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Primer tropezón de Carlos Herrera con la línea editorial de Cope
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Primer tropezón de Carlos Herrera con la línea editorial de Cope

La emisora se ha cuidado muy mucho de criticar a su locutor estrella, pero se ha encargado de poner los puntos sobre las íes en tan sensible asunto para sus oyentes

Foto: Carlos Herrera (EC).
Carlos Herrera (EC).

Ciertamente, Carlos Herrera está consiguiendo cosas inimaginables hasta hace bien poco en la cadena de los obispos. Por ejemplo, volver a recuperar la voz, el afecto y la cercanía del rey Juan Carlos después de esa etapa negra en la que el hoy monarca emérito clamaba -aquí y en Roma- contra los zurriagazos que le propinaba, día sí, día también, el turolense Federico Jiménez Losantos.

En julio, durante su presentación oficial en el hotel Ritz, Herrera ya avisó de que había visitado en persona -apadrinado por el presidente de la emisora, Fernando Giménez Barriocanal- a don Ricardo Blázquez, el jefe de todos los obispos. El objetivo, pedirle bula para ser un poco escatológico en la radio de la Iglesia y no renunciar así a su propia esencia ni traicionar a sus 'fósforos' de toda la vida.

- Mire usted, don Ricardo -le dijo-, va a tener usted suerte porque voy a ser el primer católico practicante haciendo La Mañana. Porque usted ha tenido aquí de todo… Judíos, agnósticos, pasotas… Lo que pasa es que, de vez en cuando, déjeme que juegue yo también con el lenguaje y haga alguna picaronada.

- Ay, hijo mío. Por Dios, por Dios. Lo que sea necesario -le contestó Blázquez-.

Lo que poco podría imaginar Herrera, Carlos, era que su primer traspiés con la línea editorial de la Casa no tendría que ver con sus historias con los oyentes sino con la política pura y dura. Y, ciertamente, así ocurrió el pasado jueves, con la entrevista al vicesecretario de Política Sectorial del PP, Javier Maroto, que contraerá matrimonio con su novio la semana que viene en Vitoria.

A Carlos Herrera no se le ocurrió mejor manera de despedir a su invitado que felicitándole por su próximo enlace. El mismo tipo de matrimonio por el que decenas de obispos de toda España salieron a las calles en 2005 en protesta contra una de las medidas que más han criticado del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Protestas que en su día fueron jaleadas por la COPE y por el resto de medios católicos alineados en contra de las medidas más progresistas del PSOE. Así pues, la entrevista concluyó así en la sacrosanta COPE.

– Javier Maroto, Vicesecretario Sectorial del PP, permítame que le felicite, porque sé que va a contraer usted matrimonio con su pareja, el próximo 18 de septiembre si no me equivoco.

– Sí, muchísimas gracias.

– Tengo entendido además, al ser su pareja, compañero de toda la vida, al que he tenido el gusto de conocer por cierto, desde hace años...

– Sí, es muy admirador tuyo Carlos, 19 años juntos… Josema es muy admirador tuyo, te lo dijo el otro día, te escucha todas las mañanas y supongo que hoy también.

¿Le crea a usted algún tipo de incomodidad que esa celebración personal de usted y de Josema, que van a realizar el 18, sea objeto de interés por cuanto se especule acerca de si va a ir el Señor Rajoy o no va a ir, si debe ir o no debe ir, o si es de interés del PP que no lo ven adecuado o sí lo ven adecuado…

– Bueno yo lo que he percibido en relación a este hecho es muchísima normalidad, en la calle, entre mis amigos, en mi familia, y entre mis compañeros… Estamos en el año 2015, el señor Mariano Rajoy tiene el 18 de septiembre además de ese compromiso está en mitad de las catalanas, por tanto tendrá una agenda muy complicada y la resolverá en función de lo que considere más oportuno, ni nos vamos a querer más o menos por la decisión que tome. Lo que si quiero es trasladar un mensaje que sirva para aclarar el tema que estamos tratando. Mi partido, y yo no era una voz que decía que eso no era oportuno, tomó una decisión hace años de recurrir al Constitucional el matrimonio de personas del mismo sexo, pero lo quiero dejar claro, nunca estuvo en contra de los derechos y obligaciones que se contraen en ese momento, sino que lo único que se recurría era el nombre de ese derecho, se recurrió que no tuviera el mismo nombre que el sacramento católico, que no emplease la palabra matrimonio. Yo y muchas otras personas entendimos que eso no era adecuado, porque a las cosas se les llama por su nombre, independientemente del nombre que les ponga la ley. Ese asunto se resolvió desfavorablemente y el TC decidió dejar las cosas tal cómo están. Si el PP no estuviera de acuerdo, con la mayoría absoluta que tiene en el congreso, la hubiese modificado. Si no lo ha hecho es porque considera que esa ley se ajusta y es una ley asumida y una ley reconocida en el PP. Quiero decir también que en el año 2015 es natural que lo que es normal en la calle sea normal en la ley, y de verdad a mi me gustaría que en futuras entrevistas y ocasiones, y en futuras bodas de cualquier persona, como la que vamos a celebrar el 18 de septiembre, deje de ser noticia en nuestro país. Ese día habremos alcanzado la normalidad a la que yo aspiro como persona, antes que como político.

Celebro mucho y le doy la enhorabuena y le deseo lo mejor, Javier. Gracias por todo.

'Línea editorial Cope' responde

La respuesta del ala más tradicional de Cope -de la Cope de toda la vida- no se ha hecho esperar. La emisora se ha cuidado muy mucho de criticar a su locutor estrella, pero se ha encargado de poner los puntos sobre las íes en tan sensible asunto para sus oyentes. Bajo el título “Llamar a las cosas por su nombre”, la emisora se explicaba así urbi et orbe.

"Según Javier Maroto aquel recurso ante el TC obedecía a una simple cuestión semántica. No fue así. El recurso obedecía a la convicción de que el matrimonio basado en la relación entre hombre y mujer es una institución que nuestras leyes debían proteger, evitando su equiparación con otras uniones que no tienen ni el mismo significado ni el mismo valor para el bien común”.

“El señor Maroto ha dicho que el PP ya tiene asumida la actual situación. Seguramente es así, y por eso muchos de sus votantes se han sentido una vez más defraudados. También ha dicho que hay que llamar a las cosas por su nombre. Exactamente. Por eso su partido rechazó, y gran parte de la sociedad española sigue rechazando, que se denomine matrimonio a formas de convivencia que no lo son”.

Con la Iglesia hemos topado.

Ciertamente, Carlos Herrera está consiguiendo cosas inimaginables hasta hace bien poco en la cadena de los obispos. Por ejemplo, volver a recuperar la voz, el afecto y la cercanía del rey Juan Carlos después de esa etapa negra en la que el hoy monarca emérito clamaba -aquí y en Roma- contra los zurriagazos que le propinaba, día sí, día también, el turolense Federico Jiménez Losantos.

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