Mover una jardinera y agentes prejubilados, plan antiterrorista en la Asamblea de Madrid

Los últimos atentados en París (Francia), que dejaron 130 víctimas mortales, no solo conmocionaron a Europa, sino que provocaron una alerta generalizada y un fuerte incremento de las medidas de seguridad. En España, el Ministerio del Interior decidió mantener el nivel 4 de alerta antiterrorista, aunque se reforzaron las medidas de seguridad en centros judíos, y en zonas calientes de la geografía española como Ceuta y Melilla. La Asamblea de Madrid, cámara de representación de los madrileños, no se ha querido quedar atrás y ha reforzado sus medidas de seguridad... cambiando una jardinera de sitio.

Las obras se han realizado este jueves y para ello la Asamblea ha tenido que pedir permiso al Ayuntamiento de Madrid. Se trataba de cambiar el emplazamiento de la jardinera, de más de 100 kilos, para evitar que un coche se empotre en la entrada trasera de la Cámara madrileña, por donde entran los vehículos de diputados y trabajadores. La calle que da a esa entrada trasera es propicia para que un vehículo coja velocidad y pueda chocar con la puerta de acceso, por eso desde el departamento de seguridad de la Asamblea se pensó que poniendo una jardinera esta haría de barrera antes de la valla de entrada.

Ahora, los vehículos que quieren entrar a la Asamblea deben reducir la velocidad y hacer una 'S' para salvar la jardinera. Obviamente, la Asamblea ya contaba con otras medidas de seguridad: potentes inhibidores para evitar coches bomba, un circuito de cámaras que vigila el perímetro y una vigilancia permanente de agentes privados y guardias civiles en situación de reserva, es decir, mayores de 56 años.

Dos agentes por la noche

Los agentes de la Benemérita están encuadrados en una unidad que vigila edificios públicos de la Comunidad de Madrid gracias a un convenio que firmaron el Gobierno regional y el central en 1996. Son agentes en reserva, una especie de prejubilación, pero con destino. Todos tienen más de 56 años. Son unos 20, que protegen la Asamblea en tres turnos. La amenaza antiterrorista ha provocado que se refuerce el turno de noche. Antes había un solo agente, ahora hay dos hasta nueva orden. Todos tienen que llevar chaleco antibalas.

La mayoría de los guardias peina canas. Aunque el trabajo es, en principio, de vigilancia estática, la edad pesa y los problemas de salud ya han golpeado a la unidad de la Asamblea. En los cinco meses que llevamos de legislatura, un par de agentes han tenido que ser atendidos por el Samur en la misma Cámara por enfermedad.