El Confidente
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Álvaro Nadal avisa a los navegantes del Círculo de Empresarios
Ni media fisura. El jefe de la Oficina Económica de Presidencia, Álvaro Nadal, ha dejado bien claro a la alta clase empresarial que el Gobierno se
Ni media fisura. El jefe de la Oficina Económica de Presidencia, Álvaro Nadal, ha dejado bien claro a la alta clase empresarial que el Gobierno se mantendrá firme en la defensa del interés general frente al resto de intereses corporativos que afloran con especial virulencia en momentos de crisis.
El hombre que está considerado como la mano derecha de Rajoy en materia económica no tuvo pelos en la lengua -Nadal en estado puro- cuando el pasado lunes se presentó en el Círculo de Empresarios para exponer el minuto y resultado de la situación por la que atraviesa España. La reunión concitó a una nutrida concurrencia de socios, empresarios y altos directivos.
Sin proyectar una imagen irreal de la situación ni confundir los deseos con la realidad, Álvaro Nadal trató de endulzar la tarde con algunos motivos para el optimismo con el fundamento de algunos parámetros que apuntan una mejora sustancial de la economía nacional. La recuperación del sector exterior y el repunte del ahorro de las familias son los dos ejes principales de las nuevas expectativas que manejan los responsables del Gobierno.
Pero como la confianza es muy mala consejera Nadal dejó claro que la recesión no permite descanso y la política de reformas y ajustes seguirá siendo el denominador común en las relaciones del Ejecutivo con los distintos agentes sociales. Los empresarios no pueden quedar al margen, sino que, más bien al contrario, tienen una labor esencial como motor del cambio que necesita España. Más o menos ése es el aviso a navegantes que lanzó el asesor presidencial a los empresarios, con la moraleja de que, pase lo que pase, “el Gobierno no se casará con nadie”. Por si algún lobby tenía dudas.
Ni media fisura. El jefe de la Oficina Económica de Presidencia, Álvaro Nadal, ha dejado bien claro a la alta clase empresarial que el Gobierno se mantendrá firme en la defensa del interés general frente al resto de intereses corporativos que afloran con especial virulencia en momentos de crisis.