Es noticia
De qué hablo cuando hablo de RTVE
  1. España
  2. Tribuna
Elena Sánchez Caballero

Tribuna

Por

De qué hablo cuando hablo de RTVE

La independencia es, si se me apura, la seña de identidad más genuina de RTVE, en tanto que medio de comunicación público: al ser de todos, no es de nadie, y al revés

Foto: Sede de TVE. (RTVE)
Sede de TVE. (RTVE)

Me asomo a las páginas de El Confidencial para hablar distendidamente de la empresa a la que he dedicado casi 40 años de mi vida profesional, tiempo que me ha permitido conocer empíricamente todas las áreas de este medio audiovisual. Mi jubilación laboral ha coincidido con la responsabilidad de la presidencia (interina, por supuesto) de la corporación, lo que me permite culminar mi carrera con un honor inesperado por el que me siento profundamente agradecida.

RTVE es un medio de comunicación marcado por el hecho diferencial de ser propiedad de un único accionista y tener una naturaleza dual: una material y ejecutiva, gestionada desde instancias gubernamentales (SEPI), y otra sensible y política, dirigida desde la sede de la soberanía popular. Esta doble dependencia caracteriza de modo singular la función, carácter y la responsabilidad social del medio de comunicación más importante del país por historia y transcendencia.

Foto: La periodista Elena Sánchez Caballero, nueva presidenta interina de RTVE. (EFE/Archivo/Paco Torrente)

El conjunto de valores y principios que, con carácter general, ordenan todos los medios de comunicación, se transforman en exigencias legales para RTVE en tanto que servicio público de radio y televisión. De todos ellos, centraré mi comentario sobre la pluralidad y la independencia, encomiendas que son la clave de bóveda del servicio de información y comunicación que prestamos. En nuestra práctica diaria, ambos principios actúan interdependientemente y en concurrencia, no pudiendo darse la una sin la otra y viceversa, como señala el ap. 2, b del art. 3 de la ley 17/2006.

El hecho de ser las Cortes Generales quienes ostentan los derechos políticos de la corporación muestra la dimensión esencial de su pluralidad. Es igualmente significativo que la elección de cada uno de los miembros del consejo de administración lo sea por una mayoría reforzada. De este modo, el gobierno de la compañía se ajusta como la piel al cuerpo de la sociedad representada en cada momento en la sede de la soberanía nacional. Este es el SER de la pluralidad, que va mucho más allá de la exigencia de un COMPORTAMIENTO neutral. La función del Parlamento no termina ahí, sino que se involucra de forma directa en la gestión por medio de la comisión mixta de control, constituyéndose, así como garante permanente de la pluralidad que representa y promueve.

El blindaje de la independencia de las consejeras/os y de los profesionales es condición sine qua non para garantizar la pluralidad

Hay quien confunde interesadamente la representación institucional de los miembros del consejo de administración con terminales políticas de los partidos que les han propuesto, y nada más lejos de la realidad. Cada uno de los consejeros y consejeras —individual y colegiadamente—, como órgano de administración, nos debemos única y exclusivamente a los intereses generales de la empresa, y no a ningún otro interés particular.

Compatibilizar esa representación pública con la gestión diaria es la mejor garantía de pluralidad para un medio de comunicación estatal, pero ello les aseguro que no es una tarea fácil. De hecho, requiere mucha competencia y dedicación llevar la pluralidad de un modo efectivo a la columna vertebral de la empresa, como es nuestro caso.

El blindaje de la independencia de las consejeras/os y de los profesionales es condición sine qua non para garantizar la pluralidad en RTVE, como algunos recientemente han cuestionado inconscientes del daño institucional que pudieran eventualmente causar.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante la cumbre del PP europeo. (EFE/David Mudarra/PP)
TE PUEDE INTERESAR
Feijóo acepta ahora un debate a siete en RTVE pese a cuestionar su independencia
A. B. Ramos I. Gil N. Alarcón. Bruselas

La independencia es, si se me apura, la seña de identidad más genuina de RTVE, en tanto que medio de comunicación público: al ser de todos, no es de nadie, y al revés. Los medios privados por su propia naturaleza tienen legítimas dependencias empresariales, ideológicas, religiosas, etc., que orientan su línea editorial, las cuales aportan visiones y perspectivas que también contribuyen a enriquecer la pluralidad general de la sociedad. Pero este no es nuestro caso. RTVE es redobladamente independiente: como medio estatal solo está comprometido por el interés general y como servicio público se debe al irrenunciable criterio profesional de sus trabajadores, solo sujetos por su deontología y responsabilidad. En este marco se deciden la línea editorial de los informativos y el derrotero de los programas de entretenimiento, con base en la libertad creativa que RTVE fomenta en todos los niveles operativos.

