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Ferraz se inclina por hacer las primarias a una sola vuelta
La Ejecutiva del PSOE se inclina por que las primarias para elegir a su próximo candidato presidencial se diriman en una sola votación, según fuentes de
La Ejecutiva del PSOE se inclina por que las primarias para elegir a su próximo candidato presidencial se diriman en una sola votación, según fuentes de su núcleo duro. Salvo cambios de última hora, esta será la propuesta que someta al Comité Federal que el 18 de enero fijará el periodo temporal para su celebración, previsiblemente en el otoño del año próximo y, en todo caso, después de las elecciones europeas de mayo. En este punto, la manzana de la discordia es ahora si han de celebrarse antes las primarias autonómicas y municipales o las presidenciales.
El secretario de Organización, Óscar López, ya apuntó en la Conferencia Política de noviembre que había detectado la existencia de un criterio mayoritario favorable a vincular el número de vueltas con el número de avales exigidos para presentar candidaturas. En aquel cónclave se aprobó la reducción de este requisito al 5 por ciento –entre 11.000 y 12.000 firmas–, dando así el paso previo para decantar la opción de una sola vuelta.
Aunque el modelo más cercano, que es el de los socialistas franceses, es de doble vuelta, desde Ferraz se aduce que allí se justifica por su sistema electoral, que establece esa fórmula para la elección del presidente de la República. “Nosotros tenemos que acomodarnos a nuestro propio sistema electoral”, argumentan. No obstante, no se descarta incorporar alguna cláusula para introducir la posibilidad de una segunda vuelta si ninguno de los candidatos salvara el listón de un porcentaje mínimo.
Algunos dirigentes no descartan que el calendario vuelva a saltar por los aires y haya antes un congreso extraordinario
Dado que con la concurrencia de más de dos candidatos, que se da por segura, el ganador sólo podrá serlo por un estrecho margen de votos, existe el temor a que el nuevo liderazgo salga ya lastrado. Pero este es un temor más teórico que real. El único antecedente equiparable de competencia entre más de dos candidatos, aunque no se produjo en unas primarias sino un congreso, es el que protagonizaron en el año 2000 José Luis Rodríguez Zapatero, José Bono, Matilde Fernández y Rosa Díez. Zapatero ganó por tan sólo nueve votos, pero nadie puso en cuestión su autoridad como secretario general. Alfredo Pérez Rubalcaba ganó el congreso de Sevilla por 22, pero no ha sido capaz de implantar su autoridad.
La influencia del procedimiento
En todo caso, aunque sobre el papel pueda parecerlo, ningún procedimiento es políticamente neutral. Para los críticos con Rubalcaba, el secretario general sólo tendría alguna posibilidad de ganar las primarias en una votación única, ya que la concurrencia de varios candidatos favorece la dispersión del voto, mientras que la doble vuelta propicia la formación de coaliciones en torno a “los finalistas”, lo que a priori facilitaría la agrupación del voto “de cambio”.
Rubalcaba mantiene un férreo silencio sobre sus intenciones, aunque da ya por cerrada, y con un juicio favorable para su gestión, “la etapa más dura de la travesía” del desierto que comenzó con su derrota en las elecciones generales de noviembre de 2011. Pero el Rubicón que se perfila en el horizonte son las elecciones europeas de mayo, cuyo resultado decantará su decisión final.
La andaluza Susana Díaz ha establecido una ‘línea caliente’ con el valenciano Chimo Puig
Además, aunque desde Ferraz se ha reiterado hasta la saciedad que la convocatoria de las primarias no está en cuestión, importantes dirigentes del partido no descartan que el calendario vuelva a saltar por los aires y antes se celebre un congreso extraordinario. Sería, a juicio de estos dirigentes, la forma de cumplir el pacto de Sevilla, en virtud del cual Rubalcaba se habría comprometido a entregar el testigo a Patxi López tras un periodo de transición, un pacto cuya existencia niega el entorno del secretario general.
El análisis que fundamenta esta sospecha incluye varios elementos y escenarios. Por un lado, sería la “consecuencia lógica” de un batacazo en las elecciones europeas, resultado que la Ejecutiva descarta. Y, además, si se cumple el deseo de Elena Valenciano de encabezar la lista al Parlamento Europeo, y la previsión de que Óscar López querrá repetir como candidato en Castilla y León –donde sigue siendo portavoz en las Cortes regionales–, Rubalcaba quedaría desarbolado al perder a los números dos y tres en la jerarquía del partido. Por otro lado, existe el criterio extendido de que las opciones de Patxi López de ganar las primarias pasan por su investidura previa como secretario general, aunque tampoco tendría fácil esto dado que no goza de predicamento en el triángulo del poder socialista: Andalucía, Cataluña y Valencia.
Un candidato para ser presidente
El hecho de que la alternativa de Carmen Chacón ha perdido frescura, unido a la indefinición pública que mantiene Eduardo Madina, está propiciando la búsqueda de otros nombres. Es en este contexto en el que el madrileño Tomás Gómez coquetea con la posibilidad de postularse como “tercera vía”, y también en el que ha emergido el nombre del diputado madrileño Pedro Sánchez, al que Rubalcaba dio especial protagonismo en los preparativos de la Conferencia Política, pero que, fuera de Ferraz, no figura entre las opciones que manejan los pesos pesados del partido, como tampoco Gómez.
Mientras, la accionista mayoritaria, la andaluza Susana Díaz, ya ha establecido una línea caliente con el valenciano Chimo Puig, secretario general de la segunda federación más importante y con opciones de convertirse en presidente autonómico, que incluye la búsqueda de “un candidato que pueda ser el próximo presidente del Gobierno”. Ninguno de los nombres que aparecen en la parrilla de los precandidatos convence a ninguno de los dos, pero tampoco han descubierto hasta ahora un mirlo blanco.
La Ejecutiva del PSOE se inclina por que las primarias para elegir a su próximo candidato presidencial se diriman en una sola votación, según fuentes de su núcleo duro. Salvo cambios de última hora, esta será la propuesta que someta al Comité Federal que el 18 de enero fijará el periodo temporal para su celebración, previsiblemente en el otoño del año próximo y, en todo caso, después de las elecciones europeas de mayo. En este punto, la manzana de la discordia es ahora si han de celebrarse antes las primarias autonómicas y municipales o las presidenciales.