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El futuro de TVE: menos dinero, más tecnología, más España
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El futuro de TVE: menos dinero, más tecnología, más España

TVE, que cumple 57 años, forma parte de la historia contemporánea de España. Igual sucede con las TVs públicas en el resto de Europa. Constituyen la

TVE, que cumple 57 años, forma parte de la historia contemporánea de España. Igual sucede con las TVs públicas en el resto de Europa. Constituyen la memoria colectiva de cada país. La TV pública en Europa retiene hoy el 41% del share de audiencia. Lo importante es encontrar el modelo adecuado con el menor gasto posible y mejor servicio a los ciudadanos.

CRTVE debe recortar 200 millones de euros en 2012 y es posible que los presupuestos definitivos, que se presentarán este viernes, los vuelva a recortar un 25% hasta dejarlos en 750 millones, una cantidad más que respetable en tiempos de crisis  galopante.

Nadie discute la función de TVE como servicio público. Su objetivo: información profesional lo más objetiva posible; entretenimiento de calidad, “con retorno social”, y defensa de los intereses generales de la comunidad a la que sirve. En este caso, a los intereses generales de España como nación que navega en un mundo de ondas hertzianas y olas comerciales que hay que saber surfear.

La nueva TV pública es un proyecto que deben liderar aquellos que creen posible lo que parece imposible lograr al mismo tiempo. Menos dinero, más tecnología, mejor servicio público, mayor foco  ciudadano, defensa del  interés general y de  la marca España como referencia mundial. RTVE tiene mucho que decir en este terreno.

En España y en Europa, la TV fue de titularidad pública desde su nacimiento en los años 50, hasta que se privatizó en parte en los 80. Local, regional, nacional o supranacional. El mundo hoy es global y único. En telecomunicaciones aún más. No podemos seguir mirándonos al ombligo. Se ha acabado lo difícil; ahora  hay que acometer lo imposible.

La TV privada en Europa nació hace sólo 30 años. En Francia, la pública TF1 fue privatizada. En Italia surgieron locales y regionales que se unieron para formar dos canales nacionales propiedad de Mediaset (Berlusconi). En Gran Bretaña irrumpieron nuevos operadores como BT, Virgin Media y Bskyb (Murdoch) que compiten junto a la pública BBC. En Alemania conviven las públicas ZDF y ARD con grandes colosos privados,  Kirchmedia y Bertelsmann (RTL).

La TV pública en Europa retiene el 41% de audiencia, un dato sobresaliente. Tradición, conocimiento y futuro de grandes marcas de TV pública que, cada día, mejoran su gestión profesional e independiente y que sirven de contrapeso a las TVs privadas que maximizan su beneficio económico y minimizan la formación cultural del telespectador. La marca RTVE es apreciada por todos los españoles y un gran activo que nadie debe minusvalorar.

En Europa existe un sector público de TV complementario a la oferta de canales privados. En EEUU pervive la PBS (Public Broadcast System). Lo importante es encontrar el modelo adecuado de TV pública con el menor gasto posible para las arcas públicas y el mejor servicio a los ciudadanos.

La clave se centra en los requerimientos y condiciones que se exijan a las TVs privadas para, sin dejar de ser rentables, contribuir a mejorar la sociedad en la que operan. A cambio, ocupan un espacio del espectro radioeléctrico muy rentable. Hemos pasado de una TV pública en monopolio a un escenario multicanal en el que el derecho de emisión pierde valor en favor de los contenidos agregados bajo grandes marcas.

Hoy, la revolución digital y, consecuentemente, la distribución de contenidos a través de Internet, rompe la cadena de valor tradicional en la que el derecho de emisión prevalecía sobre el resto.

Un negocio redondo

La TV privada ha sido uno de los mejores negocios de la economía española durante 12 años, 1995 al 2007, para Prisa, Antena 3 y Tele5. El balance de la cuenta de explotación,  desde su nacimiento hace 25 años, es espectacular. Sus inversiones se han satisfecho un 1.000% y su valor en bolsa, aunque muy deteriorado por la crisis general, se mantiene en torno a los 2.000 millones de euros.

¿Cuándo hablamos de TV… de qué hablamos? ¿De negocio? 4.500 millones de euros anuales entre abierto y pago. ¿Publicidad? 2.800 millones euros. ¿Fenómeno de masas? Belén Esteban, la “princesa del pueblo”, conecta a diario con dos millones de telespectadores durante cuatro horas. ¿Capacidad de influencia? ¿Herramienta política? ¿Feria de vanidades? Todo esto y mucho  más.

Se trata de un sector estratégico para el futuro de España como nación y cuna del idioma español. Además, es un gran negocio y fuente de trabajo. Un sector privado pujante que sólo tiene 25 años de historia.  En frente,  la TV pública que en  los países nórdicos llega al 80% de la audiencia. ¿En España,  nos la queremos cargar? RTVE, el Instituto Cervantes, la agencia EFE y el Servicio Exterior español deben formar una amalgama que propicie la imagen de España en el mundo.

Existe hueco para todos, TV pública y privada, plataformas multimedia bajo la denominación de grandes marcas, públicas y privadas. Sin miedo al futuro y sin ánimo desmedido de lucro. Respetando las normas y cumpliendo cada cual su papel. La responsabilidad social de los medios de comunicación  es algo que no debemos olvidar,  sean públicos o privados, esté en el gobierno el PSOE o el PP.

*Carlos Taboada es periodista y  roductor de TV.

TVE, que cumple 57 años, forma parte de la historia contemporánea de España. Igual sucede con las TVs públicas en el resto de Europa. Constituyen la memoria colectiva de cada país. La TV pública en Europa retiene hoy el 41% del share de audiencia. Lo importante es encontrar el modelo adecuado con el menor gasto posible y mejor servicio a los ciudadanos.