Detrás del pulso Ribera-Repsol: viejos conocidos entre el ministerio y la firma

La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, lanzó ayer un inusual dardo público al presidente de Repsol, Antonio Brufau. Afirmó que lo tomaba por "un hombre moderno que entendía los tiempos y los desafíos de una empresa energética que tiene por delante unos cuantos interrogantes importantes". Respondía así a las declaraciones del presidente de la petrolera, que el pasado viernes en la junta de accionistas pidió cautela ante el "ambicioso liderazgo" que el Gobierno de España quiere asumir para frenar las emisiones contaminantes.

Ribera, de fuerte convicción ecologista, se enfrenta a petroleras y eléctricas aunque en privado tiene buen enlace con ellas. Repsol no es una excepción. Allí está como directivo Arturo Gonzalo Aizpiri, el primer secretario general de Cambio Climático del Gobierno, un puesto creado en 2004 por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero. Y fue allí donde Ribera, técnica de la Administración Civil del Estado, comenzó su carrera política (entonces técnica).

El palo de Ribera a Repsol, pues, va a la empresa de su antiguo jefe. Con Gonzalo Aizpiri, Ribera fue ascendiendo en el ministerio que entonces dirigía Cristina Narbona y acabó sustituyéndolo. Aizpiri volvió a Repsol y es director general de Personas y Organización y miembro del Comité Ejecutivo Corporativo desde marzo de 2016. Dirige los recursos humanos de una compañía de 25.000 empleados.