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Del "milagro" económico español, a "cómo España volverá a crecer con fuerza"
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María Antonia Trujillo

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Del "milagro" económico español, a "cómo España volverá a crecer con fuerza"

Se ha convertido en un tópico relacionar a la derecha con la generación de riqueza y la buena gestión económica, y a la izquierda con el

Se ha convertido en un tópico relacionar a la derecha con la generación de riqueza y la buena gestión económica, y a la izquierda con el despilfarro en las políticas sociales y los peores gestores en el ámbito de la economía. El tópico de que las etapas de desarrollo económico las lidera la derecha y las de crisis las sufre la izquierda parece resurgir en la actualidad española.

 Una vez más, algunos quieren hacer ver que la historia se repite. No faltan quienes consideran que la etapa del gobierno de la derecha de 1996 a 2004 ha sido la mejor para la economía de nuestro país, hasta el punto de calificarla como el “milagro” económico español. Y, siguen diciendo, que el gobierno socialista en estos años -desde 2004- ha vivido de las rentas y la inercia económica heredadas, desaprovechando las oportunidades. Comentan también algunos que fue Felipe González el que dejó la economía maltrecha y Aznar el que la recuperó con el “milagro”.

 Parece, pues, que la historia se repite. Pero, realmente ¿qué ha pasado desde aquella etapa calificada como el ‘milagro’ económico español para que el Vicepresidente Solbes tenga que escribir el pasado día 8 en Financial Times un comentario sobre “How Spain will return to strong growth”? ¿Se podría decir que tuvimos entonces la mejor etapa de nuestra economía y ahora una crisis próxima a la recesión -aunque buenas herramientas para hacer frente a la misma-? ¿O se podría pensar que la primera causa de nuestra crisis económica está en ese milagro económico?

 Esto último es lo que creo yo. No podemos pasar por alto la influencia que en nuestra economía actual han tenido las subidas del precio del barril de petróleo, el de las materias primas y la crisis hipotecaria de las subprime estadounidenses, entre otros elementos.

El fallido modelo económico impulsado en 1996

 Pero la primera causa de nuestra crisis económica está en el propio modelo económico español que se impulsó desde 1996. ¿Se basaba ese modelo en la innovación? ¿Buscaba la productividad y la competitividad de nuestras empresas? ¿Qué sectores eran referencia en nuestro país? ¿Y la I+D+i? ¿La sociedad del conocimiento? Más bien era un modelo basado única y exclusivamente en el ladrillo, de rápido crecimiento y alta rentabilidad para la empresa privada –faltaría más, es su objetivo en el libre mercado-, para las Administraciones Públicas –sin excepción, porque todas han hecho caja- y para muchos operadores del mercado, entre ellos, las entidades financieras. Sobre todos ellos escribiré. Pero ese modelo, a pesar de su alta rentabilidad en términos económicos, ha sido poco rentable social y medioambientalmente. Por el contrario, ha sido excluyente y especulativo.

 Presentaba el modelo buenos indicadores, pero la economía, aunque algunos expertos se esfuercen en hacerlo creer, no son sólo indicadores, sino también indicadores ligados a un modelo económico sostenible. Por tanto, los indicadores iban bien, pero el modelo mal.

 En 2004, todos los indicadores del ciclo expansivo de nuestra economía habían tocado techo. A partir de 2004, se ha crecido, pero cada vez menos. Cualquier indicador, casi sin excepción, lo corrobora. No voy a proporcionar datos ahora. Ya habrá lugar. ¿Qué se ha hecho desde entonces, desde 2004, para cambiar el modelo? Muchas cosas. Unas mejores que otras. Y algunas no tan buenas o eficaces.

 Por ejemplo, en el mercado de la vivienda, en 2004 ¿era sostenible que la vivienda protegida no fuera una política pública y hubiera desaparecido prácticamente? ¿Era sostenible que en nuestro país fuera más fácil vender una casa que una lechuga? ¿Era social y económicamente sostenible que un ciudadano ganara más con su vivienda que lo que hubiera ganado durante toda su vida laboral? ¿Era sostenible que en España ganara más un intermediario de viviendas en una esquina con un móvil que lo que ganaba un empleado medio en un año? ¿Eran necesarias tantas viviendas “para vivir”? ¿Ha sido acertada la política de vivienda en los últimos años?

 El problema del suelo

 Y, por ejemplo, en el mercado de suelo, ¿el procedimiento de recalificación extensiva de suelos para la construcción residencial era sostenible? ¿lo era el procedimiento de convenios urbanísticos que financiaban, en parte, a los Ayuntamientos? ¿la liberalización del suelo provocó la ocupación extensiva del territorio y la consiguiente degradación medioambiental? ¿Y las costas? ¿Se han adoptado y aplicado decisiones que hayan cambiado este panorama?

 En fin, ¿deberían haber confiado las Administraciones públicas sus ingresos a los derivados, en buena parte, de la construcción residencial? ¿Porque la cuestión de la financiación local tiene que ver con la crisis o es un endemismo en la España democrática? ¿Y qué decir de la financiación autonómica? ¿Influye en la misma el déficit y el superávit estatal o es más importante el modelo económico o el modelo de organización territorial del Estado? ¿Y éste se cerrará o estará permanentemente abierto? ¿Y las entidades financieras hasta cuánto y cuándo pueden seguir dando créditos? Porque, en nuestro país, se ha financiado el ladrillo pero no la inteligencia. ¿Ahora se sigue financiando el ladrillo? ¿hay dinero para financiar la sociedad del conocimiento?

 En fin, preguntas, muchas. Análisis de todas ellas, en las próximas semanas.

Se ha convertido en un tópico relacionar a la derecha con la generación de riqueza y la buena gestión económica, y a la izquierda con el despilfarro en las políticas sociales y los peores gestores en el ámbito de la economía. El tópico de que las etapas de desarrollo económico las lidera la derecha y las de crisis las sufre la izquierda parece resurgir en la actualidad española.