Fútbol inseguro en el Estadio de Vallecas

La Comunidad de Madrid ha cerrado el estadio de fútbol del Rayo Vallecano alegando que las instalaciones son inseguras para los aficionados.

Lo que sorprende es que la clausura se produzca con la Liga ya empezada. Sorprende, también, que el Ejecutivo tome esta decisión tras ignorar numerosas advertencias previas y solo después de que un niño de cuatro años se precipitase por un hueco de las obras que se están realizando en el feudo franjirrojo. Y preocupa, sobre todo, que el propietario de las instalaciones y, por tanto, el responsable último de las mismas sea, precisamente, el Gobierno regional.

El Estadio de Vallecas suspendió el examen de la Inspección Técnica de Edificios en el año 2012 por deficiencias en la estructura, la cimentación de las gradas, la fontanería y los accesos, según consta en la documentación oficial.

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En 2015, el Ayuntamiento de Madrid declaró la emergencia de las obras ante la dejadez del Ejecutivo y amenazó con ejecutarlas subsidiariamente si la comunidad no cumplía con su obligación. Finalmente, y con el Rayo a las puertas del ascenso a Primera, el Gobierno autonómico se comprometió a tener listo el coliseo antes de empezar la máxima competición, cosa que no ha ocurrido.

Ahora serán los aficionados rayistas los que sufran las consecuencias, puesto que su equipo se verá obligado a exiliarse a otro campo o a modificar su calendario de competición al menos hasta el mes de octubre. Es inconcebible que la denominada 'mejor liga del mundo' padezca una situación como esta.

El Estadio de Vallecas no es solo uno de los más carismáticos y emblemáticos del fútbol español. Alberga, además, las sedes de varias federaciones deportivas de la Comunidad de Madrid y tiene una larga tradición como símbolo del deporte de base y de barrio.

Es inadmisible que los seguidores que acudieron al Rayo-Sevilla se enfrentasen a cascotes, huecos sin la debida protección o baños inundados

Es inadmisible que los 11.500 seguidores que acudieron al Rayo-Sevilla se enfrentasen a cascotes, huecos sin la debida protección, vallas metálicas, baños inundados, falta de iluminación, accesos impracticables para personas con movilidad reducida y unas gradas que se movían “más de lo normal”, según las quejas y las fotografías que los asistentes han publicado en las redes sociales.

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Somos conscientes de que las restricciones presupuestarias han afectado durante años a las inversiones deportivas en la Comunidad de Madrid. También de que el Rayo Vallecano, como inquilino, debe cumplir con sus obligaciones a la hora de mantener el estadio. No existe excusa, sin embargo, para que el Gobierno autonómico abra unas instalaciones de Primera División para un evento de masas si existe el mínimo riesgo para los aficionados al fútbol.

Desde Cs, hemos impulsado ayudas fiscales para las categorías de base o nuevas partidas para impulsar el papel de la mujer en el deporte

El compromiso con el deporte madrileño debe demostrarse con hechos y no con palabras. En lo que va de legislatura, desde Ciudadanos, hemos impulsado ayudas fiscales para las categorías de base, la instauración de una hora más de educación física en los colegios, nuevas partidas para impulsar el papel de la mujer en el deporte o más inversiones para la integración de las personas con discapacidad.

La afición del Rayo Vallecano, que disfruta además de una cantera y de un equipo femenino ejemplares, se merece que la Administración vele por ella tanto como por el resto de los clubes. No podemos permitir que el fútbol se juegue en condiciones de inseguridad en Vallecas. Esta situación no debe volver a repetirse. No es una cuestión política, sino de responsabilidad hacia los madrileños.