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‘Telewebspectador’, el copyright de Rajoy para la reconversión de la TV pública
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‘Telewebspectador’, el copyright de Rajoy para la reconversión de la TV pública

Las televisiones públicas en España inician su reconversión con el recorte de la subvención estatal a RTVE, 200 millones de euros menos en 2012. Un 20%

Las televisiones públicas en España inician su reconversión con el recorte de la subvención estatal a RTVE, 200 millones de euros menos en 2012. Un 20% sobre los 1.000 millones de presupuesto en 2011. Los 13 canales autonómicos suman una subvención directa anual de 1.200 millones de euros. Resultan demasiado gravosos para las esquilmadas arcas públicas. Y el recién estrenado presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sabe que la TV pública tiene que reconvertirse en aras a garantizar su supervivencia y financiación adecuada.

La TV pública en España es necesaria. Las televisiones comerciales sólo buscan rentabilidad a expensas de la calidad y la función social que les corresponde como medios de masas. Se da la paradoja de que ha sido un Gobierno socialista el que ha colocado la TV pública al borde del abismo. Los defensores de lo público entregaron a sus amigos privados de Mediapro, La Sexta y Cuatro (PRISA) parte del mercado con una nueva ley Audiovisual que prohibió la publicidad en TVE. 600 millones de euros que se regalaron al mercado como tributo a las televisiones privadas.

La dureza de la crisis económica ha cambiado el resultado previsto y, en la práctica, hoy la TV sólo tiene tres jugadores: Tele5 y sus ocho canales digitales, incluido, Cuatro; Antena 3 y La Sexta; TVE, sus canales TDT y las autonómicas. De no existir las televisiones públicas, España estaría bajo el dominio de dos grandes grupos industriales, justo lo opuesto a un mercado libre y competitivo. Pero la reconversión de la TV pública se producirá en todos los supuestos porque el sector audiovisual vive el preámbulo de una  auténtica revolución.

Televisión a la carta por Internet

España es la cuna de un idioma emergente mucho más potente que el francés o alemán y, en cambio, la industria de la TV es pequeña y cerrada. Por el contrario, resulta la más rentable entre todos los operadores privados de Europa. Algo no funciona bien

La TV e Internet se van a integrar de inmediato, con lo que la audiencia consumirá a la carta, según sus gustos y preferencias. Google, Microsoft, YouTube,  Apple y los fabricantes de televisores se han aliado para que sea el usuario el que elija la programación deseada. Hemos pasado del valor del derecho de emisión al valor del derecho de elección del telewebspectador (me apunto el copyright del término). Para ello, la marca matriz es fundamental. Bajo el paraguas de Antena 3 TV, Tele 5, TVE, TV3 o TeleMadrid se distribuirán programas de producción propia o ajena en televisores “inteligentes”.

Este es el panorama macro del sector audiovisual, que se convierte de analógico a multimedia digital distribuido en diferentes plataformas.  En este entorno de cambio profundo, prescindir del activo que suponen las marcas de las televisiones públicas al servicio del interés general parece una dejadez injustificable, dado el ingente caudal de recursos gastados en los últimos 20 años. Un dinero tirado por la borda como carnaza para los tiburones.

España es la cuna de un idioma emergente mucho más potente que el francés o alemán y, en cambio, la industria de la TV es pequeña  y  cerrada. Por el contrario, resulta la más rentable entre todos los operadores privados de Europa. Algo no funciona bien.

La TV pública ha de reconvertirse. TVE debería volver a sentir la pulsión del mercado con unos ingresos por publicidad de calidad para programas de calidad y audiencia. Justo, los 200 millones que el Gobierno ha recortado. España es una potencia lingüística que debe saber explotar en beneficio propio su capacidad creativa e industrial. En el mercado de las noticias (Agencia EFE), en el audiovisual (RTVE y autonómicas) y en la Cultura (Instituto Cervantes) es imprescindible que lo público se reconvierta y deje de ser una carga para convertirse en una inversión que ayude a aumentar el mercado e influencia de España en un mundo global.

*Carlos Taboada es periodista y productor de TV

Las televisiones públicas en España inician su reconversión con el recorte de la subvención estatal a RTVE, 200 millones de euros menos en 2012. Un 20% sobre los 1.000 millones de presupuesto en 2011. Los 13 canales autonómicos suman una subvención directa anual de 1.200 millones de euros. Resultan demasiado gravosos para las esquilmadas arcas públicas. Y el recién estrenado presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sabe que la TV pública tiene que reconvertirse en aras a garantizar su supervivencia y financiación adecuada.

Mariano Rajoy