Es noticia
Perdiendo el norte
  1. España
  2. Facturas Pendientes
Pilar García de la Granja

Facturas Pendientes

Por
Pilar García de la Granja

Perdiendo el norte

Ayer lunes fue un día típico de locura generalizada en España. Uno de esos días en los que abres el periódico, escuchas la tele, sintonizas la

Ayer lunes fue un día típico de locura generalizada en España. Uno de esos días en los que abres el periódico, escuchas la tele, sintonizas la radio, y todo suena a Berlanga. No eran aún las diez de la mañana y todo era información desconcertante, increíble, de una falta de sentido común, de liderazgo, de criterio propios de otro país.

Pero era España. El diario El País anunciaba tres editoriales, tres, consecutivos, pidiendo en el primero que España solicite el rescate del BCE y de Europa cuanto antes. El segundo editorial (hoy) va sobre la necesidad de reformar el sistema de pensiones, insostenible en su actual diseño. Y el tercero (mañana), sobre la reforma de las Administraciones públicas y la organización territorial.

La verdad es que la saga tiene un comentario. El editorial 1, en el que El País respalda la necesidad de pedir el rescate para España urgentemente porque no hay dinero, no refleja el incremento sustancial del déficit público de los últimos siete años, no hace referencia a la eliminación de la ley de techo de gasto de Aznar, que luego fue reflejada en un cambio constitucional -nada más y nada menos- con el compromiso de déficit por parte del presidente Zapatero.

La solución es el sistema mixto, en el que los participes paguen al Estado un mínimo y el resto -como en Chile o Austria- sea de gestión privada. Esta, la más liberal de todas las soluciones para enfrentarse al problema de las pensiones, había sido rechazada sistemáticamente por la izquierda y la derecha, que en esta cuestión son la misma cosa

Sobre el sistema de pensiones en España, es un clamor que tiene más peligro que un caramelo a la puerta de un colegio. Mientras hay gente trabajando y cotizando (condición fundamental) se mantiene el actual sistema piramidal, pero cuando hay un paro desbocado -es el caso- y se desploman los ingresos, entonces se complica el pagar las pensiones. La solución es el sistema mixto, y además cuanto antes, en el que los partícipes paguen al Estado un mínimo y el resto -como en Chile o Austria- sea de gestión privada. Esta, la más liberal de todas las soluciones para enfrentarse al problema de las pensiones, había sido rechazada sistemáticamente por la izquierda y la derecha, que en esta cuestión son la misma cosa.

No habían pasado cinco minutos digiriendo el chute de sentido común-liberal de El País, cuando las tertulias se llenaban de demócratas alabando a Mario Monti y su buen hacer al frente de la República Italiana, en donde nunca fue elegido. Monti llegó un viernes en un avión de Bruselas a Milán. Era el hombre de negro para Italia y se quedó tres años. Entonces, el Berlusconi del bunga bunga dimitió y, sin elecciones de por medio, Monti se hizo con la República. Y esto a los demócratas de izquierdas les parece fenomenal. De repente, el que te impongan un presidente desde Bruselas es lo más. Nadie se sonrojaba ante el paréntesis democrático que ha afectado a Italia. Ni en Grecia, despropósito político donde los haya, en donde sí hubo elecciones democráticas.

Tras escuchar a los sesudos analistas de izquierdas alabar a Monti y su profesionalidad, llega la noticia bomba: un diputado nacional del PP, Santiago Cervera, es detenido por recoger un sobre que, supuestamente, contenía 25.000 euros en la muralla de Pamplona. El inexistente dinero provenía de un supuesto chantaje al presidente de la Fundación de Caja Navarra, porque la caja en sí se diluyó primero en Banca Cívica, para terminar poco después en manos de la Caixa. Todo tan raro como parece, y Cervera ha presentado su dimisión hasta que se aclare el lío. Tal cual. 

Buscando un poco de reposo/colorín, llego a Vanitatis y su noticia de portada: la Reina felicita la Navidad con una foto suya acompañada por un burro. Y ya no entiendo nada. No entiendo por qué los reyes -el matrimonio- no felicitan la Navidad juntos. Si no quieren posar juntos, no sé por qué no mandan una felicitación navideña de Unicef. Y, en todo caso, no creo que ni la Corona, ni España, se merezcan una felicitación así. Para salvar a los burros hay mil gestos que se pueden hacer. Los reyes de España tienen que felicitar la Navidad como lo que representan. Y si el Rey aparece en el mensaje de Nochebuena con una gatita al lado, me borro.  

Ayer lunes fue un día típico de locura generalizada en España. Uno de esos días en los que abres el periódico, escuchas la tele, sintonizas la radio, y todo suena a Berlanga. No eran aún las diez de la mañana y todo era información desconcertante, increíble, de una falta de sentido común, de liderazgo, de criterio propios de otro país.