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La bella canciller y Moragas citan al todo Madrid

La cita era a las 19 horas en la delegación oficial colombiana en España. A esa hora la calle Martinez Campos y aledaños era una orgía

Foto: El director del Gabinete de la Presidencia Jorge Moragas (d), tras ser condecorado por la canciller colombiana, Ángela Holguín. A su lado, Jorge Fernández Díaz,
El director del Gabinete de la Presidencia Jorge Moragas (d), tras ser condecorado por la canciller colombiana, Ángela Holguín. A su lado, Jorge Fernández Díaz,

La cita era a las 19 horas en la delegación oficial colombiana en España. A esa hora la calle Martínez Campos y aledaños era una orgía de coches oficiales de alta gama que aparcaban en donde los guardias municipales de Madrid suelen poner multas a destajo.

¡Qué pasa aquí, qué hayaquí!, mascullaban los despistados y asombrados transeúntes que se maliciaban que algún 'pez gordo'la estaba montando.¡Y tanto!

Se iba a imponer en la embajada colombiana la Gran Cruz de la Orden de San Carlos, la máxima distinción del país iberoamericano y por decreto del presidente americano Juan Manuel Santos, al diplomático español y catalán, Jorge Moragas Moratey, a la sazón director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno. Esto es, jefe máximo de los 'fontaneros'monclovitas que asisten al primer ministro.

Naturalmente, estaba la diplomacia en pleno, sí, pero también la política, la economía, las finanzas, la empresa, el Gobierno y la oposición. Y muchas señoras y señoritas guapas, elegantes y ataviadas con sus mejores galas. Brillando con luz , la canciller oferente, María Ängela Holguin, vestida con pantalón negro raso y de una belleza que sólo se produce en aquel trópico, junto con su embajador saliente Orlando Sardi de Lima que deja su puesto a Fernando Carrillo.

Los ministros que acudieron a rendir homenaje son amigos personales de Moragas bien porque se caen bien o porque saben que el edecán principal de Mariano Rajoy les puede 'putear'y tampoco es el caso.

placeholder Jorge Moragas (2d), tras ser condecorado por la canciller colombiana, Ángela Holguín (3d), por impulsar iniciativas en favor de las relaciones entre ambos países. A su lado, el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno (i), los ministros españoles de Industria, José Manuel Soria (2i), Interior, Jorge Fernández Díaz (3i) y Exteriores, José Manuel García-Margallo (4i) y el embajador de Colombia en España, Orlando Sardi de Lima (4d)

Léase, el obligado por el cargo, José Manuel García-Margallo, haciendo gala de que allí la máxima autoridad era él; el paisano de paisanaje catalán, Jorge Fernández Díaz, como ido y que parecía musitar por lo bajo; José Manuel Soria, hierático y del que podría colegirse que tras ser nombrado ministro ha terminado por creerse que es un bien de Estado, y finalmente, con su misma categoría en el BOE, Rafael Spottorno, jefe de la Casa de SM el Rey, recién llegado desde la Zarzuela donde había dejado a Don Juan Carlos en situación de postración postoperatoria.

En otro escalafón el sempiterno Iñigo Méndez Vigo, Secretario de Estado para Europa y supereterno eurodiputado. ¡Hay que reconocer que estos tipos son perfectamente reconocibles! Digo por su aspecto y porte.

El recuento de diputados del PP 'made in Moragas'es decir, pijos, consumiría la extensión de esta crónica impertinente. Pero entre los empresarios de fuste y paganos, Juan Miguel Villar Mir, recién fichado Josep Piqué. Una joven espectacular y que tuve que preguntar quién era resulta que respondía por el nombre de Esther Alcocer Koplowitz. Luego saludé a Antonio Fournier, partner de Intelcorp AFCI, socio de Llorente&Cuenca.

Moragas había tenido buen cuidado de que el PSOE estuviera presente porque al fin y al cabo su rutilante carrera la comenzó con Felipe González. De modo y manera que allí se presentó Juan Moscoso, comisionado por Alfredo Pérez Rubalcaba para los temas europeos. Moscoso es uno de los muchachos que aspira y tiene sus argumentos.

Había otros empresarios (as) como José María Hidalgo que empezó a escanciar antes de que se abriera la espita e incluso tomaba de su vaso cuando peroraba el homenajeado.

Por allí acudieron “ipso facto” el presidente de la Corporación Radiotelevisión Española, Leopoldo González-Echenique, caballero en todas las ocasiones, al fin y al cabo no puede olvidar su condición de abogado del Estado. Y se le nota. O el presidente de la agencia EFE, José Antonio Vera, que tiene en Colombia uno de los predios esenciales para la esencial agencia estatal de noticias española.

Poca prensa, la verdad. Uno de ABC y otro de El País. Veteranos y no sé si externalizados.La canciller Holguín dejó claro que la banda y el medallón, todo color esmeraldas como las piedras colombianas, se lo había ganado don Jorge incluso antes de retornar a Moncloa y muy especialmente por haber empujado para que los colombianos no tengan que pasar por visas innecesarias.

El primer fontanero desgranó a Winston Chuchill para hablar de las faldas de las mujeres y de condecoraciones. Citó en varias ocasiones a Garcia-Margallo como fuente de autoridad en las relaciones exteriores porque el levantino no se anda con leches. ¡Gracias, ministro!

La estrella de los corrillos fue Spottorno, que debo decir y escribo pareció persona más simpática de lo que sus envaradas situaciones protolocarias podrían concluir. “Si la gente supiera las horas que meto...”.El “vino colombiano” fue austero, la verdad sea escrita. O pobre que dirían en mi tierra.Mucho plátano frito y un cava pasable.Resumiendo, Moragas no tiene coronel que le escriba, pero luce banda y medallón con los que me temo no podrá acudir al supermercado.

La cita era a las 19 horas en la delegación oficial colombiana en España. A esa hora la calle Martínez Campos y aledaños era una orgía de coches oficiales de alta gama que aparcaban en donde los guardias municipales de Madrid suelen poner multas a destajo.

Mariano Rajoy Rafael Spottorno