Cumple en las alturas de Juan Villar-Mir, con los Aznar y Mercé de teloneros

La familia Villar-Mir ha pasado unos meses ajetreados, lejos de los tiempos de rosas y gloria de los que disfrutaron cuando eran una de las grandes constructoras del Reino de España. Entre las imputaciones del patriarca, Juan Miguel Villar Mir, la dimisión del yerno, Javier López Madrid, del consejo de OHL, la salida del consejero delegado, Tomás García Madrid, y la venta de varias divisiones para hacer frente a la ingente deuda del 'holding', la saga de empresarios ha vivido unos tiempos convulsos.

Con las aguas algo más calmadas tras aclarar la sucesión del padre al frente del imperio, Juan Villar-Mir de Fuentes, el heredero, ha conseguido tener tiempo para congregar a lo más granado de la 'beautiful' en Sotogrande en una fiesta veraniega, para ir los lunes al Teatro Real a ver en primera fila a su admirado José Mercé, y para celebrar por todo lo alto sus casi 55 años. Así lo hizo días atrás en uno de los restaurantes de más caché, situado de una de la cuatro torres que dominan el norte del paseo de la Castellana. Justo al lado donde la familia tiene o tenía —tuvo que vender Torre Espacio— el castillo desde el que avistaba lo que se cocía en el Palacio de la Moncloa y en el de la Zarzuela.

Juan invitó a unos 60 amigos a la fiesta, que fue amenizada precisamente por José Mercé, que habla maravillas de los Villar-Mir y con los que comparte su devoción por el Real Madrid. El cantante jerezano, que suele visitarlos en verano en la mansión que tienen en Sotogrande (Cádiz), estuvo acompañado por Los Secretos, el grupo de música de los ochenta y los noventa que tanto gusta al mayor de los tres hijos del marqués de Villar Mir.

Entre los asistentes, destacaron especialmente José María Aznar, expresidente del Gobierno, y su mujer, Ana Botella, muy próximos y muy agradecidos a la familia. Sobre todo porque durante 10 años OHL hizo donaciones de 45.000 euros anuales a FAES, la fundación desde la que el líder del PP trataba de influir en cuestiones de Estado. Un total de 450.000 euros que el padre reconoció haber abonado para financiar sus cursos de verano.

También acudió a la fiesta Antonio Rodríguez Pina, presidente de Deutsche Bank España, muy amigo de 'Juanito', y al que los empresarios deben parte de su solución financiera. El banco alemán fue el único que se atrevió a acudir al rescate del 'holding' familiar cuando la deuda ahogaba varios de sus negocios, como la constructora y las energías. Rodríguez Pina, un banquero que también salvó al Popular de su primer gran agobio, poco amigo de fiestas dada su pasión por correr y montar en bicicleta, no faltó a esta cita tan restringida.

Aunque era un evento informal, más de un asistente interpretó también que el sucesor quiso demostrar con esa puesta en escena que la saga ha salido de la unidad de cuidados intensivos, bajo la supervisión del doctor Banco Santander, y que la luz empieza a brillar al final del túnel.