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Ayuso plantea una alternativa a la socialdemocracia con sus primeros presupuestos
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David del Cura

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Ayuso plantea una alternativa a la socialdemocracia con sus primeros presupuestos

Con el pacto de presupuestos acaba con la “era Garrido” y erosiona la “era Pío”. Ahora redoblará sus esfuerzos para presidir el PP cuanto antes

Foto: Isabel Díaz Ayuso se ha reunido esta mañana con Rocío Monasterio. (EFE/Kiko Huesca)
Isabel Díaz Ayuso se ha reunido esta mañana con Rocío Monasterio. (EFE/Kiko Huesca)

Ayuso tiene una “minilegislatura”, dos años, para diseñar una fórmula de gobierno popular en tiempos sin absolutas, con Ciudadanos desaparecido y Vox como formación “necesaria” y excluyente. Un tiempo para desarrollar una fórmula con la que el PP podría aspirar a desalojar a Pedro Sánchez. Madrid es el campo de pruebas del regreso de los bloques donde no hay un PNV para saltar de orilla a orilla.

Para evitar malentendidos el compromiso presupuestario contempla no alcanzar acuerdo total ni parcial con otros grupos. Lo firmado ayer, 22 días antes de la aprobación, ha dotado a este plan político de marco económico y fiscal. No ha tenido que dar marcha atrás en materia de derechos ni alterar las cuentas de manera sustantiva (los incrementos no llegan a 80 millones).

Foto: Rocío Monasterio e Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Kiko Huesca)

El punto cuatro con la “auditoría específica de los costes y subvenciones asociados a centros de menores extranjeros no acompañados” retrata exclusivamente a Vox y sus obsesiones. En una enmienda a la exclusividad, el 11 recoge las “auditorías a todas las subvenciones”. Cosa razonable. Un “pellizco de monja” para Telemadrid, una muestra antiabortista y antieutanasia con el apoyo a las madres y a los paliativos, en positivo y ayudas a Familias con miembros que padecen Trastornos del Espectro Autista. El resto de compromisos se quedan a medias, como la gratuidad de la educación no obligatoria, o en una mera declaración de intenciones en materia de pagos, vivienda o igualdad. Ni siquiera ha tenido que hacerse Ayuso una foto con Monasterio.

Los resultados del 4 de mayo hicieron de Vox una formación necesaria en dos ocasiones: la investidura y los presupuestos

El día 23 con las cuentas aprobadas, como dice un líder popular, nadie se acuerda si “las han aprobado los rojos o los fachas”. Los resultados del 4 de mayo hicieron de Vox una formación necesaria en dos ocasiones: la investidura y los presupuestos. Con estas cuentas se irá hasta la próxima cita electoral. Así, el PP se queda como garantía de que no hay sobresaltos y con el centro-derecha “útil”. Mientras, Vox agarrado a sus mantras para los días señalados y para echar de comer a los bots. La oposición tratará de reactivar el miedo a la ultraderecha y, si llega el análisis sosegado, podrá mirar el leve incremento en materia sanitaria con una epidemia en constante mutación. Pero lo de Ayuso va más allá de la Asamblea de Madrid.

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(EFE/Kiko Huesca)

El triunfo político para la presidenta madrileña está en varios frentes y todos tienen que ver con su batalla en el seno del PP. Salvando distancia y calendario, el acuerdo llega días después de que en Andalucía se rompiera la baraja y se queden asomados a la barandilla del adelanto electoral. Moreno podría entrar en el ciclo en el que ya está Madrid si aparca a Ciudadanos y acota a Vox. En Castilla y León los tribunales amenazan tormenta. También le ha ganado la mano al alcalde Almeida que sacará sus presupuestos aunque sea en el último momento y con los de Recupera Madrid. Hay, además, otro triunfo orgánico simbólico de más calado. Con estas cuentas se acaba la “era Garrido” en lo gubernamental y refuerza la idea de acabar con la “era Pío García Escudero” en lo orgánico. Cuando dimitió Cifuentes uno se hizo cargo del ejecutivo y otro del partido. Ahora Ayuso quiere recuperar la lógica tradición de presidir comunidad y formación.

Hay una tercera derivada en este pacto de presupuestos: la política económica. Ayuso plantea una fórmula de tinte liberal que contraponer a la socialdemocracia distributiva de Pedro Sánchez. Ella despliega una alternativa en una cuestión esencial en la que la dirección nacional no tiene una idea global ni portavocía clara. Pocos saben quien es la responsable económica de los populares y son multitud los que se preguntan qué propone el PP ante la crisis derivada del covid, el reparto de los fondos “next generation”, la financiación autonómica, la inflación, los transportes o la agricultura... por señalar algunas cuestiones. Quizá la mayor inquietud en el Gobierno regional y en la dirección nacional es que el muñidor y firmante de este pacto es Javier Fernández-Lasquetty. El actual Consejero de Economía ha estado con Aznar, Aguirre, Casado y Ayuso, conoce las debilidades de los suyos y las fórmulas para estar siempre en los puestos de mando. Todos saben quien es, muchos recelan, alguno le teme. Con este movimiento él y las suyas ganan. Solo hay que ponerse a resguardo del pasado.

Ayuso tiene una “minilegislatura”, dos años, para diseñar una fórmula de gobierno popular en tiempos sin absolutas, con Ciudadanos desaparecido y Vox como formación “necesaria” y excluyente. Un tiempo para desarrollar una fórmula con la que el PP podría aspirar a desalojar a Pedro Sánchez. Madrid es el campo de pruebas del regreso de los bloques donde no hay un PNV para saltar de orilla a orilla.

Partido Popular (PP)