El Confidente
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Un grafitero se cuela en las tripas de Natixis
Pocas veces el arte callejero pisa las moquetas de una entidad financiera
El arte callejero no suele pisar las moquetas de una entidad financiera. Sin embargo, no hay retos que el arquitecto madrileño Ricardo Landaluce (Hans Abaton) no sea capaz de sacar adelante, por difícil que resulte imaginarlo, como bien pueden dar prueba de este empeño desde Natixis.
Hace solo unos días, el banco francés estrenó su nueva sede en Madrid. Más de 100 empleados ocupan desde este mes 3.000 metros cuadrados del edificio rehabilitado en la cotizada calle Serrano, en el número 90, agrupando las distintas áreas de negocio que desarrollan en nuestro país.
Hasta allí se han mudado los equipos de Carlos Perelló, Sophie del Campo y Daniel Escondrillas, repartidos por espacios bastante singulares, muy alejados del prototipo de oficina que ocupa un banco para su actividad convencional. Tanto, que un famoso grafitero madrileño forma parte del nuevo Natixis.
La presencia del artista Suso 33 es uno de los elementos más llamativos de la obra integral que ha llevado a cabo Landaluce. El estudio del arquitecto, que ha trabajado para Koplowitz, Knight Frank o Blackstone, ha contado con el sello del grafitero para que la sede de Natixis sea muy distinta a cualquier otra.
El arte callejero no suele pisar las moquetas de una entidad financiera. Sin embargo, no hay retos que el arquitecto madrileño Ricardo Landaluce (Hans Abaton) no sea capaz de sacar adelante, por difícil que resulte imaginarlo, como bien pueden dar prueba de este empeño desde Natixis.