El seguro celebra un excelente 2006, pero entona el ‘mea culpa’ por falta de transparencia

El dinamismo del negocio asegurador se ha puesto de relieve una vez más durante el ejercicio 2006, según las primeras estimaciones adelantadas ayer por Pilar González de Frutos, presidenta de la asociación empresarial Unespa. El volumen de primas creció un 7,9% hasta situarse en los 52.686 millones de euros. El ahorro gestionado por el seguro de vida –provisiones técnicas- se situó a finales de diciembre en 131.081 millones de euros, un 5,6% más que en 2005.

Envuelto en sus propias contradicciones que giran en torno a cómo ofrecer productos innovadores y transparentes a buen precio, sin mermar las provisiones y los resultados para los accionistas, Ricardo Lozano, director general de Seguros y Fondos de Pensiones, aprovechó la jornada de perspectivas convocada por Icea, un centro de investigación y formación aseguradora, para advertir al sector de que deben profundizar en las prácticas de Buen Gobierno Corporativo y ofrecer una buena información que sea comprendida por el público.

No es fácil encontrar el punto de equilibrio entre los diversos intereses en juego de este negocio. Un ejemplo de lo que los aseguradores consideran una amenaza para su evolución, lo ofreció la directora general de una aseguradora de salud, que advirtió del riesgo que va a suponer una directiva que no permite discriminar precios en función del sexo, y tampoco formular preguntas tan personales como: ¿está embarazada? Esta directora proponía buscar todos los resquicios legales para que las aseguradoras pudieran eludir el pago de los partos en el caso de las nuevas personas aseguradas.

Mientras se producen este tipo de paradojas y el sector difunde a los cuatro vientos que sólo busca lo mejor para el cliente, el seguro de vida experimentó en 2006 el mayor porcentaje de crecimiento, el 9,8%, sólo igualado por el ramo de salud. Ambos ramos registran primas por importes respectivos de 22.540 millones de euros y 4.927 millones de euros. En los seguros de salud las ventajas fiscales de las que gozan los colectivos de empresa y los autónomos actúan como motor. En vida, fueron los seguros de riesgo, es decir, para el caso de fallecimiento, y ciertas operaciones de última hora, junto a la comercialización de ‘unit linked’ (seguros vinculados) los que salvaron el ejercicio. Según Ignacio Baeza, presidente ejecutivo de Mapfre Vida, hay casi nueve millones de personas aseguradas por pólizas de vida ahorro, y 21 millones de personas aseguradas en vida riesgo.

El seguro de vida está expectante sobre la acogida que tendrán los nuevos planes individuales de ahorro sistemático (PIAS) y los planes de previsión social empresarial, concebidos para las pequeñas y medianas empresas. En planes y fondos de pensiones –una actividad donde los aseguradores tienen mucho que decir-, el patrimonio gestionado se situó en 82.000 millones de euros a finales de 2006, un 12,5% más.

El seguro de autos creció tan sólo un 4,9%, hasta totalizar 12.313 millones de euros, debido a la fuerte competencia existente, que este año se incrementará por la aparición de nuevas plataformas telefónicas y de Internet, y la entrada de más compañías que van a operar en el ramo, como es el caso de una nueva filial de La Caixa, o de la portuguesa Caixa Geral de Depósitos. Además, los aseguradores temen los efectos de la quinta directiva de autos, que establece incrementos importantes en las indemnizaciones que se irán dejando notar a partir de 2008.

Los seguros multirriesgos crecieron el 8,8%, hasta los 5.044 millones de euros. Se da la circunstancia que según una encuesta realizada por Icea el año pasado, el seguro del hogar es el más apreciado por el público, curiosamente, por encima de los de autos o vida, que acumulan mayor número de contratos.