El Confidente
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La burguesía catalana privatiza la Fira de Barcelona
A veces la clave está en el concepto. Y el concepto del nuevo libro sobre la burguesía catalana es bueno, muy bueno. Mobil Books ha editado
A veces la clave está en el concepto. Y el concepto del nuevo libro sobre la burguesía catalana es bueno, muy bueno. Mobil Books ha editado el libro Capitans d’Indústria. Explicats pels seus fills. Un libro donde se repasan las principales empresas familiares catalanas y en el que los hijos, hoy presidentes de grupos como Grifols, Almirall, Indukern, LaFarga, Freixenet, Puig, Simon o Agrolimen hablan de la figura del padre o fundador.
Durante 50 capítulos se repasa la historia de 50 grandes empresarios catalanes y sus sagas. El libro se presentó la pasada semana en el Banco de Sabadell y había tanto dinero entre los presentes que el banco habría tenido que ampliar sus cámaras acorazadas para dar cabida a las fortunas de los participantes en el evento, en el que participó el presidente catalán, Artur Mas, en una semana que estuvo recabando, si no el apoyo, sí la comprensión de los empresarios catalanes después de la ronda de contactos que mantuvo con ellos Alfredo Pérez Rubalcaba.
No se trata aquí de criticar el tono complaciente de los textos. Después de todo se trata de una historia oficial. Pero si un concepto es bueno no se debe traicionar. Y es lo que hacen los impulsores de la iniciativa, cuando dedican un capítulo a Fira de Barcelona. Sí, en medio de una apología absolutamente legítima al capital privado que pasa de padres a hijos, aparece Fira de Barcelona, que ni es privada ni se hereda.
Fira de Barcelona es pública, si bien tiene una participación minoritaria de la Cámara de Comercio de Barcelona, entidad que también vive de las subvenciones del Estado. El control mayoritario del capital público se formalizó en 2006, cuando la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona cerraron el apoyo a la ampliación de Pedrosa, una inversión de más de 368 millones de euros que ha servido para la ampliación de Gran Vía, en L’Hospitalet, vehiculada a través de la sociedad Fira 2000.
En las fotos aparecen el expresidente de Fira de Barcelona, Jaume Tomás, exdirector general de Agrolimen; el actual presidente de Fira, Josep Lluís Bonet –presidente de Freixenet– y el actual director general, Agustín Cordón, jugando el rol que en los otros capítulos ocupan padres e hijos, sin que se sepa, hasta el momento que estos tres empresarios tengan vínculo familiar alguno, lo que sin duda, sí sería noticia.
Es bueno que el empresariado catalán sienta como suya una institución tan valiosa como la Fira, pero, no nos engañemos, tan pública como el Parlament, la Generalitat o el Ayuntamiento de Barcelona. De aquí a incluirla en un repaso del valioso tejido industrial catalán hay una frontera que seguramente los impulsores de esta iniciativa se están arrepintiendo de haber cruzado en este justo momento. Cosas que pasan cuando se reescribe la Historia.
A veces la clave está en el concepto. Y el concepto del nuevo libro sobre la burguesía catalana es bueno, muy bueno. Mobil Books ha editado el libro Capitans d’Indústria. Explicats pels seus fills. Un libro donde se repasan las principales empresas familiares catalanas y en el que los hijos, hoy presidentes de grupos como Grifols, Almirall, Indukern, LaFarga, Freixenet, Puig, Simon o Agrolimen hablan de la figura del padre o fundador.