparado más de un 30% en Badajoz- y romper la dinámica perversa en la que ha entrado el negocio taurino.

Las tres tardes firmadas por el torero en Badajoz, Huelva y Nimes son para los empresarios un sinónimo de tragedia. Y también para las ciudades en las que no toreará en 2012. Según un estudio del profesor de Teoría Económica de la Universidad de Extremadura, Juan Medina, la vuelta a los ruedos de José Tomás entre las temporadas de 2007 y 2010 generó unos ingresos de casi 92 millones de euros. Sólo algo más de un tercio fueron ingresos de taquilla.

Hasta ahí los hechos. Pero lo peor para los mandamases de la industria taurina puede estar por llegar. Dicen en los mentideros que los Pagés, Chopera o Martínez Uranga se están preparando para lo peor. Si José Tomás se quita de en medio o decide hacer otra mini temporada en 2012, se quedarán sin catalizadores para frenar la imparable sangría que sufre la Fiesta. Pero si el torero decide volver con todas las de la ley, tendrán que plegarse a todas sus exigencias. Más de uno empieza a palparse la certera y a preguntarse qué es peor.