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Capello o Zapatero: ¿Quién se parece más a George Soros?
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Capello o Zapatero: ¿Quién se parece más a George Soros?

Decía MacArthur que en la guerra no hay sustitutivos para la victoria. En el fútbol y en política tampoco. En estos días, Fabio Capello es saludado

Decía MacArthur que en la guerra no hay sustitutivos para la victoria. En el fútbol y en política tampoco. En estos días, Fabio Capello es saludado como un ganador. Por el contrario, ZP parece atravesar horas bajas tras el anuncio del final del ‘alto el fuego permanente’. Pero el futuro es siempre incierto y quizá por eso el italiano vive sus últimas horas en la ‘Casa Blanca’, mientras que al inquilino de la Moncloa le pueden renovar el contrato al final de temporada. Ni siquiera Maquiavelo, el gran teórico de la astucia, discutía el papel del azar.

Porque el azar, además de caprichoso, es burlón. Sin dejar de estar de acuerdo con Mac Arthur, hay que concluir con Nassim Taleb (experto en azares en su triple condición de libanés, especulador financiero y autor de Confundidos por el azar) que no puede juzgarse una ejecutoria sólo por sus resultados. Hay que tener también en cuenta los costes de las posibles alternativas.

No hace falta ser existencialista para aceptar que vivir es optar (por cierto, no optar es también en sí una opción). En la vida y en finanzas, el valor de cada opción se deriva del análisis de las probabilidades de los distintos resultados posibles y de las pérdidas y ganancias asociadas a éstos. Todos especulamos en opciones.

Aunque casi todos tenemos tendencia a restar peso al azar en nuestros éxitos y a cargar sobre las anchas espaldas de la diosa Fortuna nuestros fracasos, los especuladores nos agrupamos en torno a dos grandes filosofías frente a la incertidumbre. De una parte, están los que confían en lograr convivir con el azar a base de reducir su campo de actuación –como los vendedores de seguros, que prosperan si hay normalidad- y luego están los que esperan aliarse con el azar sacando provecho de lo improbable –como los hedge funds ganan si toman posiciones contra el mercado (y aciertan)-.

Los primeros son los capellistas, deseosos de amarrar el empate y lograr una ventaja mínima cuya conservación permita ir tirando. Los segundos son los zpistas, capaces de ignorar el encadenamiento de pequeñas derrotas cotidianas siempre que estén en disposición de pillar a pie cambiado al contrario cuando suceda lo improbable para, entonces, ganar a lo grande. Los primeros preferirían una derrota del terror a través de la progresiva expulsión de las instituciones de sus afines y la asfixia política, mediática y financiera de ETA; los segundos querrían pasar a la historia y asegurarse la reválida electoral a hombros de una hipotética paz negociada con los que viven de la guerra y, hasta ahora, han utilizado las treguas como herramienta táctica con la que apuntalar su actividad criminal.

Sin embargo, el azar es más escurridizo que Súsper. Ni Capello ha podido ofrecer a los madridistas una aburrida prosperidad ni parece que ZP haya visto confirmada su confianza en que “esta vez era diferente”. La burbuja de la paz, como la de las punto.com antes, se ha desinflado. La Nueva ETA parece tan irreal como la Nueva Economía.

Contra lo pretendido, Capello ha ganado la Liga gracias al encadenamiento de circunstancias improbables. Lejos de lo esperado por los suyos, en otoño o en primavera, para ganar ZP tendrá que dar la campanada y sacar a pasear la economía (menos en su novelesca vertiente microeconómica de OPAs y CNMVs y más en lo que se refiere a esa tediosa estabilidad macroeconómica auspiciada por las reformas fiscales del PP), nuestra condición de miembros del Euro y la gestión del más “institucional” de los miembros de su gobierno.

¿Quién sabe? De seguir ambos tras el verano a lo mejor vemos un Madrid jugando a lo Rubalcaba en el 13-M y una acción de gobierno que hubiera firmado Helenio Herrera, mito barcelonista e introductor del cerrojazo en España. Dice Taleb que lo que separa a los auténticos especuladores como Soros del resto es que sus actuaciones están desvinculadas de sus trayectorias previas. Cada día empiezan de cero. No están casados con ninguna idea. Juegan para ganar y minimizan el posible coste de estar equivocados. El resto, aunque también somos especuladores, estamos a otro nivel.

* Isaac Martín Barbero es abogado y economista.

Decía MacArthur que en la guerra no hay sustitutivos para la victoria. En el fútbol y en política tampoco. En estos días, Fabio Capello es saludado como un ganador. Por el contrario, ZP parece atravesar horas bajas tras el anuncio del final del ‘alto el fuego permanente’. Pero el futuro es siempre incierto y quizá por eso el italiano vive sus últimas horas en la ‘Casa Blanca’, mientras que al inquilino de la Moncloa le pueden renovar el contrato al final de temporada. Ni siquiera Maquiavelo, el gran teórico de la astucia, discutía el papel del azar.

George Soros