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Los problemas de Ruz con el francés y con los mentirosos de Pescanova
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Los problemas de Ruz con el francés y con los mentirosos de Pescanova

El infatigable juez Pablo Ruz es inasequible a todos los contratiempos que dificultan la instrucción de los innumerables casos que instruye (en eso se parece a su antecesor

El infatigable juezPablo Ruzes inasequible a todos los contratiempos que dificultan la instrucción de los innumerables casos que instruye (en eso se parece a su antecesor, Baltasar Garzón): Gürtel (el jueves pasado citó a Esperanza Aguirre), los papeles deBárcenas, la evasión fiscal de losCarcellery, por supuesto, Pescanova. Es precisamente la quiebra más inexplicable de la historia de España la que le está dando más quebraderos de cabeza al magistrado. Y no sólo por la dificultad de la causa, sino por los atávicos problemas de los españoles con los idiomas.

Ocurrió el pasado 23de octubre, cuando estaban citados para declararFrançois Tesch, representantes de Luxempart, un fondo de inversión luxemburgués propietario del 5,8% de Pescanova y uno de los promotores de la opción deJuan Manuel Urgoiticomo presidente de la compañía pesquera en sustitución deManuel Fernández de Sousa. Este gestor pidió declarar en francés y Ruz tuvo que pedir con premura los servicios de una traductora para entender su testimonio.

La intérpreteen cuestión conocía bien el idioma deMolière... pero no tenía ni idea del lenguaje de la economía y la empresa, ni en español ni en francés. Los conceptos de falseamiento de las cuentas,información relevante, patrimonio neto, endeudamiento, ebitda, solvencia, ampliación de capital, acreedores, cotización, fondo de maniobra y un largo etcétera le sonaban a chino a la pobre mujer. Tanto es así que fuentes presentes en la declaración aseguran que le preguntaba a Ruz qué significaba cada uno de ellos cuando era pronunciado por Tesch. Y el juez, con una paciencia infinita, le iba respondiendo sicada uno tenía sentido o no.

El resultado de este problema fue que la declaración de Tesch se dilató durante siete horas (frente a la hora y media que tenía prevista Ruz) en un día en que estaban citadas cinco personas, lo queobligó a aplazar lade César Mata(secretario del consejo), para desesperación de los periodistas que hacen guardia en el juzgado para informar de la marcha del caso. Aparte de cuestionar por enésima vez los criterios de selección de los empleados de los juzgados españoles (empezando por los propios jueces), a los que no se exige ningún conocimiento específico relacionado con el trabajo que van a tener que desarrollar; de economía, en el caso de la Audiencia Nacional, un tribunal encargado de llevar los asuntos de especial gravedad para la economía nacional.

Pero los problemas de Ruz con Pescanova son mucho mayores que la falta de conocimientos de la traductora. En el desfile por la Audiencia, todos los implicados han entonado el "pío, pío, que yo no he sido", echando la culpa a los demás accionistas, al auditor, a la CNMV o a la cría del rodaballo (el propio Sousa). Lo cual quiere decir, obviamente, que muchos de ellos mienten puesto que todos no pueden tener razón. ¿Quién la tiene? Esa es la tarea de Ruz. Y a buen seguro que no va a ser nada fácil.

El infatigable juezPablo Ruzes inasequible a todos los contratiempos que dificultan la instrucción de los innumerables casos que instruye (en eso se parece a su antecesor, Baltasar Garzón): Gürtel (el jueves pasado citó a Esperanza Aguirre), los papeles deBárcenas, la evasión fiscal de losCarcellery, por supuesto, Pescanova. Es precisamente la quiebra más inexplicable de la historia de España la que le está dando más quebraderos de cabeza al magistrado. Y no sólo por la dificultad de la causa, sino por los atávicos problemas de los españoles con los idiomas.

Pescanova Audiencia Nacional