Todo lo que no se ha contado de la puja por Zalacaín

El futuro del mítico restaurante madrileño Zalacaín enfrentó a dos inversores y se decidió casi con una moneda al aire. No en vano, la oferta ganadora, presentada por Urretxu, se impuso por una diferencia de solo 4.000 euros, aunque también contaba con el apoyo mayoritario de toda la plantilla. Esta derrota dejó con mal sabor de boca al inversor Iñaki Arrola, cuya propuesta fue la mejor dentro del plazo contemplado por la jueza de lo Mercantil.

En pleno fragor por Zalacaín, ambos rivales tuvieron una cena a cuatro bandas auspiciada por Yago Arbeloa, socio en esta aventura del fundador de Coches.com y, a la vez, amigo de Manuel Marrón, copropietario en la sombra de Urretxu, para conocerse y, por qué no, ver si había sintonía para compartir proyecto. Sin embargo, la cordialidad terminó en aquella cita y la pelea por el primer estrella Michelin de nuestro país fue a cara de perro.

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Y aunque todavía sobrevuela la posibilidad de que el grupo encabezado por Arrola recurra el fallo de la jueza, cuyo coste judicial consideran asumible, Urretxu tiene previsto abrir lo antes posible Zalacaín, bajo la misma marca y concepto. Si todo sale bien, lo hará incluso antes del verano, tras un mínimo retoque estético, pues el restaurante había acometido una profunda reforma meses antes de tener que cerrar por la pandemia del coronavirus.

Mientras la oferta derrotada tenía al chef Dani García como referente culinario, Urretxu tirará del equipo original de Zalacaín, aunque con algunos cambios de roles. Su verdadera revolución vendrá a través de la división de 'catering' y eventos ubicada en La Finca, el negocio con el que de verdad se puede ganar dinero. El reto, como han comprobado muchos grandes de la cocina, es no perder pese a la gloria de las estrellas de la guía francesa.