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Señorías, ¿no se dimite por irse de copas en plena pandemia?
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Pilar Gómez

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Señorías, ¿no se dimite por irse de copas en plena pandemia?

Que quince diputados del PSOE se fuesen de 'cenorrio' cuando había toque de queda y el Gobierno apelaba a nuestra responsabilidad para frenar los contagios es indignante

Foto: Tito Berni, Navarro Tacoronte y un empresario investigado en el puticlub Sombras.
Tito Berni, Navarro Tacoronte y un empresario investigado en el puticlub Sombras.
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El ser humano tiene una capacidad infinita para olvidar los malos momentos. Hoy, por suerte, la pandemia es pasado. Las estadísticas revelan que han cambiado nuestros hábitos. Buscamos casas con jardín, teletrabajamos, pero también recurrimos más al psicólogo. Fueron días muy duros. Todos perdimos a un ser cercano, todos nos dejamos una parte de nosotros. Hace unos días recordaba con un amigo como su padre falleció pocos días antes de que le tocase la vacuna por edad. No lo recordamos, pero hace no tanto unos días eran clave en la vida de demasiadas personas.

Ahora los titulares, por suerte, no hablan de muertes, de contagios ni de triaje. Este último término se me reveló con extrema crudeza durante aquellos días. ¿Quién vive y quién muere? Nuestros sanitarios tuvieron que exponerse a decisiones difíciles. Esas que un hombre nunca debe tener que asumir, esas que se reservan a los dioses. Estos días hemos vuelto a lo mundano. A su peor expresión. La trama del Tito Berni es como ver Torrente. El problema es que las prostitutas son de verdad y que los señores descamisados y con tripa cervecera son diputados. Los ciudadanos les han otorgado su confianza. Ellos han abusado con total impunidad.

En los últimos barómetros del CIS, solo a un 4,1% de los españoles señalaba la corrupción como uno de los tres principales problemas

En los últimos barómetros del CIS, solo el 4,1% de los españoles señalaba la corrupción como uno de los tres principales problemas del país. Hace diez años, en marzo de 2013, se convirtió en la segunda preocupación para los españoles, solo superado por el paro. Por aquel entonces, el 44,5% lo tenía como una prioridad. Era la época de Bárcenas y la Gürtel. También empezaban a despuntar los ERE, que pese a ser el mayor escándalo, en cuantía de dinero malversado, nunca tuvo la misma relevancia mediática que los que afectaban al PP.

Con el Tito Berni también se está buscando la indulgencia. En el PSOE quieren reducirlo a un diputado canario que nadie conocía. No importa en cuántas comisiones estaba, ni cuántas fotos se hiciese con el presidente. Bernardo era un "lobo solitario". La desmemoria vuelve a ser la mejor defensa. Con la presunción de inocencia por delante, parece que la trama destapada por el "mediador" es algo más que el chiringuito de dos horteras que siguen adictos al whisky con coca, en toda su dimensión, en vaso de tubo. La jueza ya ha abierto más de una decena de piezas.

Los socialistas ya han puesto su cortafuegos. Tito Berni ya no es diputado, no es nadie. Se le despojó de todos sus cargos preventivamente. Antes incluso de ser detenido o acusado. En un ejercicio de adivinación, el responsable de Organización del PSOE, Santos Cerdán, arrancó del árbol la manzana podrida. A partir de aquí el único pecado de los compañeros de bancada es haber cenado, y por eso no se dimite.

Los diputados socialistas que en plena pandemia se fueron de cena con Tito Berni deberían anunciar su dimisión

Yo aún tengo memoria. No se me borran aquellas imágenes de las morgues improvisadas. Las familias llorando a las puertas de hospitales y residencias por no poder despedirse de los suyos. Las despedidas de padres e hijos antes de ser intubados. Volver a despertarse era solo una probabilidad. Seguramente mayor que la que existe de que los diputados sean conscientes de que la ejemplaridad es mucho más que no robar. Que ellos deben ser los guardianes de algo que hasta hace unos años era intocable: los valores. La clase política ha olvidado que en ellos reside la soberanía del pueblo. Que deben ser grandes porque tienen encomendadas grandes tareas. Una reflexión naif para estos tiempos.

Apelando a esa grandeza, los diputados socialistas que en plena pandemia se fueron de cena con Tito Berni deberían dimitir. No habrán robado, no se habrán ido de putas, pero estaban apurando el toque de queda para tomar unas copas, en el mejor de los casos. En aquellos días, la incidencia acumulada de casos de coronavirus era de 401 por cada 100.000 habitantes. No estaban permitidas las reuniones de más de seis personas y los restaurantes deberían cerrar a las once. En las declaraciones del mediador se desvela que podían quedarse en el restaurante hasta la hora que quisieran. Tenían un reservado a su disposición.

El PSOE ha optado por el oscurantismo. Sean transparentes, den un paso al frente y dejen su cargo a alguien con mayor compromiso

En el Congreso en esas fechas el número de diputados era menguante hasta que finalmente se acabaron suspendiendo las sesiones. ¿Era responsable venir a Madrid para ir de copas con empresarios? ¿Ponían en riesgo a sus compañeros de bancada y sus familias? ¿Deben ser ejemplares sus señorías? ¿Cuántos ciudadanos fueron multados por comportamientos similares? Demasiadas preguntas y pocas respuestas. El PSOE ha optado por el oscurantismo. Sean transparentes, den un paso al frente y dejen su cargo a alguien con mayor compromiso. Siempre se puede rectificar.

Posdata: Los periodistas también debemos dar ejemplo. El diputado José Zaragoza ha sido señalado en las redes sociales como uno de los que participaban en los caterings de la trama. Se le ha puesto en la lista de "puteros" porque en el sumario se habla de la "diputación de Zaragoza". Su mujer ha pasado unos días difíciles. Él está acostumbrado a bregar. No es excusa.

El ser humano tiene una capacidad infinita para olvidar los malos momentos. Hoy, por suerte, la pandemia es pasado. Las estadísticas revelan que han cambiado nuestros hábitos. Buscamos casas con jardín, teletrabajamos, pero también recurrimos más al psicólogo. Fueron días muy duros. Todos perdimos a un ser cercano, todos nos dejamos una parte de nosotros. Hace unos días recordaba con un amigo como su padre falleció pocos días antes de que le tocase la vacuna por edad. No lo recordamos, pero hace no tanto unos días eran clave en la vida de demasiadas personas.

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