Andalucía regresa al absolutismo socialista

El sueño del vuelco electoral le ha durado al Partido Popular en Andalucía menos de cuatro años. Después de 30 años de hegemonía socialista, el Partido Popular consiguió hace cuatro años ganarle por primera vez unas elecciones al Partido Socialista. No había ocurrido nunca, los populares no ganaban en Andalucía ni en las encuestas y lo que ocurrió en aquellas elecciones municipales es que los candidatos del PP se impusieron con mayorías absolutas en las ocho capitales andaluzas y lograron el gobierno de cinco diputaciones, un panorama desconocido que entonces se interpretó como un cambio histórico de signo político en la única región española en la que jamás ha habido alternancia. Esa era la previsión y lo que ha ocurrido desde entonces ha sido lo contrario, que quien se ha ido desinflando ha sido el Partido Popular y los resultados de estas últimas elecciones municipales confirman la levedad de ese cambio, que se queda en nada.

Andalucía vuelve al absolutismo socialista porque desborda al Partido Popular en todos los registros electorales. Tan abrumador es el predominio del PSOE en esta comunidad que de los 770 municipios de Andalucía, gobernará con mayoría absoluta en 328 localidades, a lo que habría que sumar otras 107 ciudades más en las que ha logrado una mayoría relativa. Tan claro tenía Susana Díaz que los socialistas volverían a este absolutismo en los municipios que un día antes de que se abrieran las urnas decidió cambiar los planes de comunicación de este partido para trasladar a la sede regional las valoraciones de las elecciones y ser ella, con su vestido rojo de estas ocasiones, la que compareciera ante los medios de comunicación para comunicar la contundente victoria socialista en esta comunidad. “El PSOE ha tenido más votos, más concejales, más alcaldes y más diputaciones”, dijo eufórica en su alocución.

Sólo el descenso en nueve puntos del PP en Andalucía consigue que el PSOE pinte de victoria lo que hace cuatro años era una gran derrota

Lo llamativo de estos resultados, en cualquier caso, es que la victoria socialista se debe más que al aumento de votos de este partido, al desplome del Partido Popular, igual que ya ocurrió en las recientes elecciones andaluzas. Es la caída en seiscientos mil votos del PP en Andalucía, con respeto a las ultimas elecciones municipales lo que refuerza al PSOE, que retiene con una fidelidad asombrosa el millón trescientos mil votos de los comicios de hace cuatro años. Sólo el descenso en nueve puntos del PP en Andalucía consigue que el PSOE pinte de victoria lo que hace cuatro años era una gran derrota. Ese es el ‘efecto Susana’, que con peores resultados consigue las mejores victorias. De hecho, también en las últimas elecciones autonómicas, Susana Díaz obtuvo el peor resultado del PSOE en Andalucía y nadie le discute la victoria porque fue de nuevo la debacle del Partido Popular la que hizo posible el maquillaje de victoria.

Díaz ve reforzado su liderazgo tras estas elecciones municipales en Andalucía, pero se ve obligada a buscar acuerdos con las nuevas fuerzas políticas

La consecuencia inmediata de todo ello es que Susana Díaz ve reforzado su liderazgo tras estas elecciones municipales en Andalucía, pero se ve obligada a buscar acuerdos con las nuevas fuerzas políticas que irrumpen en la política andaluza, Podemos y Ciudadanos, al igual que ya ocurre en el Parlamento andaluz. Si desde el 22 de marzo, cuando se celebraron las elecciones autonómicas que decidió anticipar, se mantiene bloqueado su nombramiento como presidenta por la falta de apoyos de las demás fuerzas políticas, ahora deberá ampliar los esfuerzos de entendimiento en muchas grandes ciudades en las que los populares se quedan sin mayoría absoluta. Sería paradójico que los socialistas cerraran acuerdos de gobierno en algunas capitales, como Sevilla, con las otras fuerzas de izquierda, como Podemos e izquierda Unida, y que en el Parlamento andaluz se mantuviera la negativa para la investidura de Susana Díaz. Lo lógico, por tanto, será que, de forma paralela, en las próximas semanas se vayan cerrando pactos locales y que con posterioridad esa nueva dinámica de acuerdos se traslade al Parlamento andaluz. De conseguirlo así, Susana Díaz redondeará esta impresión que dejan las elecciones municipales:la vuelta de Andalucía al absolutismo socialista.