Zarzuela 2.0: igualdad y servicio público

Viernes por la tarde, las alarmas de todos los medios de comunicación saltan al mismo tiempo. Hay noticia. Zarzuela está emitiendo, algo que no es lo habitual. En la Casa Real gustan poco del contacto con los medios, mantienen una comunicación muy tradicional basada en los códigos del siglo XX. Mucha foto, posado en fechas señaladas, el discurso de Nochebuena y el de la Pascua militar. Poco más. Lo demás ha sido forzado por las sucesivas crisis reputacionales que han tenido que afrontar en los 10 años que Felipe VI lleva al frente de la institución. Así que una alerta un viernes por la tarde de Zarzuela llama la atención.

Últimamente, las malas noticias les están dando un respiro en Zarzuela; la princesa Leonor ha sido todo un sedante para las críticas a la corona que se venían produciendo por los sucesivos escándalos de Juan Carlos y CIA. Además, como todo deja de ser noticia, que el ex rey venga invitado a la boda del alcalde solo es un breve, ya no abre portadas. Así que la alerta de los medios de comunicación no podía versar sobre el emérito, ¿qué era tan importante?

"La Casa Real renueva su estructura y por primera vez una mujer tendrá un puesto de responsabilidad", "Letizia elige a una mujer como su mano derecha", "la Zarzuela coloca por primera vez a una mujer en un puesto relevante de su organigrama interno" ciertamente, es noticia, aunque duela decirlo. Por primera vez, desde que se reinstauró la Monarquía en España, una mujer tendrá un puesto de responsabilidad en el equipo de Doña Letizia. Resulta inverosímil que en el año 2024 pueda haber espacios de poder ajenos a las mujeres. Sin duda, era una buena noticia que Casa Real quería enfocar con perspectiva de género, puesto que el relevo de Zulueta no se debe a una falta de confianza, sino al merecido descanso tras 30 años al servicio de la casa.

La primera mujer en el alto mando del staff de Casa Real se llama María Dolores Ocaña, abogada del Estado, trabajaba en el Ministerio de Educación y Formación Profesional como máxima responsable del equipo de abogados del Estado, también había sido subsecretaria de estado en el ministerio de Luis Planas. Un fichaje de primerísimo nivel que cambia la perspectiva, aunque seguramente no serán muy evidentes de su antecesor. Se releva a un militar de carrera por una abogada del Estado con background político, en un proceso de desmilitarización del gabinete de Zarzuela.

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N.T.

La reorganización del equipo de los reyes empezó hace unas semanas con el fichaje de Camilo Villarino como Jefe de la Casa de SM El Rey, un reconocido diplomático de carrera que había estado al frente del gabinete del alto representante de la UE para asuntos exteriores, Josep Borrell y que había trabajado al servicio de varios ministros de exteriores del gobierno de España. A pesar de que Villarino no es militar, si mantiene vínculos, algo que le mantiene unido a esa tradición castrense de Zarzuela por ser Felipe VI mando supremo del ejército.

Sin embargo, Villarino y Ocaña son otra generación de asesores, con una trayectoria mucho más política que sus antecesores, algo que podría hacernos intuir un cambio muy muy progresivo y lento, pero inexorable de la Zarzuela hacia el siglo XXI. La perspectiva de dos altísimos profesionales del mundo de lo público y lo político podría suponer esa modernización de la comunicación real que tantas veces se ha demandado para que la monarquía española renueve sus votos con el pueblo español, no solo para seguir siendo útil, sino para que se perciban como útiles, sobre todo, entre las nuevas generaciones que no vivieron la Transición.

Villarino y Ocaña son otra generación de asesores, con una trayectoria mucho más política

Profundizando en la perspectiva de género, los titulares del pasado viernes alertan de una urgencia: la aprobación de la ley de paridad de las grandes empresas e instituciones. La cultura patriarcal hace que las mujeres, por brillantes curriculums que estas puedan tener como el caso de Ocaña, todavía no estén en los puestos de poder del poder económico e institucional. Los sesgos y estereotipos que operan en la sociedad siguen imponiendo barreras que dificultan el acceso de las mujeres al poder. Sin ir más lejos, la ambición continúa siendo considerado una cualidad positiva en un hombre y un defecto inconfesable en una mujer. Por ello, hasta que la situación no sea igualitaria para ambos sexos, es necesaria una ley que promueva a las mujeres hasta los puestos de dirección que corrija las desigualdades de acceso.

La Casa Real está haciendo mucho en favor de la igualdad, ya sea de forma deliberada o por la lotería genética. La sucesora al trono, la princesa Leonor, está visibilizando cómo una mujer joven está afrontando con gran diligencia los retos que tiene por delante, entre ellos, una educación castrense que está a la altura del resto de sus compañeros y compañeras. Verla de uniforme, cumpliendo con su deber podría resultar anécdota, pero no lo es. En primer lugar, porque supone un referente para muchas mujeres jóvenes en un ámbito todavía muy masculinizado. Y en segundo lugar, porque otros jóvenes príncipes herederos tuvieron juventudes mucho más polémicas por sus comportamientos típicamente juveniles, pero totalmente fuera de los protocolos monárquicos. Por lo tanto, hay que valorar las renuncias que esta joven princesa está realizando por su país.

Por último, no es noticia que servidora se haya declarado "letizista", una fan de la profesionalidad y el liderazgo que Doña Letizia está aportando a la institución. Sin embargo, no quería acabar este artículo sin reivindicarla de nuevo, porque los que la critican sin motivo, únicamente por el machismo de esta sociedad, no se cansan de hacerlo. Por lo tanto, considero un acierto más de la reina que haya elegido a una mujer para asesorarla, al fin y al cabo, en eso consiste la sororidad y el feminismo, en dar oportunidades a otras mujeres de gran talento para que puedan demostrarlo.