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Venecia reclama 3,4 millones de euros a Calatrava por su polémico puente
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Carlos Camino

Venecia reclama 3,4 millones de euros a Calatrava por su polémico puente

El célebre arquitecto-estrella Santiago Calatrava se encuentra en un apuro debido a uno de sus más polémicos proyectos, el puente sobre el Gran Canal de Venecia.

El célebre arquitecto-estrella Santiago Calatrava se encuentra en un apuro debido a uno de sus más polémicos proyectos, el puente sobre el Gran Canal de Venecia. La Fiscalía del Tribunal de Cuentas de esa región reclamó a Calatrava y a otros seis técnicos responsables del proyecto, 3,4 millones en concepto de daños y perjuicios ocasionados por la mala proyección de la obra, cuyos costes de mantenimiento se dispararon en los apenas tres años que lleva inaugurada.

La Fiscalía envió la notificación a Calatrava, quien tendrá 90 días para presentar una memoria que será estudiada y sobre la que se decidirá si sigue adelante con un proceso judicial o si se archiva el caso. El llamado Puente de la Constitución, cuyo coste ascendió hasta los 11,2 millones, necesita de continuos cuidados y estudios para su mantenimiento. La Fiscalía también habló de irregularidades en el concurso público que convocó para la realización del puente.

"La obra sufre de una patología crónica caracterizada por la necesidad de una vigilancia constante y de un recurso continuo a intervenciones en modo alguno relacionadas con el mantenimiento de rutina", sostuvo el fiscal del caso Carmine Scarano, que, apoyado en cuatro estudios técnicos, denunció un “asombroso y vergonzoso conjunto de errores" en las fases de planificación y de ejecución, así como en la preparación de la licitación.

Carmine Scarano agregó que “es un caso extremamente complejo debido al aspecto técnico y a que no faltan las dificultades a la hora de individuar las responsabilidades entre la administración pública y la empresa constructora”. El fiscal se explayó de esta manera tras siete años de investigación sobre el dinero público presuntamente malgastado en una obra que varió hasta en cinco ocasiones su presupuesto inicial.

El problema habría comenzado en la fase de proyección. A raíz de un proyecto presuntamente equivocado, los costes que se reclamaban en el concurso fueron infravalorados. Debido a estos errores se tuvieron que hacer unas correcciones que, lógicamente, afectaron al presupuesto. Aunque, en principio, se llegó a hablar de 14 millones, finalmente, la cifra reclamada se redujo a los 3,4 millones de euros.

“Ligereza en el uso de dinero público”

Durante los apenas tres años que el puente lleva abierto al público, Venecia se ha gastado 400.000 euros para evitar el colapso de la obra. Es por ello, que la Fiscalía hace notar una serie de errores, tanto en la fase de proyección, como de ejecución, unida a una “ligereza en el uso de dinero público”. De esta manera, ningún cargo político es aparentemente responsable debido a que “en cuestiones técnicas era lógico fiarse de un gran arquitecto”.

Venecia deberá hacerse cargo de todos los ajustes que se realicen durante la vida útil del polémico puente. Entre ellos, los cristales rotos de los escalones (cuyo precio es desorbitado) y el tratamiento anticorrosivo, también bastante costoso debido a la incompatibilidad de los materiales con el húmedo ambiente de la ciudad.

El puente fue abierto al público en medio de una gran polémica debido a los costes y a la estética con respecto a la de la Ciudad de los Canales. La falta de utilidad del puente y los continuos retrasos en su construcción fueron otros de los motivos alegados por los venecianos para aumentar su odio. Cuando comenzó su construcción en 2003 se esperaba que las obras durasen dos años, sin embargo, no fue hasta finales de 2008 cuando se inauguró en un ambiente de hostilidad, agudizado por los generosos cambios en un presupuesto que finalmente se elevó hasta los 11,2 millones de euros sobre los 3,8 iniciales.

Calatrava ofreció su proyecto de manera gratuita al ayuntamiento de Venecia, que a cambio le otorgó la dirección de los trabajos con una compensación económica de 245.000 euros. El arquitecto, que todavía no ha recibido la notificación, se encontrará con esta mala noticia sobre un proyecto que solamente le ha dado dolores de cabeza.