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¡Obsesión corporativa! Botín deja pasar las corbatas rojas como gasto de oficina
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¡Obsesión corporativa! Botín deja pasar las corbatas rojas como gasto de oficina

Tiene claro que el color rojo tiene que asociarse al Banco Santander. Antes incluso, que a la gloriosa selección de fútbol, apodada popularmente de un tiempo

Tiene claro que el color rojo tiene que asociarse al Banco Santander. Antes incluso, que a la gloriosa selección de fútbol, apodada popularmente de un tiempo a esta parte como La Roja, el banquero Emilio Botín apostó todo al mismo color tras borrar del friso de la entidad financiera que preside las siglas que coleaban de la fusión con el Banco Central Hispano. Desde ese momento, su apuesta por el rojo y por el nombre de su ciudad natal como marca comercial universal se ha convertido en toda una obsesión.

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El nivel de detallismo impuesto por Emilio Botín y ejecutado por su equipo llega a niveles insospechados. En otros aspectos, la entidad permite a sus empleados de sucursales bancarias que pasen como gasto de material de oficina el fondo de armario de corbatas rojas que emplean para ir a trabajar. Si para generar confianza la imagen es un elemento imprescindible, que el uniforme tenga un detalle rojo es una seña de identidad más que sirve para reforzar esa imagen de grupo global y, por tanto, solvente.

Desde que el banquero español juega en la liga mundial, el Santander ha tenido claro que necesitaba identificar el rojo y sus valores positivos a la imagen comercial del banco. Para llevar a cabo este salto, Botín apostó por uno de los deportes de más repercusión global, como es la Fórmula 1, primero como patrocinador de McLaren, con Fernando Alonso como piloto, y luego como sponsor principal de la escudería Ferrari, el bólido rojo por excelencia dentro del circo de las cuatro ruedas al que se ha entregado el banco.

Por si estos grandes eventos no fueran necesarios, el propio financiero cántabro da muestras de esta particular filosofía con su propio ejemplo. En su caso, llevar una corbata roja es algo innegociable. Sin embargo, Botín es capaz de llevar a extremos insospechados esa obsesión por el rojo, como demostró al presentarse con pantalones de vestir y polo del mismo color, aunque de distintos tonos, para viajar con el Rey en viaje oficial a Brasil. Con esas referencias, cómo no van a ser las corbatas rojas material de oficina.

Emilio Botín