Es noticia
La alternativa Madina se enfría
  1. España
  2. Interiores
Gonzalo López Alba

Interiores

Por

La alternativa Madina se enfría

  Tan descuadernada está la nave socialista y tan acongojado su pasaje que en ella se vive el

placeholder

Tan descuadernada está la nave socialista y tan acongojado su pasaje que en ella se vive el menor oleaje como una marea y se reacciona a cualquier atisbo de tierra con emociones desmedidas. Así se explica la convulsión provocada la semana pasada cuando tres medios -Infolibre, El Mundo y La Razón- confirmaron simultáneamente que Eduardo Madina medita la posibilidad de, cuando llegue el momento, competir por el liderazgo del partido. El diputado socialista, tras una baja médica, regresa hoy a la actividad pública con el mismo discurso y la misma actitud que mantiene desde que se constató el cierre en falso del congreso de Sevilla: “El partido no está en fase de primarias. Cuando llegue el momento, ya veremos”.

Entonces, ¿por qué tanto barullo? La reconstrucción que ha podido hacer El Confidencial obliga a remontarse al 7 de abril para localizar el detonante de lo que ha sido una explosión en cadena. Ese día, bajo el título "El bipartidismo se hunde", El País llevó a su portada una encuesta de Metroscopia que rebajaba al 23% la estimación del voto para el PSOE. Sin embargo, al día siguiente, en el blog del equipo técnico de esta empresa demoscópica, su subdirector, José Pablo Ferrándiz, desveló un dato demoledor que había sido ocultado por el diario: la intención directa de voto a los socialistas ha caído hasta límites desconocidos, un 8,8%, viéndose superado por primera vez por Izquierda Unida, con un 10,7% (en la oleada de marzo, el PSOE todavía estaba por delante, con un 10,5 frente a un 8,6 para IU). Se desató el pánico al hundimiento. Muchos pensaron: “La situación es de urgencia y, si tardamos mucho en reaccionar, a lo mejor ya no hay quien pueda arreglarla”. La mecha estaba prendida.

Una semana después, el día 14, ABC llevó a su portada los movimientos de Patxi López. Con ocasión del congreso en el que fue reelegido secretario general del PSE, el 9 de febrero, hubo algún barón que se desplazó a Bilbao para decirle personalmente que, si quería competir por el liderazgo, tenía que empezar a moverse ya porque su aureola de lehendakari empezaba a desvanecerse. Y López se puso a ello, pero cometió alguna torpeza que irritó a José Antonio Griñán, que no quiere que se mueva nada hasta que pase la Conferencia Política del otoño. Andalucía ya había obligado a López a pisar el freno para esa fecha, pero el titular de aquella portada ("Patxi López ya sondea al PSOE para ser candidato a secretario general tras las europeas") indujo a muchos a creer que se había dado el pistoletazo de salida.

La vieja guardia culpa del barullo en el PSOE a la pérdida de autoridad de Rubalcaba

Si López ya había entrado en pista, la pregunta periodística era de cajón: ¿qué iba a hacer Madina? La versión que corrió como la pólvora por todo el partido fue que José Luis Rodríguez Zapatero había aprovechado una conversación con un directivo de El Mundo para lanzar la operación Madina como alternativa a López. Según la versión recabada por El Confidencial, la conversación se produjo, y en ella el expresidente dijo que no se podía descartar al diputado vasco, que creía que “se lo está pensando”. Otras versiones apuntaban a un “globo sonda” de partidarios de Madina y hubo incluso quien sospechó de una maquiavélica operación de Ferraz. Y Madina, que no había movido un dedo para que su nombre saliera a relucir, dijo la verdad (que lo medita), lo único que podía decir (con un “no” se cerraría el camino y con un “sí” se pondría a destiempo en el ojo del huracán).

Ni la reflexión de Madina ni las peticiones para que se postule vienen de ayer. Como poco, se remontan al verano de 2012, cuando se fue de vacaciones con una primera radiografía sobre el terreno. Hasta ese momento apenas había aceptado las invitaciones que le llegaban para ir a otros territorios además del suyo, aunque ya entonces había empezado a hacerlo. Mediado el otoño arreciaron los mensajes y peticiones para que diera el paso, algunas en actos públicos, como ocurrió en Extremadura, en presencia del secretario regional, Guillermo Fernández Vara. La expectación que suscita volvió a confirmarse el jueves en Alicante, donde José Antonio Griñán participó con el secretario general del PSPV, Chimo Puig, en un coloquio con militantes. La primera pregunta que se le planteó al líder andaluz tuvo nombre propio y no fue el suyo, sino el de Madina. Griñán respondió lo sabido: “Cuando lleguemos al río, cruzaremos ese puente”. Y eso es lo que piensa, y la pauta a la que se atiene, el diputado vasco.

