El Confidente
Por
El batacazo del presidente del Constitucional en una escalera ante Calvo
En un acto en el Centro de Estudios Constitucionales, González Rivas sufrió una aparatosa caída por la escalera que alarmó a la vicepresidenta. Los escoltas se temieron lo peor
El Palacio de Godoy, sede del Centro de Estudios Jurídicos y Constitucionales, es imponente. Fue diseñado por el arquitecto Francesco Sabatini a finales del siglo XVIII y originariamente funcionaría como oficinas del entonces primer secretario de Estado. En el interior de este centro dependiente de Vicepresidencia del Gobierno destaca una impresionante escalera de mármol. El Consejo de Estado, el Teatro Real y el Senado están a solo unos metros.
Allí se celebró el pasado jueves uno de los muchos actos que estos días conmemoran el 40 aniversario de la Constitución. Acudieron las autoridades relevantes. Entre ellos, la vicepresidenta, Carmen Calvo, y el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas. Presentaron el libro 'Estudios sobre la reforma de la Constitución en su 40 aniversario' y, según el comunicado del Gobierno, Calvo abogó allí por una reforma constitucional que se haga "sin miedo" y “con templanza, experiencia y prudencia” para ajustar la realidad española al nuevo texto jurídico.
Lo que no contó el comunicado fue el delicado episodio que ocurrió aquel día. En un momento dado, cuando las autoridades bajaban por la escalera, el presidente del alto tribunal perdió pie y se despeñó hacia abajo. A este confidente le ha llegado el pasmo de los escoltas y todos los presentes, que se lanzaron a por él y que incluso temieron que se colara por una barandilla.
El susto no llegó a mayores. Al día siguiente, González Rivas acudió a su puesto de trabajo, pero al rato tuvo que volverse a casa. Las secuelas del batacazo perduraban. Pero después de lo que vieron el día anterior, allí todos lo habrían firmado.
El Palacio de Godoy, sede del Centro de Estudios Jurídicos y Constitucionales, es imponente. Fue diseñado por el arquitecto Francesco Sabatini a finales del siglo XVIII y originariamente funcionaría como oficinas del entonces primer secretario de Estado. En el interior de este centro dependiente de Vicepresidencia del Gobierno destaca una impresionante escalera de mármol. El Consejo de Estado, el Teatro Real y el Senado están a solo unos metros.