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Sáenz de Santamaría imita a Évole y come con Duran... sin hablar de independencia
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Sáenz de Santamaría imita a Évole y come con Duran... sin hablar de independencia

La vicepresidenta del Gobierno debió ser uno de los cuatro millones de espectadores que el pasado domingo se enganchó al cara a cara entre Felipe González y Artur Mas en La Sexta

Foto: La vicepresidenta, junto a Zaplana y los dibujantes Gallego y Forges (fotos: E. Villarino)
La vicepresidenta, junto a Zaplana y los dibujantes Gallego y Forges (fotos: E. Villarino)

La vicepresidenta del Gobierno debió de ser una de los cuatro millones de espectadores que el pasado domingo se enganchó al cara a cara entre Felipe González y Artur Mas en laSexta. Que la cadena del Wyoming también se ve en la Moncloa, aunque no lo admitan y aunque luego haya que madrugar mucho para levantar España. Sáez de Santamaría, que también quiere ser una Mujer de Estado, con mayúsculas, debió quedar muy impresionada con lo fácil que parece lo imposible cuando uno se baja de los prejuicios y se pone a limar asperezas. De hecho,Soraya no ha tardado ni 48 horas en emular al Follonero y organizarse su propio espacio de debate, aunque sin anuncios, sin cámaras y, en este caso, con un invitado de menos lustre, Josep Antoni Duran i Lleida. Pero el esfuerzo ahí queda por más que ella trate de negar lo evidente y diga que no habló de independencia con él. Habrá que creerla. Hablarían del temporal que, como todo el mundo sabe, es un tema mucho más serio y con tremendas repercusiones en la Costa Brava.

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Soraya no es González y las comparaciones, en este sentido, son odiosas. Para González, claro. La 'vice' admitió sus contactos con Durán, ya de noche, cuando se reencontró con quien en otro tiempo fue su jefe de filas, el inefable Eduardo Zaplana, reconvertido ahora en maestro de ceremonias del Club Siglo XXI de Madrid y en componedorde estrañas mesas de debate y tertulia. La de ayer, que articula la visión nada objetiva de este Curioso Impertinente,con tres artistas del humor gráfico. Nada menos que con Gallego (sin Rey, en este caso), de El Mundo, con el genial Forges -que cumple en mayo 50 años en el oficio- y con Puebla, de ABC. Claro, con tanto humor, el estilo a los Salvados de esta nueva Soraya se perpetuó durante unas horas más. A ellos les preguntaron, de hecho, si disfrazar a Mariano y a Artur Mas con extraños disfraces, gorros de plumas o máscaras de carnaval serviría para aflojar tensiones y acercar posiciones. "Es que Artur es muy corto. Un chiste no lo pilla ni entres intentos", replicó Gallego:"Rajoy perdería el tiempo". Y Soraya, también, por lo que se ve. Por eso será que eligió a Durán, con muchas más lecturas a sus espaldas y con trazas de hombre de Estado, para sus almuerzos confidenciales.

Lo cierto es que la número dos del Gobierno, que para muchos es la mano negra que se ha cobrado la piezade Pedro J. en bandeja, se dejó ayer ver y retratar con estos artistas del humor y de la actualidad que, según ella, la ponen en su sitio cada mañana. Porque no hay nada más demoledor que una cruel viñeta para bajar los humos a todos estos políticos que no se bajan del coche oficial y llevan lustros pisando moquetas.

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Nadie habló de Pedro J. y de sus batallas, pero la vicepresidenta sí que reconoció que es adicta a leer los periódicos “de cabo a rabo” para buscar el reflejo en este espejo maldito de sus palabras, de sus actos, de sus errores y de sus aciertos. Los políticos no pueden esconder que son vanidosos en este sentido y seguro que no es difícil imaginárselos a primera hora de cada día escrutando en los diarios cualquier adjetivo de más o cualuquier titular de menos. Soraya, al menos, reconoció que,en las más de las veces, se tiene que “aguantar” con cómo le retratan los dibujantes patrios. En especial, el propio Gallego, que mientras escuchaba a Soraya perjeñó un pequeño dibujocon esa inconfundible nariz y esos enormes dientes con los que la inmortaliza cada día en las páginas del diario de Abadillo. Estos dibujos –dijo la vicepresidenta– “te ponen en tu sitio cada día y te curan de vanidad”.

Soraya, como decimos, no dijo ni pío sobre lo que había hablado, dialogado, pactado con Durán. Una cosa es la política de verdad y otra la de reality show, debe ser. Tampoco ella es González y no se sale del guion de lo previamente escrito, por lo que no dejó tampoco que se le formulasen preguntas durante el coloquio con los humoristas. Vino a decir que ella trabaja los viernes para los periodistas en esas larguísmas ruedas de prensa del Consejo de Ministros. "Aunque tampoco pasa nada por trabajar un martes", reconoció más para quedar bien con el gremio que para abrir un turno de preguntas de sus debates al límite con Josep.

Así las cosas, las preguntas sólo podían ir dirigidas para los humoristas (para desesperación de la moderadora del acto, que se las vio y deseó para arrancar cuestiones de los asistentes). Alguien preguntó entonces que qué le preguntarían ellos a Doña Soraya.El más original, otra vez, fue Gallego, que quiso saber si Rajoy regala puros a quien le saque bien en las viñetas.Y ahí fue cuando llegó la revelación más importante de la noche. Soraya anunció que Rajoy ya no fuma puros. Cosas veredes, amigo Sancho.No aclaró–eso sí–qué otras cosas inhala.

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La cita tuvo otra curiosa foto. La del reencuentro de Zaplana como maestro de ceremonias con aquella chica de Valladolid que en política lo tenía todo por aprender allá por el 2008 cuando le sustituyó a él tras los tiempos de Rinconete y Cortadillo. Aquella chica, que sacaba de los nervios a María Teresa Fernández de la Vega como ninguna, se ganó el puesto miércoles tras miércoles hasta ser ayer la poderosa mujer que se ha cargado al Pedro J. -según las malas lenguas, que son muy malas-. Ella se ha reinventado como femme fatale de la prensa crítico-barcenesca. Y, él, tras su dorado exilio en Telefónica, se ha rehecho a sí mismo como anfitrión de lujo del club con más solera de la Transición.Así que tan amigos. Y Rajoy ya no fuma puros.

La vicepresidenta del Gobierno debió de ser una de los cuatro millones de espectadores que el pasado domingo se enganchó al cara a cara entre Felipe González y Artur Mas en laSexta. Que la cadena del Wyoming también se ve en la Moncloa, aunque no lo admitan y aunque luego haya que madrugar mucho para levantar España. Sáez de Santamaría, que también quiere ser una Mujer de Estado, con mayúsculas, debió quedar muy impresionada con lo fácil que parece lo imposible cuando uno se baja de los prejuicios y se pone a limar asperezas. De hecho,Soraya no ha tardado ni 48 horas en emular al Follonero y organizarse su propio espacio de debate, aunque sin anuncios, sin cámaras y, en este caso, con un invitado de menos lustre, Josep Antoni Duran i Lleida. Pero el esfuerzo ahí queda por más que ella trate de negar lo evidente y diga que no habló de independencia con él. Habrá que creerla. Hablarían del temporal que, como todo el mundo sabe, es un tema mucho más serio y con tremendas repercusiones en la Costa Brava.

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