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Empieza otra campaña

Si los partidos se obstinan en replicar lo mismo que hicieron para el 20-D, el resultado será el mismo y todos saldremos perdiendo. Hay que ir más allá

Foto: Una nueva campaña electoral comenzará en breve.
Una nueva campaña electoral comenzará en breve.

Los partidos políticos, durante los más de cuatro meses transcurridos desde las elecciones generales de diciembre,han hecho imposible la formación de una mayoría parlamentaria para apoyar un Gobierno de la nación.

Probablemente, los líderes y los partidos tenían poderosas razones para no ceder en sus programas de máximos y llegar a acuerdos con otros, pero creo que no las han debido de explicar demasiado bien, porque son muchos los ciudadanos que parece que no las han entendido.

Ahora ya estamos en otracampaña electoral, que, seis meses después de la anterior, no debería ser idéntica a la pasada.

Es evidente que, si todos se presentan con los mismos programas, los mismos líderes y las mismas actitudes, el resultado será muy parecido al de diciembre, y, si después todos perseveran en sus actitudes, la situación de parálisis política se agudizará.

Los líderes de los partidos políticos tendrían motivos para no ceder en sus programas, pero no han sabido explicarlos a la ciudadanía de forma adecuada

Todos los partidos deberían presentarse a estas nuevas elecciones con algún cambio respecto a lo que ofrecieron a los españoles en la anterior campaña electoral.

Y el primer y más importante cambio que tienen que incluir en sus programas y en su propaganda es el de dejar meridianamente claro con quién están dispuestos a pactar y con quién no.

Ahora a los electores les interesa saber esto mucho más que en diciembre, porque ahora todos pensamos que no va a haber una mayoría absoluta, y que, sin pactos y coaliciones, no se podrá formar Gobierno.

Al mismo tiempo, es imprescindible que los partidos, lejos de bombardear a los electores con programas detalladísimos de gobierno, expresen nítidamente sus propuestas para afrontar los tres problemas que yo creo que son los esenciales en la España de hoy: la lucha contra la crisis económica (que está muy lejos de haber terminado), la respuesta al independentismo catalán (y, en general, a la organización territorial del Estado) y la llamada regeneración democrática.

Si el prestigio de los políticos estaba bajo antes de las elecciones de diciembre, todo lo que ha venido sucediendo desde entonces no ha servido para mejorarlo. Que los ciudadanos recuperen confianza en sus instituciones y en sus representantes es fundamental para que España afronte los otros dos problemas capitales que tiene planteados.

De ahí la extraordinaria importancia de que los partidos políticos se presenten el 26-J con un paquete muy bien definido de medidas para corregir todo lo que ha funcionado mal, para limpiar todo lo que la corrupción han ensuciado y para crear mecanismos más eficaces para impedir que vuelvan a darse casos de corrupción.

En este sentido, lo que me parece más importante es conocer bien las propuestas que los partidos van a llevar en sus programas respecto de dos reformas que considero claves: la Ley Electoral y la de la Justicia.

Las propuestas de los candidatos al 26-J deberían hacer hincapié en dos reformas claves para España: las de la Ley Electoral y de la Justicia

La Ley Electoral, tal y como está hoy, se ha convertido en un obstáculo para que a la política vengan los mejores, y, además, es la causa fundamental del exceso de poder que han acumulado las cúpulas de los partidos y de la nula democracia interna que en ellos existe.

Aparte de que, hoy, no favorece nada la cercanía entre los electores y sus representantes, a los que no conocen y a los que no tienen ninguna posibilidad de controlar.

Y la reforma de la Justicia es un clamor. Desde aquella sentencia de Alfonso Guerra, cuando decretó muerto a Montesquieu, la Justicia española está bajo sospecha por el exceso de influencia que el Poder Ejecutivo tiene sobre ella. Es imprescindible que la separación de poderes sea tajante. Porque ahora las injerencias del Ejecutivo en el Judicial y, también, las del Judicial en el Ejecutivo son demasiado frecuentes y son una fuente de desprestigio para las instituciones fundamentales de nuestra nación.

La campaña que ya ha empezado tiene que ser diferente y tiene que servir para que todos conozcamos claramente qué nos ofrecen los cuatro partidos en liza sobre estos asuntos.

Los partidos políticos, durante los más de cuatro meses transcurridos desde las elecciones generales de diciembre,han hecho imposible la formación de una mayoría parlamentaria para apoyar un Gobierno de la nación.

Campañas electorales Alfonso Guerra