A Pablo Igesias (el original) le quieren cambiar las siglas de UGT

Cuando en 1888 Pablo Iglesias, el original, propuso en el Congreso de Barcelona la creación de un sindicato para defender los derechos de los trabajadores, pocos podían imaginar que 133 años después una de las tres federaciones de rama de UGT iba a pedir el cambio de nombre. Lo ha hecho UGT-FICA, que en su reciente Congreso ha aprobado una resolución en la que reclama que la UGT de toda la vida pase a llamarse Unión General de Trabajadores y Trabajadoras.

No solo eso, también ha pedido en la misma resolución, que se discutirá en el próximo Congreso confederal, que el Estatuto de los Trabajadores, un texto aprobado en 1980, pase ahora a llamarse Estatuto de los Trabajadores y de las Trabajadoras.

Este confidente puede llegar a pensar que el feminismo se ha apoderado del viejo sindicato de raíz socialista y, de hecho, en la resolución se recuerda que las mujeres sindicalistas han sido las grandes protagonistas de la lucha feminista en muchos de los ámbitos. Clara Zetkin, Teresa Claramunt, Virginia González o Margarita Nelken fueron mujeres sindicalistas y socialistas.

Tanto feminismo, sin embargo, choca con la realidad de los hechos. Los impulsores de añadir 'Trabajadoras' a la Unión General de Trabajadores no se cortaron un pelo en el Congreso y optaron por elegir una una comisión ejecutiva federal de 17 sindicalistas, pero solo cuatro de ellas son mujeres. Es decir, un 23%, cuando deberían haber cumplido con la cuota del 40%-60% que determina el propio sindicato. Incluso en las empresas del Ibex 35, como recuerda un veterano sindicalista, ya tienen un 31% de mujeres directivas. Ya se sabe, una cosa es predicar y otra dar trigo.