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El pregonero Bandera en tiempos revueltos
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Agustín Rivera

Tinta de Verano

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El pregonero Bandera en tiempos revueltos

Cualquier cosa puede ocurrir en la terna de un triunfito, un periodista de esos que salen mucho por la tele y un actor conocido. Tocaba elegir

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El pregonero Bandera en tiempos revueltos

Cualquier cosa puede ocurrir en la terna de un triunfito, un periodista de esos que salen mucho por la tele y un actor conocido. Tocaba elegir al pregonero de la Feria de Málaga. Manuel Bandera se llevó el casting, no sin dudas para el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, quien antes de suceder en la primavera de 2000 a Celia Villalobos parecía tener idéntico carisma que el de un oficinista de la película El Apartamento de Billy Wilder.

 

Bandera, conviene aclararlo antes de que sigan leyendo o aborten esta Tinta, no es el hermano de Antonio Banderas. Antonio sólo tiene uno, Javier, más conocido como Chico, y que además de hermano es su íntimo amigo. Manuel coincidió con Banderas en el mitológico Madrid de los ochenta, esa movida por el Ayuntamiento de Tierno o Barranco o el que hubiera y que al llegar agosto se acordaba que no hay playa…

El pregonero formó parte del elenco de ¡Átame!, quizá la mejor película de Almodóvar antes de que se creyera (o le hicieran creer) que era el Woody Allen o el Akira Kurosawa de Celtiberia Films. Bandera, que continúa conviviendo con su apellido en singular, se crió en el barrio marinero de Huelin, el mismo lugar donde se compró un piso con vistas al mar el humorista y cantaor de flamenco Chiquito de la Calzada, un fistro que se despide utilizando el nombre de un santo evangelista y que ahora promociona Spanish movie junto al actor Leslie Nielsen utilizando su arteria más romántica: “¡Maté en agosto, la caló apretaba!”.

La Feria de Málaga tendrá un pregonero de Bandera, titularán los novios del jodido topicazo periodístico. O “¡Mira quién pregona!”, por aquello de su triunfo como el mejor saltarín de los platós de la tele pública. El pregonero Bandera en tiempos revueltos, resuelvo arriba ‘jugando’ con la serie de Televisión Española de la posguerra que contrata a Manuel (Ramón Rivas, dueño de unos almacenes en la ficción) y rescata como actriz a la columnista sabatina Cayetana Guillén Cuervo, madrina oficiosa del cine español.

Me gusta que este pollo sea sincero. Prepara un discurso en régimen asambleario. El texto lo someterá al referéndum de amigos y familiares. “Pediré ayuda”, reconoce. No como otros pregoneros (el de Banderas, no, porque escribe guiones y hasta planea una novela), pero por el de Chiquito y otros que luego vinieron jamás pondría ni el dedo meñique en el fuego. Porque son estos tiempos también revueltos para Bandera, el bailarín de tango de ¡Átame!

Cualquier cosa puede ocurrir en la terna de un triunfito, un periodista de esos que salen mucho por la tele y un actor conocido. Tocaba elegir al pregonero de la Feria de Málaga. Manuel Bandera se llevó el casting, no sin dudas para el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, quien antes de suceder en la primavera de 2000 a Celia Villalobos parecía tener idéntico carisma que el de un oficinista de la película El Apartamento de Billy Wilder.

Antonio Banderas