Juan Antonio Roca: billete de ida y vuelta de Murcia a Marbella... y viceversa

La sombra de Marbella se cierne sobre la región de Murcia y no sólo porque el capo marbellí, Juan Antonio Roca, sea originario de Cartagena y tenga grandes negocios y residencias en Los Alcázares.

Algunos comienzan ya a acordarse de la ‘Operación Ballena Blanca’, en la que hace un año notarios y registradores de la propiedad fueron relacionados judicialmente con operaciones de blanqueo de dinero. La orden del juez de intervenir todas las propiedades de Roca, orden que fue dada a los registros de la propiedad en Murcia, Cartagena, San Javier, Mazarrón y La Unión, ha hecho sonar todas las campanas de alarma en la comunidad.

El PP sigue insistiendo y hurgando en la herida socialista de que Roca tenía residencia y negocios en Los Alcázares, gobernada por el PSOE y cuyo alcalde, Juan Escudero, osó decir que desconocía que un hotel que levantará delante mismo del ayuntamiento estaba relacionado con Roca. Pero el PP debe tener cuidado porque la orden judicial dada a los registros ya pone también a los alcaldes ‘populares’ en la picota. La explicación es sencilla: Murcia, Cartagena, San Javier y Mazarrón están gobernados por ese partido.

Además, los negocios de Roca son de tal magnitud que parece difícil que su conocimiento se escapara a los ojos de los ediles gobernantes, como pretendía el alcalde Escudero. Lo mismo se puede decir de las declaraciones del presidente Valcárcel (PP), quien se apresuró a decir que la implicación de murcianos en el caso Marbella “es un hecho aislado”.

Pues parece ser que no. De hecho, donde más novedades se esperan de todo este asunto es de Murcia y Cartagena, ya que en esos dos municipios opera desde hace años un antiguo socio de Roca, de nombre Tomás Olivo, que viajó con él a la Costa de Sol en los inicios de su aventura marbellí como contratista de obras y, posteriormente, se desvinculó del ahora encarcelado de forma nunca aclarada… pero amistosa.

Olivo es persona de muchos posibles, después de varias décadas actuando como prototipo de constructor especulativo tanto en Murcia como en Cartagena, y, por supuesto, en Andalucía de la mano de Roca.

Además, por el hilo de Olivo puede salir el ovillo del PP, dadas las antiguas relaciones de este constructor con renombrados miembros de este partido en Cartagena. Y es que no hay que olvidar ‘sus’ convenios urbanísticos, firmados con el Ayuntamiento de Murcia en fechas recientes.

Un desmentido de la caja vasca Kutxa en el sentido de que Juan Antonio Roca no estaba relacionado con la finca ‘Lo Poyo’ ha causado extrañeza en algunas cajas murcianas y cartageneras. Porque ‘Lo Poyo’ es una gran finca agrícola junto al Mar Menor que va a ser convertida en un complejo urbanístico al uso –cientos de viviendas, campo de golf, etcétera– y que en su día, 1996, fue recalificada con gran escándalo, pues el actor principal del cambio de uso, a la sazón alto cargo de la Administración regional y cartagenero de pro, había sido abogado urbanista de los propietarios que la vendieron después para ser urbanizada, la familia catalana Armengol.

Por ese hilo, puede aparecer en última instancia el nombre de algún gran preboste del PP nacional, o al menos eso creen algunos malpensantes murcianos y cartageneros. Y por los otros hilos, especialmente por los de Mazarrón, gobernado ahora por el PP, las sorpresas pueden ser variopintas y, desde luego, llamativas, habida cuenta de la historia política reciente del municipio con un ex alcalde que fue del PP —y ‘amiguísimo’ del presidente regional—, muy dado a cambios de parecer, de partido, de chaqueta, de aliados, etcétera.

Sea como fuere, la expectación en la región murciana ante el desarrollo del escándalo marbellí crece día a día. El mismo viernes 7 de abril, una nueva intervención de empresas constructoras —esta vez de la ya famosa Polaris World— advirtiendo al alcalde socialista de Los Alcázares de que no intente mezclarlas en el escándalo Roca, ha vuelto a suscitar algunos interrogantes.

Pues resulta que el único detenido en Murcia por el escándalo marbellí, Ernesto Celdrán Gelabert, como testaferro de Juan Antonio Roca en Los Alcázares, se fue a trabajar con Polaris World cuando abandonó al capo marbellí hace unos años y obtuvo un nuevo empleo en una empresa dependiente de Polaris World.

La prensa local ha publicado que Celdrán asegura que no puso en conocimiento de la Justicia los negocios turbios de Roca en Murcia porque temía acabar muerto.

Por si todo esto fuera poco, el nuevo fiscal jefe del TSJ regional acaba de solicitar a la Confederación Hidrográfica del Segura, controlada por la administración central socialista, todos los expediente sancionadores en materia de agua. Si ambos elementos, ladrillo y agua, llegaran a mezclarse, el resultado en Murcia puede ser espectacular. Más que la del sodio y el agua.

*Vidal Coy es periodista.