Es noticia
La disputada compañía de Javier Marín: rico, ocioso y exconsejero delegado
  1. España
  2. El Confidente
El Confidente

El Confidente

Por
EC

La disputada compañía de Javier Marín: rico, ocioso y exconsejero delegado

Jubilado a la fuerza del Santander con 49 años, lo suyo es pasear por Chamberí y Salamanca para decidir alguna inversión inmobiliaria y visitar la Ciudad Financiera para justificar su condición de asesor

Foto: El ex consejero delegado de Banco Santander, Javier Marín. (EFE)
El ex consejero delegado de Banco Santander, Javier Marín. (EFE)

Lleva una vida de lo más placentera. A sus 49 años y jubilado a la fuerza del Banco Santander, donde fue durante año y medio consejero delegado, responsabilidad que perdió con la llegada de Ana Patricia Botín como presidenta, los días de Javier Marín como millonario ocioso transcurren sin sobresalto alguno. Lo suyo es pasear de mañana por los barrios de Chamberí y Salamanca, decidirse por alguna inversión inmobiliaria y completar alguna visita a la Ciudad Financiera para justificar su condición de asesor.

Y entre tanto, mucho tiempo libre para ver, quedar y departir con gente del cogollito financiero de la capital. Hay hueco para todos, para antiguos compañeros, para viejos rivales y para colegas de gremio. Con menos de 50 años a la espalda, el que fuera cachorro de Emilio Botín pasa por ser un codiciado compañero de viaje para emprender nuevas aventuras, puerta a la que llamar para ofrecer inversiones y conseguidor ideal para acceder a muchas de las mayores fortunas del país y de parte del extranjero.

Sin embargo, tanta actividad potencial choca siempre con el mismo muro. Marín dejó Banco Santander con un jugoso plan de prejubilación que puede llegar a reportarle hasta 15 millones de euros, cantidad a la que debe sumar otros 4,3 millones acumulados a su plan de pensiones, y con un compromiso de no competencia durante dos años. Y pudo haber sido más, pero por distintas circunstancias su finiquito se ajustó a la figura de director general y no a la de consejero delegado (aún no había formalizado su contrato).

Por todos estos detalles, Marín ha tenido que ver pasar más de una nueva oportunidad profesional por delante y seguir entreteniéndose en comprar pisitos por el centro de Madrid. Que si una socimi, que si un club 'deal'… La última oportunidad parece ser una 'boutique' de banca privada que pretenden poner en marcha sus excompañeros Luis Moreno y José Salgado. Todas más o menos tentadoras, pero no lo suficiente como para renunciar al dinero cautivo que le tiene atrapado en la jaula de oro del Santander.

Lleva una vida de lo más placentera. A sus 49 años y jubilado a la fuerza del Banco Santander, donde fue durante año y medio consejero delegado, responsabilidad que perdió con la llegada de Ana Patricia Botín como presidenta, los días de Javier Marín como millonario ocioso transcurren sin sobresalto alguno. Lo suyo es pasear de mañana por los barrios de Chamberí y Salamanca, decidirse por alguna inversión inmobiliaria y completar alguna visita a la Ciudad Financiera para justificar su condición de asesor.

Javier Marín Ana Patricia Botín Inversión inmobiliaria