"No caben en el mortuorio"

“Fernando, acabo de salir del hospital. Esto es horrible, horrible. La gente está en una sala, acumulada, sentada en el suelo.

Hemos tenido la sala a tope toda la noche, no hemos dado abasto a subir gente a las plantas. Está todo el hospital ya repleto.

A las 2 de la mañana ya iban 10 'exitus', 10 fallecidos. Desde las 10 de la noche a las dos de mañana sin contar a los que no habían podido bajar de planta porque en el mortuorio no caben. En el mortuorio no caben los fallecidos y todos los que hemos entubado esta noche ninguno llegaba a los 50 años.

Yo no sé qué nos han hecho pero esto es horrible. Estás toda la noche manteniendo el tipo, pero sales de ahí y es horrible. Yo no sé qué nos han hecho.

Hemos tenido la sala a tope toda la noche, no hemos dado abasto a subir gente a las plantas

No sé en qué momento vamos a caer, esta noche hemos conseguido equipos de protección individual, pero te pasas toda la noche con el mismo equipo y no te lo quitas.

Yo no he ido al baño desde…llegué aquí a las 10 menos 20 y acabo de ir ahora cuando he salido, porque ni siquiera puedes parar a eso.

No puedes coger el teléfono, no puedes…es horrible. Alguien tiene que hacer algo porque esto ya no se puede soportar…”.

Esta es la transcripción de un audio que, entre sollozos, me envía una amiga, personal sanitario de un gran hospital de Madrid, tras su dura jornada de noche.

No puedes coger el teléfono, no puedes…es horrible. Alguien tiene que hacer algo porque esto ya no se puede soportar

Lleva días sin material adecuado de protección y viviendo fuera de su casa familiar, como precaución porque no quiere contagiarlos, porque sabe que tarde o temprano ella misma será contagiada.

Cada tarde salgo a mi ventana a aplaudirla a ella y al resto de personas que literalmente se dejan la vida estos días y creo que una forma de ayudarles es difundir esta situación. Es duro, me genera dudas sobre la sensación de miedo que crea, pero me parece que mi manera de contribuir a ayudarles es difundirlo. Que sirva para mentalizarnos de lo que supone no cumplir las normas de precaución y seguridad.