Sánchez rescata el hipódromo donde aparcó a un exmonclovita

El Gobierno sale al rescate, de nuevo, del Hipódromo de la Zarzuela. La empresa pública donde ha sido recolocado uno de los más estrechos colaboradores de Pedro Sánchez en la etapa precrisis de Gobierno, Francisco Salazar, vuelve a recibir, de esta forma, una inyección económica potente para poder subsistir. Cinco millones de euros es el montante que Hacienda transferirá a la firma donde el exasesor monclovita trabaja desde el pasado mes de julio.

El sevillano fue uno de los pretorianos de Sánchez hasta la salida de Iván Redondo. Como adjunto al gabinete del presidente, participó en toda la maquinaria de Presidencia durante los últimos años. Pero en julio salió de forma precipitada del edificio de Semillas de Moncloa y se le buscó un acomodo en una compañía dependiente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

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El destino fue el Hipódromo de la Zarzuela, una sociedad que ha pasado históricamente por serios problemas económicos y que ha recibido ya varios rescates. No es que a Salazar se le asignara una empresa pública puntera, sino que se optó por un lugar tranquilo y sin demasiado ruido. Su sueldo, de 108.000 euros anuales, tampoco es uno de los principales dentro del universo SEPI. Hay puestos, como el de Correos, donde se gana casi el doble.

En los Presupuestos de 2022, Hacienda vuelve a inyectar al hipódromo madrileño cinco millones en un concepto que se repite año tras año: "Deudas de ejercicios anteriores", según se puede leer en el articulado del proyecto de ley de cuentas públicas que entró este miércoles en el Congreso. Y es que el destino de Salazar no es, precisamente, el de una empresa saneada.

El reto del exasesor de Sánchez como gestor empresarial se encuentra, a partir de ahora, muy alejado de la estrategia gubernamental. Su objetivo es seguir reduciendo costes y elevar la cifra de negocios del recinto ubicado pared con pared con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) a través de una oferta complementaria.