Dos hechos relevantes

El remolino de los nombres ha distraído la atención de otros hechos más relevantes de las últimas fechas que acentúan la ansiedad que domina el partido. El primero es que el desencanto con Rubalcaba alcanza ya a miembros de su Ejecutiva: algunos son jóvenes, que juzgan fallida la posibilidad de prosperar con él; otros son de la vieja guardia, que ven con inquieto estupor cómo se va desmoronando la autoridad del secretario general, una figura casi sagrada en el PSOE. A esta pérdida de autoridad es a la que la vieja guardia achaca “el barullo” y las periódicas convulsiones internas.

El otro hecho relevante es que, aunque Griñán mantiene ante el resto de los barones que él no quiere primarias antes de las europeas (25 de mayo de 2014), en la dirección del PSOE andaluz hay destacados miembros que apuestan por que se celebren antes; es decir, inmediatamente después de la Conferencia Política. En Andalucía, como en el resto de las federaciones, lo que realmente les preocupa son las elecciones locales (y autonómicas), a las que quieren llegar con un líder nuevo que sirva de revulsivo para apuntalar sus expectativas, con independencia de que se queme o no en el recorrido, porque es un hecho ya asumido con resignación que la recuperación del PSOE no llegará antes de las elecciones de 2015. De lo que se trata ahora es de evitar el hundimiento total.

Dirigentes andaluces se inclinan por hacer las primarias antes de las europeas; Zapatero, “lo antes posible”

De este modo, la Conferencia Política propuesta para la renovación ideológica se prefigura como un hervidero porque son cada vez más los que quieren que allí se diluciden el calendario y el formato para el relevo. Patxi López quiere que sea con un congreso extraordinario después de las europeas para allanarse el camino de unas posteriores primarias. Madina siempre se ha mostrado a favor de unas primarias abiertas y cree que esperar al segundo semestre del año próximo sería demasiado tarde para que se pueda fraguar un nuevo liderazgo (Zapatero dispuso de cuatro años antes de concurrir a unas elecciones).

Rubalcaba quiere apurar los plazos (muchos creen que con el propósito último de que los acontecimientos impidan celebrar las primarias, y a este propósito atribuyen la posibilidad, avanzada ayer por Infolibre, de hacer una convocatoria de ese carácter para elegir al candidato europeo). Y Zapatero, según ha comentado en conversaciones privadas, opina que sería mejor “lo antes posible”.

López ‘versus’ Madina

En Euskadi es un secreto a voces que Patxi López no acabará allí la legislatura y quiere “dar el salto” a Madrid, pero no está claro cómo ni cuándo, porque si levanta los dos pies de su territorio, el PSE puede saltar por los aires. Su entorno reivindica el cumplimiento de un supuesto pacto con Rubalcaba (no sólo por su apoyo en el congreso de Sevilla, sino porque también fue su ariete para intentar forzar un congreso extraordinario en las postrimerías del mandato presidencial de Zapatero, maniobra que provocó la renuncia de Carme Chacón a disputar la candidatura electoral de 2011). Pero Rubalcaba no reconoce la existencia de ese supuesto pacto. Aun así, si López se presenta, llegará marcado como 'el candidato de Rubalcaba'. 

Para algunos, la candidatura de López neutralizaría la de Madina, ya que ambos son vascos y él es su secretario general. Pero el secretario general del Grupo Parlamentario Socialista, que ha llevado a su partido al mejor resultado en unas elecciones generales como cabeza de lista por Vizcaya, ya hace tiempo que se emancipó de esa tutela. Aunque involuntariamente, Zapatero le ha hecho un mal favor, porque sus detractores aprovechan la simpatía que hacía él manifiesta el expresidente para ponerle la etiqueta de ser “el candidato de Zapatero”, pese a concitar también apoyos entre la vieja guardia y expartidarios tanto de Chacón como de Rubalcaba. Si algo tiene claro Madina es que ni puede ni quiere ser el candidato de nadie, porque el que venga tendrá que reconstruir la cohesión interna.

Así las cosas, a Rubalcaba ya se le ha puesto cara de Joaquín Almunia, la de Patxi López se está empezando a tornar en la de José Bono y a Eduardo Madina se le puede mudar en la de Josep Borrell. ¿Quién tendrá la de un nuevo Zapatero? Si no es Madina, será algún otro joven dirigente que, como hizo el expresidente, esté ahora analizando el paseíllo desde la barrera antes de lanzarse al ruedo como 'espontáneo'. Continuará.

placeholder

Tan descuadernada está la nave socialista y tan acongojado su pasaje que en ella se vive el menor oleaje como una marea y se reacciona a cualquier atisbo de tierra con emociones desmedidas. Así se explica la convulsión provocada la semana pasada cuando tres medios -Infolibre, El Mundo y La Razón- confirmaron simultáneamente que Eduardo Madina medita la posibilidad de, cuando llegue el momento, competir por el liderazgo del partido. El diputado socialista, tras una baja médica, regresa hoy a la actividad pública con el mismo discurso y la misma actitud que mantiene desde que se constató el cierre en falso del congreso de Sevilla: “El partido no está en fase de primarias. Cuando llegue el momento, ya veremos”.