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Se nos acaba el aire en las ciudades
Urge mejorar la calidad del aire de las ciudades porque en ello nos va la salud y, aunque los desafíos de cada ciudad son únicos, todos tenemos un desafío global urgente: la sostenibilidad ambiental
La cantidad de habitantes de las zonas metropolitanas seguirá creciendo si las tendencias se mantienen. Según un estudio de la ONU en 2018, el 55% de las personas en el mundo vive en ciudades y en 2050 se estima que esa cifra llegará al 70%. Hoy no hay más espacio para transitar, ni más calles por construir. Urge mejorar la calidad del aire de las ciudades porque en ello nos va la salud y, aunque los desafíos de cada ciudad son únicos, todos tenemos un desafío global urgente: la sostenibilidad ambiental.
Y sabemos qué debemos hacer. Transformar las ciudades en lugares más sanos y amigables con las personas, controlando las emisiones contaminantes y generando alternativas a los vehículos de combustión, principal fuente de contaminación, sumando formas distintas de movernos por las ciudades con un común denominador: ser a prueba de futuro.
El reto está claro, ahora tenemos la misión de crear ecosistemas de movilidad para ofrecer alternativas a los ciudadanos
Se trata de buscar soluciones locales y creativas a problemas globales. En el camino habrá obstáculos y desafíos, avances y retrocesos, pero lejos de paralizarnos, pondrán a prueba la creatividad para llegar a la meta. Vivir en ciudades más sanas, más humanas y más cómodas es posible y necesario.
El reto está claro, ahora tenemos la misión de crear ecosistemas de movilidad para ofrecer alternativas a los ciudadanos. Caminar, subirse a un patinete, andar en bici, compartir movilidad e ir en transporte público son alternativas que deben funcionar de forma integrada. Debemos incentivar y promover la combinación de las distintas formas de moverse por las ciudades, adecuadas para cada momento y facilitando sus usos. Con aceras sin obstáculos, con bicis y patinetes que ganen espacio en las calzadas, con gobiernos que regulen para que las empresas de movilidad puedan cumplir y un buen sistema de transporte público.
Nos animamos a caminar más, a usar más la bici y buscar nuevas maneras de movernos por la ciudad
Cada uno de los actores involucrados en la movilidad de las ciudades tiene que aportar y colaborar para crear un ecosistema de movilidad sostenible, seguro y que mejore la calidad de vida de los ciudadanos. El trabajo conjunto y la colaboración serán fundamentales para poder crear nuevos y mejores hábitos en la movilidad y promover el buen comportamiento de los ciudadanos en el uso y manejo responsable.
La pandemia nos hizo conocer las ciudades de otra manera. Nos acercamos más a las plazas, a los espacios verdes, las personas se apropiaron del espacio público. Nos animamos a caminar más, a usar más la bici y buscar nuevas maneras de movernos por la ciudad.
Los cambios de hábitos habrán llegado para quedarse siempre y cuando sean sostenibles en el tiempo, encuentren su lugar y nos ayuden a vivir una vida más feliz. La movilidad sostenible, activa, de pie y con los pies, además puede ser entretenida y aportar un nuevo punto de vista de nuestras ciudades.
Como fundador de una empresa de micromovilidad europea, el objetivo es que la micromovilidad llegue a todas las ciudades a través de soluciones de movilidad segura y ordenada. Esto lo podemos conseguir estableciendo una normativa clara; que limite la cantidad de operadores para que puedan prestar un servicio sostenible y responsable, que ordene la circulación para que sea segura para todos, y que genere espacios de aparcamiento exclusivos para patinetes y bicicletas convirtiendo estacionamientos existentes en la vía pública.
Solo si somos capaces de transformar las ciudades haciéndolas más habitables, a escala humana y enfocadas en las personas el coche particular de combustión irá perdiendo espacio y el aire estará menos contaminado.
*Maxim Romain es Co-fundador & COO Dott
La cantidad de habitantes de las zonas metropolitanas seguirá creciendo si las tendencias se mantienen. Según un estudio de la ONU en 2018, el 55% de las personas en el mundo vive en ciudades y en 2050 se estima que esa cifra llegará al 70%. Hoy no hay más espacio para transitar, ni más calles por construir. Urge mejorar la calidad del aire de las ciudades porque en ello nos va la salud y, aunque los desafíos de cada ciudad son únicos, todos tenemos un desafío global urgente: la sostenibilidad ambiental.