El Confidente
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Iglesias se cambia la mascarilla celeste por negro riguroso... en pleno homenaje
El vicepresidente llegó al Palacio Real con su mascarilla azul en defensa de la sanidad pública... y reapareció en la línea de saludo y en el acto con la negra que el resto de ministros portaban
Se han convertido en el complemento diario de cualquier vestimenta. También en los actos de mayor nivel, como el homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus que este jueves acogió la plaza de la Armería del Palacio Real. Las mascarillas se miran con lupa y muchos dirigentes aprovechan el escaparate para lucir alguna de sus consignas. Tal vez por eso el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, llegó al acto con una color celeste que ya había utilizado en sede parlamentaria.
En uno de los laterales llevaba escrito 'sanidad pública' y pertenece a una marca que fundó Juanma del Olmo, secretario de Comunicación de Podemos. Iglesias apareció con ella puesta, acompañado por los ministros de Unidas Podemos, Alberto Garzón y Yolanda Díaz, que se decantaron directamente por una de color negro. En realidad, como el resto de los ministros, siguiendo riguroso luto también en la mascarilla. De hecho, el vicepresidente debió percatarse de eso (o tal vez le hicieron cambiar de idea), porque en la línea de saludos del Rey (justo antes de comenzar el acto) y durante el propio homenaje, Iglesias se pasó a la mascarilla negra. La imagen de todos los ministros con la mascarilla negra no quedó finalmente empañada… aunque cerca estuvo.
No fue el único que decidió saltarse el protocolo que un día como este merecía. De hecho, muchos de los asistentes se dejaron llevar por la pluralidad que ofrece lo que antes era un simple producto sanitario. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, también llegó al homenaje con americana y mascarilla oscura… con estampado de tiburones. Por la tarde, ya reapareció sin ella y con su tradicional camisa de manga corta en la rueda de prensa de cada jornada.
También el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, aprovechó la suya para lucir la bandera y el escudo de su región. Muy cerca estaba Quim Torra, que por mucho que sorprendiera… acudió con una negra y sin un solo tinte de catalanismo. José María Aznar añadió a la suya —color negro— una bandera nacional, mientras que los otros dos expresidentes (Zapatero y Rajoy) apostaron también por la lisa color oscuro. Hablaron entre ellos y muy poco con Aznar. Felipe González se borró del acto por “motivos personales”.
Más allá del estilismo, si alguien estuvo pendiente de que nadie metiera la pata fue la princesa de Asturias, que incluso le hizo un gesto a su padre, Felipe VI, para que no olvidara ponérsela de nuevo cuando terminó su discurso. El Rey reparó en ello enseguida y la rescató del bolsillo de la americana. No se le escapa detalle a la heredera.
Se han convertido en el complemento diario de cualquier vestimenta. También en los actos de mayor nivel, como el homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus que este jueves acogió la plaza de la Armería del Palacio Real. Las mascarillas se miran con lupa y muchos dirigentes aprovechan el escaparate para lucir alguna de sus consignas. Tal vez por eso el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, llegó al acto con una color celeste que ya había utilizado en sede parlamentaria.