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El pique de Rafael del Pino y José Manuel Entrecanales por cenar con...

Este año, no pudo repetirse una puja tan sonada como la que protagonizaron en la gala benéfica anterior donde coincidieron

Foto: Centro Nacional de Golf de Madrid.
Centro Nacional de Golf de Madrid.

La cena benéfica organizada por la Fundación Recal (ayuda contra las adicciones), con el apoyo en la sombra del financiero Claudio Aguirre, tiene por costumbre subastar las donaciones recibidas durante el año. Es siempre un evento concurrido, tanto por asistencia como por recaudación, aunque este año (septiembre) no logró un campanazo como en la cita anterior.

Que entre los asistentes suelan estar primeras fortunas como Rafael del Pino o José Manuel Entrecanales es algo normal estando de por medio el fundador de Altamar. Luego, el furor de la cena puede dar pie a que los presentes, como hicieron el año pasado ambos patronos del Ibex, se piquen en una subasta: en su caso, una recepción privada con el Papa para ocho personas.

En la gala de 2018, ese viaje a Roma para una audiencia con el papa Francisco terminó convirtiéndose en un mano a mano del presidente de Ferrovial con el de Acciona, un pique entre multimillonarios que dejó al resto de asistentes fuera de la puja. Nunca un viaje espiritual había costado tanto, aunque la causa mereció la pena, pues la recaudación de la gala superó los 100.000 euros.

Aunque fue hace un año, en la cita celebrada hace unas semanas en el Centro Nacional de Golf (Madrid) aún se comentaba la puja que ganó por la mano Rafael del Pino. No era una cuestión de dinero, pero ahora que ya no se estilan opas hostiles ni se contratan espías para los bajos fondos, siempre se agradece un pique entre ricos aunque sea fuera de los negocios.

La cena benéfica organizada por la Fundación Recal (ayuda contra las adicciones), con el apoyo en la sombra del financiero Claudio Aguirre, tiene por costumbre subastar las donaciones recibidas durante el año. Es siempre un evento concurrido, tanto por asistencia como por recaudación, aunque este año (septiembre) no logró un campanazo como en la cita anterior.

Que entre los asistentes suelan estar primeras fortunas como Rafael del Pino o José Manuel Entrecanales es algo normal estando de por medio el fundador de Altamar. Luego, el furor de la cena puede dar pie a que los presentes, como hicieron el año pasado ambos patronos del Ibex, se piquen en una subasta: en su caso, una recepción privada con el Papa para ocho personas.

En la gala de 2018, ese viaje a Roma para una audiencia con el papa Francisco terminó convirtiéndose en un mano a mano del presidente de Ferrovial con el de Acciona, un pique entre multimillonarios que dejó al resto de asistentes fuera de la puja. Nunca un viaje espiritual había costado tanto, aunque la causa mereció la pena, pues la recaudación de la gala superó los 100.000 euros.

Aunque fue hace un año, en la cita celebrada hace unas semanas en el Centro Nacional de Golf (Madrid) aún se comentaba la puja que ganó por la mano Rafael del Pino. No era una cuestión de dinero, pero ahora que ya no se estilan opas hostiles ni se contratan espías para los bajos fondos, siempre se agradece un pique entre ricos aunque sea fuera de los negocios.

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