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Quintanilla de Onésimo sigue siendo de Onésimo

Las acciones para implementar la Ley de Memoria Histórica han sido en vano, ya que las resoluciones judiciales han velado siempre por mantener el nombre

Foto: Cartel a la salida del pueblo Quintanilla de Onésimo. (Wikipedia)
Cartel a la salida del pueblo Quintanilla de Onésimo. (Wikipedia)

Quintanilla de Onésimo (Valladolid) fue un pueblo que se hizo popular por ser frecuentado por José María Aznar. El expresidente echaba sus habituales partidas de dominó con los parroquianos en uno de los bares del pueblo y su tradición se convirtió en la antesala al inicio del curso político. Hoy, Quintanilla está de nuevo en el foco porque es uno de los pocos pueblos que sortean la Ley de Memoria Histórica tras un reciente fallo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Léon. De momento, mantiene su apellido, Onésimo, otorgado en honor a Onésimo Redondo, fundador de las JONS.

El ayuntamiento de Quintanilla recibió en 2016 la primera denuncia, interpuesta por el abogado Eduardo Sanz, quien consideraba que hay pueblos que incumplen la Ley de Memoria Histórica. Su cometido era cambiar el nombre del pueblo por el inicial (Quintanilla de Abajo), pero, por ahora, las sentencias son favorables a mantener el topónimo con el apellido del falangista. Este abogado también denunció al entonces alcalde, Raúl Piquero, por un delito de incitación al odio, según tiene previsto el artículo 510 del Código Penal. “No existe mayor exaltación de la Guerra Civil y la dictadura que mantener el nombre de los máximos exponentes del conflicto en el apellido del pueblo”, decía por entonces el letrado para justificar su acción.

Foto: Manute, concejal de IU, ante el monumento a los "caídos del glorioso alzamiento" que exige demoler. (R. M.)

Los intentos para implementar la Ley de la Memoria Histórica en esta localidad surtieron efecto solo en una parte, en el callejero: se efectuó la retirada definitiva de los símbolos franquistas en siete calles y dos plazas, se eliminaron dos placas conmemorativas de Onésimo así como un yugo con unas flechas construidas durante el franquismo. Los símbolos franquistas desaparecieron del callejero a excepción del nombre de la localidad, pues las resoluciones judiciales han velado por mantenerlo.

placeholder Primera desestimación a la petición del abogado Ranz, que después recurriría la sentencia por silencio administrativo.
Primera desestimación a la petición del abogado Ranz, que después recurriría la sentencia por silencio administrativo.

Origen del cambio de nombre

El nombre original del pueblo era Quintanilla de Abajo, y Onésimo Redondo, alias el ‘Caudillo de Castilla’, como se le conocía, nació allí. Fue en julio de 1941 cuando Falange de Valladolid propuso esta alteración en el nombre inicial para expresar a Onésimo un homenaje tras su muerte. Así lo hizo constar el grupo franquista en una carta informativa en la que se hacía pública la propuesta llevada a cabo, por la que Quintanilla de Abajo pasaba a denominarse Quintanilla de Onésimo. Y así seguirá, Memoria Histórica mediante, hasta que los tribunales digan lo contrario.

Quintanilla de Onésimo (Valladolid) fue un pueblo que se hizo popular por ser frecuentado por José María Aznar. El expresidente echaba sus habituales partidas de dominó con los parroquianos en uno de los bares del pueblo y su tradición se convirtió en la antesala al inicio del curso político. Hoy, Quintanilla está de nuevo en el foco porque es uno de los pocos pueblos que sortean la Ley de Memoria Histórica tras un reciente fallo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Léon. De momento, mantiene su apellido, Onésimo, otorgado en honor a Onésimo Redondo, fundador de las JONS.

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