El Confidente
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López Miras y Ximo Puig se quedan sin minicumbre por la moción de Murcia
Los dos presidentes autonómicos, uno del PP y otro del PSOE, preparaban con discreción un encuentro institucional para hablar de financiación y del corredor mediterráneo
Iba a ser una cumbre transversal, de dos presidentes autonómicos de partidos políticos distintos, uno del PSOE y otro del Partido Popular. El valenciano Ximo Puig y el murciano Fernando López Miras, con sus respectivos equipos, trabajaban desde hace varios días con discreción en la celebración de un encuentro institucional, probablemente en Alicante, con el que pretendían abrir un canal de colaboración con el fin de poner estrategias en común en asuntos de interés compartido, como la reforma del sistema de financiación o la reivindicación del corredor ferroviario del mediterráneo.
El barón socialista fue quien exploró la posibilidad de hacer visible ese encuentro tras constatar sintonía con su homólogo conservador en las conversaciones telefónicas que han mantenido para acodar una posición compartida sobre las perimetraciones anticovid de cara a los consejos interterritoriales de salud. La Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla-La Mancha, Aragón, Baleares o Cataluña coinciden en cerrar sus territorios durante los días festivos de Semana Santa para limitar la movilidad y frenar los contagios. Es la opinión generalizada entre los presidentes autonómicos a excepción de Madrid.
Sin embargo, ese buen 'feeling' entre Puig y López Miras no se traducirá en una reunión o minicumbre como la que el 'president' valenciano mantuvo con el catalán Pere Aragonès en Barcelona el pasado mes de diciembre y como la que tiene pendiente de cerrar desde hace meses en Sevilla con el andaluz Juan Manuel Moreno, también del Partido Popular. La moción de censura presentada por el PSOE murciano y Ciudadanos para desalojar al dirigente conservador y situar a la lideresa naranja Ana Martínez Vidal aborta los planes previstos.
Con todo, en el entorno de Puig, ha sido muy bien recibida la operación política por diversas razones, más allá de la buena sintonía con el actual presidente. La primera es que una autonomía que llevaba 26 años bajo control del PP pasa a estar gobernada por una coalición en la que participa el PSOE. La segunda es que, en cierto modo, arrincona a uno de los delfines de la dirección nacional de los populares en la Comunidad Valenciana, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, quien había establecido una suerte de 'diplomacia' institucional propia con López Miras para poner en valor su propio perfil político en el ámbito autonómico.
Hay un tercer elemento colateral para la política valenciana de la moción murciana. La situación en la que queda el portavoz de Ciudadanos, Toni Cantó, quien pese a haber negociado con Puig en los Presupuestos autonómicos estaba trabajando en acercar posiciones con el PP de cara a acuerdos preelectorales. Cantó ya ha dejado entrever que no comparte el golpe que ha dado en la mesa la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, para distanciarse de los conservadores de Pablo Casado.
Iba a ser una cumbre transversal, de dos presidentes autonómicos de partidos políticos distintos, uno del PSOE y otro del Partido Popular. El valenciano Ximo Puig y el murciano Fernando López Miras, con sus respectivos equipos, trabajaban desde hace varios días con discreción en la celebración de un encuentro institucional, probablemente en Alicante, con el que pretendían abrir un canal de colaboración con el fin de poner estrategias en común en asuntos de interés compartido, como la reforma del sistema de financiación o la reivindicación del corredor ferroviario del mediterráneo.
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