Siete gráficos que explican el desastre económico del 'procés'

Una de las consecuencias más graves del 'procés' es que ha servido para desviar la atención respecto al deterioro de la economía, de las instituciones y de los servicios públicos esenciales que preocupan a los ciudadanos. El daño más grave y que costará más revertir es el de la fuga masiva de empresas, 2.931 hasta el 5 de diciembre, que representan una tercera parte de la economía catalana y el 85% de la capitalización bursátil. Una de cada tres empresas que se ha ido ha movido también su sede fiscal a otros lugares de España.

Como escribió el 'exconseller' Andreu Mas-Colell en 1994, "más vale tener sedes sin fábricas que fábricas sin sedes". Las empresas contratan todos los servicios, desde abogados, auditores y consultores a publicitarios, servicios de comunicación e informática donde tienen su sede.

La brutal inseguridad jurídica generada por la vía unilateral ha causado un desplome en el turismo, en el consumo y en la inversión que inevitablemente revertirá en una mayor tasa de paro. En los meses de octubre y noviembre el aumento de paro registrado en Cataluña según el SEPE es el más alto en esos meses desde que empezó la crisis y duplica la media del resto de CCAA.

ESADE acaba de publicar un informe con una encuesta a los principales empresarios que todavía mantienen su sede en Cataluña. Las conclusiones son demoledoras: un 42% de los empresarios dice que trasladaría su empresa fuera de Cataluña si continúa la DUI. Un 44% reconoce pérdidas de clientes por culpa del procés. Uno no de cada cuatro directivos reconoce que ha reducido sus presupuestos y la contratación de personas prevista para el próximo año, y casi la mitad de ellos han parado sus inversiones a la espera de las elecciones.

Los datos indican que Cataluña lo ha hecho al menos tan mal como las CCAA más corruptas

Sin embargo, la pésima herencia económica y de gestión que deja el 'procés' viene de mucho antes de la declaración unilateral de independencia y afecta prácticamente a todos los indicadores relevantes: deuda pública, impuestos, sanidad, educación, competitividad y corrupción.

La deuda pública

En Cataluña, desde 2009, los sucesivos gobiernos de la Generalitat han triplicado la deuda, que ha pasado de 25.661 millones de euros a 76.727 (2017). Cataluña no solo es actualmente la Comunidad Autónoma con más deuda de España (con más de un 25% del total de la deuda) sino también la que tiene más deuda por habitante, como se observa en el gráfico 1: 10.311 euros de deuda por habitante, casi el doble que la media del resto de CCAA. Asimismo, como muestra el gráfico 2, el aumento de la deuda ha sido mucho más rápido que en otras CCAA con un nivel de solidaridad en la financiación autonómica similar al de Cataluña, como Madrid.

Debido a su mala gestión y a su elevada deuda, Cataluña destina casi 6 (5,8) de cada 100 euros de su presupuesto al pago de intereses, y eso a pesar de que cerca del 80% de su deuda la financia el Tesoro a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) a un tipo de interés subvencionado. Sin el FLA, Cataluña hubiera quebrado, puesto que al tener una deuda calificada de bono basura por todas las agencias de rating no puede financiarse en los mercados.

Fuente: Banco de España e Instituto Nacional de Estadística (INE)

Fuente: Banco de España

Los impuestos

En Cataluña se da la paradoja de que sus gobiernos han conseguido tener el récord de deuda pública con unos impuestos entre los más altos de España. Cataluña no solamente tiene los tipos máximos de IRPF más altos de todas las CCAA sino que además tiene un sistema regresivo, que penaliza particularmente a las rentas medias-bajas. Aquí se da otra paradoja, como muestra el gráfico 3: en comparación con Madrid, son las clases medias y trabajadoras de Cataluña, las que menos apoyo dan a la independencia, las que pagan más impuestos. Por ejemplo, un catalán "mileurista" paga casi un 14% más de impuestos en concepto de IRPF que un "mileurista" madrileño.

La sanidad

Quizás el dato más alarmante en Cataluña sea el de las listas de espera en sanidad: como muestra el gráfico 4, Cataluña es la Comunidad Autónoma con mayor tiempo de espera para conseguir una intervención de cirugía general o del aparato digestivo (191 días). Cataluña tiene las mayores listas de espera de España y representa la cuarta parte del total de personas que esperan una intervención quirúrgica en nuestro país. Además, según el Barómetro Sanitario 2016 del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el 33,6% de los catalanes consideran que la sanidad "necesita cambios fundamentales".

Fuente: Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad

La educación

En educación, donde la Generalitat también ejerce plenas competencias, los resultados dejan mucho que desear. Cataluña es la CCAA que tiene más barracones de España: 20.000 estudiantes en 85 centros de Cataluña van a clase en situaciones precarias. Sin embargo, es en el ámbito de las desigualdades donde los datos muestran una situación más grave: según datos de PISA la probabilidad de repetir curso en Cataluña es 5 veces más alta para estudiantes de un entorno socioeconómico con pocos recursos que para estudiantes en un entorno con alto poder adquisitivo. Esas desigualdades se reproducen en los resultados, como indica el gráfico 5, Cataluña es la tercera comunidad de España donde la renta condiciona más los resultados en ciencias.

Fuente: Informe PISA (OCDE)

La competitividad

Según los datos del índice de competitividad de las regiones que elabora la Unión Europea (European Regional Competitiveness Index, EU RCI) y que mide aspectos como la calidad institucional, la eficiencia del mercado laboral o el nivel de innovación, Cataluña se encuentra en el puesto 153 de 263, cayendo en picado desde el año 2010. Lejos de competir con regiones europeas punteras como Île de France, Stuttgart o Estocolmo, Cataluña compite con Bucarest o Varsovia. Se aleja así de otras CCAA españolas como País Vasco (119) o Madrid (83) a la hora de generar un entorno atractivo para crear y atraer riqueza.

La corrupción

Aunque desde el independentismo se utiliza a menudo la corrupción de "Madrid" como argumento para la independencia, lo cierto es que los datos indican que Cataluña lo ha hecho al menos tan mal como las CCAA más corruptas de España. Según el repositorio de datos sobre procesos por corrupción en España del Consejo General del Poder Judicial, en el periodo estudiado, que cubre desde julio de 2015 hasta septiembre de 2017, Cataluña lidera el ránking de acusados procesados para los que se ha abierto juicio oral. Los delitos a los que hacen referencia los datos son de prevaricación urbanística, cohecho, tráfico de influencias, fraudes y extracciones ilegales o malversación, entre otros. Del total de 1473 encausados, 348 han sido en Cataluña, más del cuádruple que en la Comunidad Valenciana, para el periodo estudiado.

Estos datos coinciden con la tendencia que señalan otros indicadores como el European Quality of Government Index de 2017, que elabora la Universidad de Göteborg y que sitúa a Cataluña al nivel de las regiones portuguesas, muy lejos de las regiones punteras de Europa en calidad de gobierno.

Fuente: CGPJ

El último gobierno independentista ha sido el que más daño ha hecho a la economía catalana en la historia democrática. En términos de gestión pública, el nacionalismo radicalizado representa una amenaza para los intereses de los catalanes. Cataluña necesita parar el 'procés', recuperar la estabilidad y la tranquilidad y centrar los esfuerzos y los recursos en recuperar el liderazgo, el buen gobierno y unas políticas sociales de calidad.

*Toni Roldán es Diputado por Barcelona en el Congreso de los Diputados, Portavoz de Economía y Secretario de Programas de Ciudadanos.

*Carlos Victoria es MSc en Economía y Finanzas (CEMFI) y Oficina Económica de Ciudadanos.