Es noticia
La independencia genética del consejo de Sacyr y los hermanos Cortés
  1. España
  2. El Confidente
El Confidente

El Confidente

Por
EC

La independencia genética del consejo de Sacyr y los hermanos Cortés

A los ya habituales argumentos para poner en duda la independencia de los independientes, Sacyr ha añadido el factor genético, al aprobar ayer el nombramiento de Luis Javier Cortés

Foto: Junta general de accionistas de Sacyr 2019. (EP)
Junta general de accionistas de Sacyr 2019. (EP)

Cómo garantizar la independencia de los consejeros independientes es uno de los grandes retos de las compañías y una de las calificaciones que más se han puesto en duda en los máximos órganos de administración de las grandes compañías cotizadas. Porque, al fin y al cabo, son ellas mismas, con las comisiones que quieran estructurarse, las que nombran a unos profesionales, supuestamente, para hacer de perro guardián del interés del (desconocido) accionista minoritario.

Pero Sacyr ha dado una vuelta de tuerca más, y a los ya habituales argumentos para poner en duda la independencia de los independientes, ha añadido el factor genético al aprobar ayer "nombrar consejero, por el método de cooptación y a propuesta de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones, a D. Luis Javier Cortés Domínguez, con la calificación de consejero independiente".

Hasta aquí, todo podría considerarse normal, ya que se trata de un reconocido hombre de leyes, catedrático de Derecho Mercantil, autor de varios libros sobre la materia, asesor en importantes operaciones empresariales, tanto nacionales como internacionales, y que en su dilatada trayectoria ha sido miembro del Comité Consultivo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Matías Cortés llevaba 17 años en el consejo cuando falleció, tiempo muy superior a entre los ocho y 12 que recomiendan las buenas prácticas corporativas

El problema es que toma el relevo de su hermano Matías Cortés Domínguez, que falleció el pasado verano y junto al que fundó el despacho Cortés Abogados, una más que estrecha relación con el que fuera hombre fuerte en la sombra en la constructora, en cuyo consejo de administración llevaba 17 años cuando falleció, tiempo muy superior a entre los ocho y 12 que recomiendan las buenas prácticas corporativas.

'Peccata minuta', parece que han concluido en la comisión de nombramientos de la constructora, un órgano formado por dos independientes (Cristina Álvarez y Augusto Delkader) y tres dominicales (Demetrio Carceller, Grupo Corporativo Fuertes y Prilou), que juntos suman un 30% del capital de la empresa y cuyos intereses, como se ha señalado al principio, hacen que se ponga en duda la independencia de los consejeros que ellos mismos nombran. Aunque, quién sabe, quizás es diferente cuando es genética.

Cómo garantizar la independencia de los consejeros independientes es uno de los grandes retos de las compañías y una de las calificaciones que más se han puesto en duda en los máximos órganos de administración de las grandes compañías cotizadas. Porque, al fin y al cabo, son ellas mismas, con las comisiones que quieran estructurarse, las que nombran a unos profesionales, supuestamente, para hacer de perro guardián del interés del (desconocido) accionista minoritario.

Accionistas