Independencia Plaza, el refugio madrileño del nuevo dueño venezolano de Novagalicia

Desde hace unos meses, Juan Carlos Escotet es protagonista del sector financiero español. Primero por comprar el pequeñito Banco Etcheverría a finales de 2012. Y segundo, porque ese movimiento a la larga se convirtió en estratégico para imponerse, doce meses después, en la subasta de Novagalicia Banco. Sin embargo, el financiero venezolano, hijo de emigrantes leoneses y asturianos, puso sus ojos en España un par de años antes.

Antes de probar fortuna como banquero en nuestro país, Escotet hizo sus pinitos como inversor inmobiliario. Aprovechando los precios de descuento, el venezolano adquirió hace algo más de doce meses una residencia de lujo en pleno corazón de Madrid, en uno de los ejes más selectos, entre las confluencias de las calles Serrano, Alcalá y Alfonso XII, en plena Plaza de la Independencia, con vistas al concurrido y popular Parque del Retiro.

Como viene ocurriendo durante los últimos años, los principales compradores de pisos de lujo en la capital son grandes fortunas extranjeras, en su mayoría sudamericanas. En el caso de Independencia Plaza, el presidente de Banesco es uno más entre los inversores de fuera que compraron residencia en este señorial edificio de lujo, que durante un par de años llegó a ser propiedad de Amancio Ortega, el empresario gallego dueño de Inditex.

Tras el estallido de la crisis, el edificio pasó a manos de Grupo Millenium, que adquirió algunas de las inversiones desechadas por Pontegadea. Detrás de esta firma, el inversor Javier Illán completó la rehabilitación del inmueble y lo comercializó entre un selecto ramillete de ricos sin residencia en Madrid. Un par de carambolas después y tras el boca-oreja pertinente, Escotet terminó pagando un par de millones de euros por su piso en la capital.