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Luis Conde intentó disputarle a Morenés el puesto de embajador en Estados Unidos
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Luis Conde intentó disputarle a Morenés el puesto de embajador en Estados Unidos

La iniciativa surgió en una conversaciones del "head hunter" con dos empresarios de Madrid cercanos al PP pero carecía de apoyo político ni entre los populares ni de otros partidos

Foto: Pedro Morenés junto a Mariano Rajoy. (Reuters)
Pedro Morenés junto a Mariano Rajoy. (Reuters)

El cazatalentos Luis Conde, presidente de la firma de head hunters Seeliger y Conde, estuvo moviendo ficha durante el último mes para entrar en política. En concreto, para ser nombrado por el Gobierno español embajador en Estados Unidos, pese a que Mariano Rajoy ya tenía un candidato, el ex ministro de Defensa Pedro Morenés. Los retrasos en el nombramiento de Morenés dieron aire a Conde para mover su candidatura por tierra, mar y aire, según explican fuentes políticas de Madrid y del empresariado catalán.

Conde mantuvo contactos con diversos representantes del PP, tanto fuera como dentro del Gobierno. Entre ellos, la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a su vez presidenta del consejo asesor de la firma de Conde en Madrid. Pero el cazatalentos catalán también se movió en otros ámbitos: desde diversos ministros, hasta la presidenta del Congreso, Ana Pastor; pasando por el jefe de Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Jorge Moragas.

En todos los casos, se escuchó el ofrecimiento pero como mucho se le dieron largas. Algunas fuentes políticas aseguran que la candidatura de Conde sólo duró tres días, lo que tardó Rajoy en decantarse por la candidatura de Morenés. Fuentes diplomáticas han apuntado que Pedro Morenés ya tenía el placet del Gobierno de Estados Unidos. Portavoces de Seeliger y Conde han optado por evitar hacer declaraciones al respecto.

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Fuentes empresariales han apuntado que la iniciativa surgió en una conversaciones de Luis Conde con dos empresarios de Madrid cercanos al PP. En dicha charla se planteó que con la llegada al poder de Donald Trump España debería nombrar a una embajador en Estados Unidos que, al margen de que no hubiese hecho la carrera diplomática, fuese empresario, supiese tratar con el mundo corporativo, que es donde se mueve cómodo Trump y su entorno, y tuviese un perfil marcadamente anglófilo.

Conde carecía de apoyos políticos para una maniobra de este tipo. Este empresario tiene muy buenas relaciones con el Gobierno y con la Generalitat, pero no era candidato ni de unos ni de otros. Además, Conde es un hombre cercano al editor de La Vanguardia, Javier Godó, y uno de los más entusiastas partidarios de la denominada “operación diálogo” y, por tanto, de que haya una oferta del Gobierno que ofrezca una salida al conflicto catalán.

Iniciativa privada

La iniciativa privada de impulsar a Conde como embajador en Estados Unidos se entiende en los parámetros de lo que está siendo Cataluña en los últimos meses. Ante la falta de poder político catalán centrado en la gestión pública y de vínculos efectivos entre la administración central y la autonómica, los empresarios han tomado diversas opciones, un tanto al margen de la clase dirigente. En parte para que no pase como en la CNMV, donde tras la salida de Oriol Amat, se ha perdido la figura del consejero catalán en este organismo regulador.

Así, por ejemplo, ha pasado con el nombramiento de la economista y profesora del IESE Núria Mas como consejera del Banco de España. La designación se llevó a cabo al margen de la Generalitat y pintaron mucho más en la maniobra tanto el antiguo secretario de Estado de Economía, el catalán, Alfredo Pastor, como el ministro de Economía, Luis de Guindos. La necesidad de mantener puentes entre Cataluña y el resto de España se mantuvo pero más gracias a la iniciativa privada a que la pública.

Con esta operación se ha intentado exportar a Madrid un modelo de iniciativa privada que ha dado frutos en Barcelona por el vacío de poder político

Del mismo modo, la Cámara de Comercio de Barcelona ha propuesto a Miquel Martí, presidente de Moventia, como nuevo presidente de Fira de Barcelona, para cuando deje el cargo Josep Lluís Bonet. Una iniciativa al margen de los políticos aunque en este caso hay un voluntad de congraciarse con quien se prevé será el futuro presidente de la Generalitat, Oriol Junqueras.

Sin vacío de poder

Pero si este tipo operaciones triunfan en Barcelona no resultan factibles en Madrid, donde no existe un vacío de poder equivalente. Además, la tradición diplomática española es más francófila, de corte napoleónico: la carrera diplomática y la política es la referencia. No pasa así en países como Estados Unidos, donde es muy común nombrar empresarios como embajadores en otros países cuando cambia una administración.

Sin apoyos políticos y con los representantes del PP alineados con Rajoy la designación de Pedro Morenés como futuro embajador no ha resultado ni discutible ni discutida. Al parecer, el propio Luis Conde ya hace tiempo que da por hecho que el ex ministro de Defensa acabará residiendo en Washington.

El cazatalentos Luis Conde, presidente de la firma de head hunters Seeliger y Conde, estuvo moviendo ficha durante el último mes para entrar en política. En concreto, para ser nombrado por el Gobierno español embajador en Estados Unidos, pese a que Mariano Rajoy ya tenía un candidato, el ex ministro de Defensa Pedro Morenés. Los retrasos en el nombramiento de Morenés dieron aire a Conde para mover su candidatura por tierra, mar y aire, según explican fuentes políticas de Madrid y del empresariado catalán.

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