El gobierno de la compañía se ajusta como la piel al cuerpo de la sociedad representada en cada momento en la sede de la soberanía nacional

Por ser independientes, lo somos hasta de nuestras audiencias, a las que atendemos y buscamos ampliar, pero no a cualquier precio. Nosotros debemos ajustarnos siempre al desiderátum profesional, que solo se atiene a la veracidad y a la calidad. En la breve etapa de responsable de la corporación no he hecho indicación alguna a los equipos profesionales por la íntima certeza personal de que actúan con un rigor y transparencia intachables. Incluso cuando se producen errores se solventan en el marco de nuestros órganos de control, los cuales lejos de actuar en la defensa corporativa, se rigen por criterios profesionales con absoluta independencia.

Como consecuencia de esa acendrada vocación de independencia, RTVE ha sido y es el gran semillero que nutre de profesionales al resto de los medios en España, dicho sea, sin menospreciar otros viveros y procedencias. No se pueden comprender los éxitos en los diales de la radio y canales de la televisión de la competencia sin la aportación de los acreditadísimos profesionales que dieron sus primeros pasos en esta casa. Nos enorgullece el éxito de todas esas personas que encontraron su camino fuera de RTVE, pero nos reconforma aún más el recuerdo de todos aquellos compañeros que han hecho de su vocación por la radio y televisión pública un proyecto de vida profesional. No es cuestión aquí de recordar los nombres propios de los que se fueron y de los que estamos, son de sobra conocidos los unos y los otros, porque estoy segura de que nadie regateara ese mérito a la radio y televisión pública.

RTVE ha sido y es el gran semillero que nutre de profesionales al resto de los medios en España

Quiero acabar con una mención a la dimensión de RTVE como servicio público. Hace unos días hemos tenido unas elecciones locales y autonómicas y en fechas próximas tendremos nuevas elecciones generales. Los procesos electorales son el rito democrático por excelencia, que se viene repitiendo desde la aprobación de la Constitución, y en todas las ocasiones RTVE ha cumplido con creces su función de informar y de dar a conocer las diferentes propuestas políticas y las personas que las encarnan.

Al hilo de la actualidad aprovecho para insistir en que los debates deben realizarse en RTVE, por ser la más conforme con el pluralismo político y la independencia profesional. Desmiento categóricamente el cálculo partidario en nuestras propuestas de debate y reafirmo el compromiso irrenunciable con la información veraz y completa en el presente proceso electoral.

Foto: Sede de TVE. (RTVE)

Tras el 23 de julio se compondrán unas Cortes Generales renovadas, y a ellas quiero dirigirme. Les ruego que sin dilación alguna provean conforme lo exigen las leyes el cargo de presidente/a de RTVE vacante desde septiembre de 2022 y pongan término a la interinidad de la presidencia actual. Una Institución tan singular y relevante no puede tener su máximo órgano en precario, debe tener el pleno reconocimiento y solidez que el cargo requiere. La inestabilidad que deviene del adjetivo que califica la presidencia lastra operativa y esencialmente la institución, créanme. Elijan un presidente o presidenta con todos sus atributos. En lo que a mí respecta, le estaré esperando con ilusión para hacerle un riguroso y puntual traspaso de poderes para que tome con normalidad (sin sobresaltos) las riendas de esta institución, central para la salud democrática de España.

* Elena Sánchez Caballero es periodista y presidenta interina de la Corporación RTVE y del consejo de administración.

Me asomo a las páginas de El Confidencial para hablar distendidamente de la empresa a la que he dedicado casi 40 años de mi vida profesional, tiempo que me ha permitido conocer empíricamente todas las áreas de este medio audiovisual. Mi jubilación laboral ha coincidido con la responsabilidad de la presidencia (interina, por supuesto) de la corporación, lo que me permite culminar mi carrera con un honor inesperado por el que me siento profundamente agradecida.

RTVE
El redactor recomienda