Los ‘garzonitas’, con Mayor Zaragoza y el exjuez, se montan su propio 15-M en el Ateneo

Con varios años de retraso y en plena canícula, cuando las movilizaciones ciudadanas y las asambleas populares menos apetecen al sol que más calientan, han llegado los ‘garzonitas’ para montar su propio 15-M. 3-J, mejor dicho, en honor al día en que estos ilustres prebostes de la izquierda y de la izquierda de la izquierda han elegido para presentar lo que han dado en conocer como una "convocatoria cívica" y un manifiesto dirigido a los ciudadanos y fuerzas de la progresía patria.

Al frente de todos ellos, como no podía ser de otra manera, el exjuez Baltasar Garzón, apartado de la carrera judicial por prevaricador, y presentado, pese a todo, por su compañero de plataforma y escritor Luis García Montero como el juez que ha batallado incansablemente contra la corrupción. Él, por su parte, ya dijo hace poco que Alfonso Guerra sufría una “diarrea mental” cuando aseguró, en su reciente libro de memorias, que el otrora juez y compañero de listas de Felipe González llamó a las puertas del PSOE para pedir 'pagos en B’.  Sea como fuere, cierto o no, algunas etiquetas con las que todavía se redondea la aureola que envuelve al antiguo inquilino de la Audiencia Nacional siguen siendo, cuando menos, algo estridentes y vacuas.  

La cita ha tenido lugar este miércoles en ese templo de la sabiduría masona que es el Ateneo de Madrid, cargado de estrellas de cinco puntas y demás simbología de las logias por sus cuatro costados. Y ahí se ha dado cita otra logia de nombres relevantes que, como hicieron miles de jóvenes en la Puerta del Sol hace ahora varios años, vienen a reivindicar hoy una nueva ley electoral, el fin del bipartidismo y otras tantas cosas que la voz de la calle ya expresó en su día, algo más arremolinada y desordenada, claro. “Alternativa plural, progresista y de izquierdas”, han llamado a la cosa.

Aunque para plena tranquilidad de Alfredo Pérez Rubalcaba, Garzón ha jurado y prometido, repetidas veces y por activa y por pasiva, que ni va a formar un partido político, ni se va a presentar de candidato a nada ni va a rivalizar con las siglas que un día le dieron cobijo y de las que se fue dando un portazo para meter a un ministro en la cárcel y para poner una X sobre González. “Hay muchas formas de participar en política y esta es una de ellas”, ha explicado.  

De rojo comunista se ha presentado vestida la escritora Almudena Grandes, una de las abajo firmantes, junto a otros nombres como el citado García Montero, el exministro Federico Mayor Zaragoza (12 años al frente de la Unesco), la periodista Pilar del Río o el diputado Gaspar Llamazares, muy distanciado de la línea oficial mantenida por Cayo Lara al frente de Izquierda Unida.  

De soslayo se ha dejado ver también el exalcalde de San Sebastián y actual diputado, Odón Elorza, que ha seguido toda la presentación desde una discreta butaca del auditorio, no se sabe si como gesto de apoyo a los allí convocados o como espía de Ferraz. Aunque para espía, cabe suponer que la Embajada norteamericana y la CIA ya habrán tomado buena nota de lo que pretende este nuevo conciliábulo, pues es de suponer que el abogado de Julian Assange no debe de ir por el mundo sin unos cuantos hombres de negro que sepan todo lo que hace y dice. Quien sí ha dejado las filas del socialismo para abrazar la nueva causa ha sido el exdiputado y exsecretario general de CCOO, Antonio Gutiérrez, sentado en la mesa presidencial a la izquierda del padre. 

Eran todos los que estaban, pero no estaban todos los que son. Entre los firmantes del manifiesto destacan, entre otros, el exrector de la Complutense, Carlos Berzosa, el poeta José Manuel Caballero Bonald, la cineasta y hagiógrafa de Garzón, Isabel Coixet, el exfiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo, el jurista José Antonio Martín Pallín y los cantantes Miguel Ríos y Joaquín Sabina, que ya no podrán volver a grabar campañas a favor de que el tiempo no les cambie a Zapatero y a los suyos.